Colosenses
3:10 “Ustedes se han vestido del nuevo, el que es renovado parecido al que lo
fabrico”
El que vive de la misericordia de Dios que fluye de la
historia del sacrificio de Jesús, está cubierto con la conducta inmaculada de Él,
aunque en su mente brote el mal, pero la conducta y virtudes del Hijo van
transformándole al creyente, de tal manera que poco a poco su comportamiento es
como el de Él.
Colosenses
3:11 “Al estar vestidos del Mesías no hay griegos, ni judíos, circuncisos, o
incircuncisos, extranjeros, salvajes, siervos, o libres, sino que el Mesías es
todo en todos”
El que vive de la misericordia de Dios, que mana de la
muerte de Su Hijo, esta cobijado de Su vida purísima, y lentamente es renovado
hasta ser parecido a Él, a la vez que desaparece toda distinción cultural,
moral, y racial, y cada vez son menos los rasgos personales del carácter del
creyente, porque han sido reemplazados por los de Jesús.
Colosenses
3:12 “Es decir, ya que son elegidos de Dios, santos y amados, revístanse de
compasión, de tierna misericordia, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de
tolerancia”
El que vive de la misericordia que fluye de la muerte
y la vida de Jesús, como resultado de haber sido escogido por Dios; tiene el
mandamiento de mostrar las virtudes de Él, para esto debe ponérselas, como un
vestido, porque no son suyas, sino de Jesús, y actuar con compasión,
misericordia, humildad, mansedumbre y tolerancia.
Colosenses
3:14 “Sobre todo esto vístanse del amor, que es el principio de la perfección”
También el amor divino, como se ve en Jesús
crucificado, está disponible para los que viven de Su misericordia, a fin de que
se vistan del amor inteligente, y amen a los caídos y equivocados, y sea
bondadosos, tolerantes. En el ser íntimo del creyente este la lacra de la
herencia de Adán, sin embargo, el amor divino puede marcar sus relaciones con
los demás.
Colosenses
3:15 “Y la paz de Dios reine en sus corazones, a la cual fueron llamados en un
solo cuerpo; y lleguen a ser agradecidos”
La paz de Dios es la certeza de Su eterna compañía con
el de la fe, porque en el que da importancia a la historia de Jesús, acabo el
dominio del pecado con Su muerte, porque El llevo sus pecados en Su cuerpo a la
cruz, también le mato a la ley al creyente, en su cuerpo, terminando así el
poder del pecado en sus sentidos.
Colosenses
3:16 “Que la Palabra del Mesías habite en ustedes, abundantemente, en toda
sabiduría, ensenándoles, reprobándoles a ustedes, con salmos, e himnos, cantos
espirituales en gracia, cantando en el corazón de ustedes al Señor”
La Palabra se manifiesta en la presencia del Espíritu
divino en los pensamientos, del que da importancia a la muerte de Jesús, así
habita en el de la fe, y gradualmente extiende Su habitación a las variadas
actividades de la mente; el Espíritu ensena, reprueba, usando diversas formas
como salmos, himnos y canticos espirituales.
Colosenses
3:17 “Y todo lo que hagan en palabra, o en obra, háganlo en el nombre del Señor
Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de El”
En los que Dios ha puesto Su palabra, o sea, les ha dado
el relato de la historia de Jesús, o de sus enseñanzas son como Su brazo,
porque por medio de ellos El hace obras de misericordia entre los hombres,
entonces a través de ellos hace el bien, y esta es la razón para agradecer a
Dios por el privilegio que les da.
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