Gálatas 2:10 “Solo que nos acordáramos
de los pobres, lo que yo quería hacer con fervor”
Los
apóstoles junto a Pablo y Bernabé, además de ponerse de acuerdo para anunciar
la vida y muerte de Jesús, para salvación de gentiles y judíos, tenían
preocupación por aliviar las necesidades materiales de los creyentes de Judea, que,
al aceptar a Jesús como Mesías, sufrieron persecuciones “
Gálatas 2:11 “Pero cuando Pedro vino
a Antioquia me opuse a él, y le enfrenté, porque era censurable”
Pedro
y Pablo acordaron apoyarse mutuamente en sus misiones de anunciar el evangelio.
Poco tiempo después, Pedro fue a Antioquia, en Siria para acompañar a Pablo en
su labor, y ocurrió que Pedro erro en su conducta con los miembros de la congregación
de esa ciudad gentil, entonces, Pablo le censuro públicamente.
Gálatas 2:12 “Porque antes de venir
algunos enviados por Jacobo, el comía con los gentiles; pero cuando estos
vinieron, Pedro se retrajo y se separó de ellos, porque tenia miedo a los de la
circuncisión”
Pedro,
acepto que se debía anunciar la historia de Jesús a los gentiles, aparte de la
ley, para recibir el Espíritu; y cuando fue a Siria, él se apartó de la ley,
por eso comía con los gentiles, cosa que la ley prohíbe a los judíos, pero, al
venir judíos enviados por Santiago, el fingió guardar la ley, y se aparto de
los gentiles, para no contaminarse.
Gálatas 2:13 “Y el resto de los
judíos se unió a su hipocresía, y aún más, Bernabé fue arrastrado a la
hipocresía de ellos”
La
influencia de Jacobo en los judíos de la iglesia primitiva era poderosa, tanto
que el mismo Pedro, Bernabé y los judíos que eran de la iglesia de Antioquia le
tenían miedo, y cuando llegaron sus delegados, todos ellos volvieron a vivir
según la ley, que era una mezcla de las enseñanzas de los fariseos, y la ley de
Moisés.
Gálatas 2:14 “Y cuando vi que no
andaban rectamente, según la verdad del evangelio, le dije a Pedro, delante de
todos, si tú, un judío, vives como los gentiles, y no como un judío ¿Por qué
les obligas a los gentiles, a vivir como judíos?
Dios
revelo a Pablo, que la historia de Jesús era para que Su conducta reemplace la
conducta personal de los judíos y gentiles, que aceptan esta historia, porque,
al aceptarla el Espíritu de Dios es dado a los creyentes, quien trae la vida de
Jesús a sus pensamientos, sin necesidad de la ley.
Gálatas 2:15 “Nosotros nativos
judíos, y no como los gentiles, pecadores”
Pedro,
pensaba, como todo judío, que el hecho de nacer judío le hacia superior a un
gentil, porque sus hábitos de vida, o costumbres eran superiores, sin embargo, lo
que los judíos no discernían era que, de las mentes de judíos, como de las de
los gentiles, el mal brotaba como de una fuente inagotable.
Gálatas 2:16 “Sabiendo que el hombre
no es justificado por acción de la ley, sino por medio de la fe “de” Jesús, el Mesías,
también nosotros hemos tenido fe “en” Jesús el Mesías, para ser justificados “de”
la fe del Mesías, y no por acción de la ley, puesto que nadie será justificado
por la actividad de la ley”
El
que acepta la historia de Jesús, también acepta que Jesús se hizo cargo de sus
pecados pasados, y futuros, o sea que es justificado. Por otro lado, si alguno
acepta la ley, debe aprender que no es capaz de obedecerla, y que la ley no
tiene poder para limpiarle de sus pecados, es decir para justificarle.