domingo, 24 de abril de 2016

262. Dios es Amor.

 Juan 21:7 “Entonces el discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro! Es el Señor! Oyendo Pedro que era el Señor se puso la ropa, porque se había quitado la ropa y se echó al mar”

Juan el escritor de este evangelio identifico a Jesús porque el flujo del amor de Jesús hacia Juan era mayor, esto es además de la misericordia y compasión que fluía hacia los discípulos, Juan dejaba pasar más del amor que recibía a los demás.
Juan 21:9 “Cuando bajaron a tierra vieron brasas, también un pescado colocado sobre ellas y pan”
Jesús, el Verbo encarnado, el Salvador y Creador, hizo las labores de un criado, prendió los brasas para asar un pescado, también  para el pan. El Señor preparo la comida para Sus discípulos, pescado con pan; porque el amor servicial es la práctica del cielo.

Juan 21:12-13. “Jesús les dijo vengan y desayunen. Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle. ¿Quién eres Tú? Porque Sabían que era el Señor. Jesús vino, tomo el pan y se lo dio, lo mismo hizo con el pescado”
Jesús, al servirles la comida a los discípulos, mostro que seguía unido a la humanidad necesitada, atento a sus requerimientos. Ahora, el hecho que busque que vivamos por la fe, no le impide estar atento a nuestras necesidades y preocupaciones. El Señor se unió a nosotros, al hacerse un hombre, para unirnos al Padre, o sea para que vivamos en comunión con la única fuente del amor y del poder.

Juan 21:14 “Esta fue la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos, después de haber resucitado de entre los muertos”
Era difícil creer a los discípulos que Jesús había resucitado de entre los muertos, y aun sería más difícil que los judíos les crean a los discípulos;  por esto el Señor se apareció varias veces, para que ellos estén seguros de Su resurrección. Toda la misión de Jesús se centró en Su resurrección  de los muertos para regresar al Padre, porque solo entonces se habría reanudado la comunión del hombre con Dios.

Juan 21:15 Entonces, después de desayunar, Jesús le dijo a Simón Pedro: Simón hijo de Juan ¿Me amas más que estos? Pedro le contesto: Si Señor tu sabes que te amo. Jesús le dijo Apacienta mis corderos”
Jesús quería afirmar la relación con Pedro sobre la base del amor. A pesar de que Pedro le desconoció a Jesús cuando estaba siendo juzgado,  a quien primero menciono después de resucitar fue a ese apóstol, asegurándole así que Su amor era incambiable. Por otro lado, Jesús le pregunto si el a su vez le amaba, y al contestarle que si, Jesús le pidió que le ame con obras, esto es que cuide a los creyentes

Juan 21:16 “Volvió a decirle por segunda vez: Simón, hijo de Juan ¿Me amas? Si Señor Tu sabes que te amo. Le contesto Pedro. Jesús le dijo: Pastorea mis ovejas”
Por segunda vez Jesús le pregunto a Pedro si le amaba, con el fin de remarcar que el amor da como fruto el servicio; en este caso el fruto de amor de Pedro al Señor era guiar y cuidar a los creyentes. Por otro lado,  la palabra que Jesús empleo era la que se refiere al amor divino, pero Pedro le contesto con la palabra que significa el amor entre hermanos. 

Juan 21:17 “Jesús le dijo por tercera vez: Simón, hijo de Juan ¿Me amas? Pedro se entristeció porque le pregunto por tercera vez ¿Me amas? Y le respondió: Señor, Tu sabes todo. Tú sabes que te amo. Entonces le dijo Jesús: Apacienta Mis ovejas”
Pedro le negó a Jesús tres veces durante el juicio; el Señor también le pregunto tres veces si le amaba, con el fin de ensenarle que, también, la forma de amarle  era sirviendo a los que creían en El. Es decir, confesando que era discípulo de Jesús no era la única forma  expresarle su amor, también era sirviendo a Sus seguidores   

domingo, 17 de abril de 2016

260. Dios es Amor.

 Juan 20:28 “Tomas le respondió y le dijo: Señor mío y Dios mío”

Tomas al mirar las marcas de dolor y de  humillación en Jesús resucitado, exclamo Señor mío y Dios mío. De esta forma confeso su fe en Jesús el Dios encarnado. Así mismo Jesús acepto la adoración del apóstol.  Por otro lado, esta es la primera vez que uno de los doce hizo la declaración pública de que Jesús además de ser el Mesías es también, El Eterno, El Todopoderoso, el infinito, y es Amor.
Juan 20:29 “Jesús le dijo: ¿Ahora que me has visto has tenido fe?  Dichosos los que sin haberme visto han tenido fe”

La fe, es  aceptar el relato de la vida  de Jesús. Así mismo,  la fe no espera que los sentidos confirmen el relato. En esta línea, la información de los sentidos es temporal, al contrario las palabras del relato, por ser  procesadas en la mente diferentemente que las figuras, dejan un efecto más duradero que lo que se ve. Por esto Jesús le dijo a Tomas que son felices los que tienen fe sin ver.
Juan 20:31 “Esto ha sido escrito a fin de que tengan fe que Jesús el Mesías, el Hijo de Dios, y para que al tener fe, tengan vida en Su nombre”

El evangelio de Juan, o sea la historia de Jesús ha sido escrita para que los que la lean con atención tengan fe que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios; y al tener fe tengan vida eterna, es decir para que Dios les restaure el Espíritu Santo. En otras palabras, el plan de Dios para salvar al hombre es sencillo, y consiste en leer receptivamente la historia de Jesús, para que Dios restituya el Espíritu Santo al lector.
Juan 21: 2-3 “Se encontraban reunidos Simón Pedro, Tomas, llamado el Gemelo, Natanael de Cana de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos de los discípulos; cuando Pedro les dijo: voy a pescar, ellos le dijeron: Nosotros también vamos contigo…”

Después de que Jesús resucitado se apareció a los apóstoles,  incluyendo a Tomas, ellos regresaron  a Galilea, pensaron que había terminado la misión de ellos una vez que  Jesús había resucitado.  Pedro incluso creyó  que debía volver a su antiguo trabajo de pescador, los demás apóstoles y discípulos coincidieron con la idea de Pedro.
Juan 21:3-4 “… y aquella noche no pescaron nada. Cuando amanecía ya estaba Jesús en la playa, sin embargo los discípulos no sabían que era Jesús”

Nada pescaron, a pesar que Jesús velo con ellos, y les acompaño en su trabajo. Pero solo al amanecer se hizo visible en la playa, aunque Sus discípulos no le reconocieron. Por otro lado, Jesús quería asegurarles  que siempre estaría con ellos, tanto en sus fracasos como en sus éxitos y que nunca los desampararía. Eso mismo quiere ahora que sepan  los de la fe.
Juan 21:5 “Entonces Jesús les dijo: Muchachos  ¿tienen algo que comer? Ellos le contestaron: No”

Como no pescaron nada,  Jesús les pregunto si tenían alimentos. Pero el Señor seguía cuidando sus necesidades, es decir  Él les iba a proveer. Así mismo,  Él quería ensenarles  que si seguían Sus instrucciones  nunca les faltaría para satisfacer sus necesidades.
Juan 21:6 ‘Y Él les dijo: Arrojen la red al lado derecho de la barca y encontraran pesca. Entonces la echaron, y no podían sacarla, por la gran cantidad de pesca”

Después que Sus discípulos fracasaron  toda la noche, Jesús hizo un milagro,  cuando le obedecieron  y echaron la red a la derecha de la barca. Ellos  no pudieron sacar la red por la gran cantidad de peces que contenía. Es decir, los discípulos tuvieron fe al arrojar la red como el  Señor les mando. Y la gran cantidad de peces que sacaron fue el fruto de su fe.

martes, 12 de abril de 2016

259. Dios es Amor,

 Juan 20:20 “Habiendo dicho esto, les mostro sus manos y su costado, y los discípulos se regocijaron de ver al Señor”

Jesús les mostro las manos y su costado a los discípulos porque ellos pensaban que era un espíritu, por el hecho de haber traspasado la pared del cuarto en el que estaban. Ellos vieron que las manos del Señor  todavía tenían las heridas de los clavos, lo mismo Su costado que fue traspasado por una lanza. Entonces los discípulos estaban seguros de que Jesús había resucitado, por esto se llenaron de gozo.
Juan 20:21 “Por consiguiente Jesús les dijo otra vez: La paz sea a ustedes. Tal como Me ha enviado el Padre, también  yo les envió”

Una vez que los discípulos estaban seguros de que Jesús había resucitado, entonces el Señor les repitió que el Padre y el Hijo estaban en comunión con ellos, es decir que la Presencia de la divinidad estaba con los discípulos. Así mismo, les mando, o despacho para que testifiquen a los judíos de que El que murió en una cruz había resucitado, es decir que la humanidad mortal tenía acceso a la vida eterna.
Juan 20:22 “Y habiendo dicho esto, les soplo y les dijo: Reciban el Espíritu Santo”

Cuando Jesús subió al cielo, después de resucitar, el Padre acepto Su sacrificio para el perdón de los pecados. Entonces Jesús recibió la orden del Padre de dar el Espíritu Santo a los creyentes, para que vivan; de este modo restauro en los creyentes  la vida que perdió la humanidad cuando Adán peco. Es decir que la salvación se concretó gracias al sacrificio de Jesus. 
Juan 20:23 “Si remiten los pecados de alguno, le serán remitidos, y si a alguno los retienen, los serán retenidos”

Jesús, es el cordero de Dios que llevo los pecados de la humanidad en Su cuerpo a la cruz, es decir los pecados de los hombres ya fueron remitidos. Por eso Jesús después de resucitar les mando a los discípulos anunciar este hecho a todos. Y si alguien no tiene fe  que  Jesús es el cordero que llevo los pecados del mundo, entonces  le son retenidos sus pecados y responderá a Dios por ellos.
Juan 20:24-25”Pero Tomas, uno de los doce, no se encontraba con ellos  cuando Jesús llego. Entonces los discípulos le dijeron: Vimos al Señor. Pero este les dijo: Si yo no veo en sus manos las marcas de los clavos, y meto mis dedos en ellas, y meto mi mano en su costado, no creeré”

Tomas quería asentar la fe en sus sentidos, esto es un error, porque la fe no se basa en los sentidos, sino solo en lo que Dios dice. Tomas al igual que los otros discípulos oyeron a Jesús avisarles que resucitaría el tercer día, pero todos ellos querían verle antes de tener fe.  Tomas fue más allá, no solo quería verle, sino también tocar sus heridas, antes de tener fe que el Señor había resucitado.
Juan 20:26 “Ocho días después estaban dentro y Tomas estaba con ellos, vino Jesús, y estando las puertas cerradas, se puso en medio, y  les dijo: La paz sea a ustedes”

Jesús se presentó en medio de ellos, en la habitación, Tomas estaba con ellos. De esta manera Jesús les mostro que no solo sus rasgos físicos habían cambiado de tal manera que ellos no podrían reconocerle, sino que Su naturaleza física era muy diferente a la de ellos, por eso no necesitaba  puertas para entrar en una habitación. Jesús les saludo con el saludo del cielo: La Paz sea a ustedes. 
Juan 20:27 “Y dijo a Tomas: Mira mis manos y mete aquí tu dedo; extiende tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo, sino ten fe”

El amor de Jesús se derramo en el  incrédulo Tomas, al aceptar  la condición que él puso antes de tener fe, y al mismo tiempo le reprendió por su incredulidad. Tomas mostro con su incredulidad, que todavía su cerviz era dura, es decir era porfiado, por eso no era susceptible de convencer, pero el amor de Jesús le convenció a Tomas, igual que puede suavizar o todo incrédulo.

258. Dios es Amor,

 Juan 20:13 “Y ellos le preguntaron ¿Mujer porque lloras? Ella les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde Le han puesto”

El Padre envió ángeles al sepulcro de Jesús para revelar a María que Dios estaba involucrado en la desaparición del cadáver de Jesús. Por otro lado,  María tenía un profundo amor a Jesús, pues estaba llena de gratitud  a Él, porque fue  perdonada por Jesús  en la casa de Simón el fariseo; además Jesús resucito a Lázaro su hermano. Por esto fue dado  a ella esta vislumbre del cielo.
Juan 20:14”Al decir esto se viro y vio atrás a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús”

María contesto a los ángeles desde el umbral del sepulcro, después se viro atrás, y vio a Jesús resucitado, pero no le identifico, porque con la muerte Jesús acabo  la humanidad mortal, mas resucito con la nueva naturaleza humana, con rasgos físicos diferentes, inmortal. Desde otro enfoque, la misión que el Padre había encomendado a Jesús resucitado fue que primero se muestre a María Magdalena.  
Juan 20:15 “Jesús le dijo: Mujer ¿Por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella pensando que era el que cuidaba el huerto, le dijo: Señor si usted Lo ha llevado, dígame donde Lo ha puesto y yo me Lo llevare?

María, en el jardín, lloraba porque no sabía dónde estaba el cadáver de Jesús; entonces Jesús le pregunto la razón de su llanto y a quien buscaba, con el fin de darse a conocer. Pero ella no reconoció la voz de Jesús, a pesar que era la misma voz que  dio la orden a los demonios salir de ella, y que le aviso que sus pecados le habían sido perdonados.
Juan 20:16 “Entonces Jesús le dijo: ¡María! Ella volviéndose le dijo, en Hebreo: Raboni (que quiere decir Maestro)”

María solo al oír su nombre pudo identificar  a Jesús resucitado, porque era la misma voz que hablo a su espíritu, cuando le anuncio que le traslado del poder del mal y del pecado al reino de su amor. Este hecho indica que la voz de Jesús resucitado es oída solo por los que han sido rescatados del poder del mal, y llevados al reino de la gracia.
Juan 20:17 “Jesús le dijo: Todavía no me toques, porque no he subido al Padre; pero ve y diles a Mis hermanos: Subo a Mi Padre y a vuestro Padre, a Mi Dios y a vuestro Dios”

Jesús le pidió a María que no le toque, porque  la corrupción de la humanidad de ella contaminaría la pureza absoluta de Jesús resucitado, antes de que su Padre en el cielo acepte su sacrificio, fracasando Su misión. Sin embargo ratifico Su unión espiritual con la humanidad caída, por eso dijo, avisa  a mis hermanos que subo a MI Padre y a vuestro Padre, a Mi Dios y a vuestro Dios.
Juan 20:18 “María Magdalena fue y dijo a los discípulos que vio al Señor, además  lo que le dijo a ella”

María Magdalena regreso del sepulcro a lugar donde estaban reunidos los discípulos en Jerusalén, para anunciarles que vio a Jesús  resucitado, así mismo les refirió sus palabras. Por otro  lado, Jesús no se revelo a Pedro ni a Juan para que anuncien su resurrección, sino a María Magdalena, porque ella fue la que más Le amo,  ya que  ella valoro que El perdono  sus pecados.
Juan 20:19 “Al llegar la tarde de ese primer día de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se hallaban los discípulos por miedo a los judíos, llego Jesús, y poniéndose en medio de ellos, les dijo: La paz sea con ustedes”

La muerte de Jesús  les lleno de temor a los discípulos, quienes se encerraron, para esconderse y protegerse de los judíos. Por otro lado, Jesús había subido ya al Padre y habiendo descendido a la tierra, se presentó improvisadamente en medio de ellos, sin necesidad de que la puerta sea abierta, y les dijo: La paz sea a ustedes; lo que significa: El Padre y el Hijo están con ustedes.

257. Dios es Amor,

 Juan 20:2 “Entonces corrió adonde estaban Simón Pedro y el otro discípulo a quien Jesús amo, y les dijo: Se han llevado a Jesús del sepulcro y no sabemos dónde le han puesto”

María, a pesar que escucho de labios de Jesús que al tercer día resucitaría, su mente no fue impresionada profundamente, por esto no  pensó que Jesús había resucitado, sino que los judíos se habían llevado el cadáver. Entonces  para que la historia de Jesús impresione la mente, y se convierta en fe hay que darla la debida  atención.
Juan 20:3 “Salieron Pedro y el otro discípulo y fueron hacia el sepulcro.”

Juan y Pedro eran los discípulos más cercanos a Jesús, y  a ellos dedico más tiempo  el Maestro. Por  otro lado no estaba en la mira del judaísmo, y  en consecuencia de ellos, de que el Mesías debía morir y resucitar. Además  Jesús les aviso que iba a resucitar, o en el contexto de su muerte, por eso  Le prestaron poca atención. Sin embargo el Señor resucitado, lo primero que pensó fue en ellos.  
Juan 20:4 “Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corrió más rápido que Pedro y llego primero al sepulcro”

Juan era el otro discípulo que corrió con Pedro, ambos deseaban saber que paso con el cuerpo del Maestro, por eso corrían; pero después Juan se separó de Pedro, porque sintió más urgencia de llegar al sepulcro antes que ese apóstol , posiblemente recordó las palabra de Jesús de Su resurrección al tercer día, de haber muerto.  
Juan 20:5 “E inclinándose  miro las envolturas de lino puestas allí, pero no entro”

Juan llego al sepulcro, y  se inclinó hacia adentro, en la entrada del sepulcro y miro, y comprobó que el Señor había resucitado,  porque Su mortaja de lino estaba en sepulcro. No vio la necesidad de buscar otra  prueba de que el Maestro había resucitado, por eso no entro en el sepulcro.
Juan 20:6-8 “Entonces llego Pedro tras él, y entro en el sepulcro y vio las envolturas de lino y el sudario que había estado sobre Su cabeza, enrollado; entonces entro el otro discípulo, el que había llegado primero, vio y creyó”

Pedro al llegar al sepulcro entro y vio la mortaja de Jesús, y el sudario envuelto a un lado; pero no hizo ningún comentario, posiblemente quería meditar en lo que había visto. Juan estaba afuera, entro detrás de Pedro, y vio también el sudario. Entonces, no solo las enseñanzas de Jesús, sino también lo que había visto, empezaron a ser en Juan,  la historia de Jesús.     
Juan 20:9 “Porque todavía no habían entendido la escritura que Él debía resucitar de entre los muertos”

Juan  creyó que Jesús había resucitado, pero solo después de haber visto los lienzos y el sudario de Jesús, ya que  todavía no entendían, tanto Pedro como Juan, lo que las escrituras dicen de que el Mesías debía resucitar. Por otro lado,  Jesús dijo que son bienaventurados los que tienen fe  sin haber visto, porque la  fe que empieza por los sentidos, es débil y de poca duración. 

Juan 20:10-12 “Los discípulos regresaron a sus casas. María estaba fuera, y lloraba junto al sepulcro, y vio dos ángeles vestidos de blanco sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies”
María regreso al sepulcro; Juan y Pedro no hicieron algún comentario, sino regresaron a sus casas. Ella  lloraba, porque pensaba que habían robado el cuerpo de Jesús. Entonces vio en el interior del sepulcro a dos ángeles  en  lugar del cuerpo de Jesús. Por otro lado, María Magdalena si creyó a Jesús cuando la aviso que iba a morir, al contrario de los discípulos; pero no el aviso que resucitaría, por eso lloraba.

256. Dios es Amor.

 Juan 19:36 “Y esto  sucedió para que se cumpliera la escritura: No será quebrado hueso suyo”

Los sacerdotes y escribas confabulados, se asustaron cuando supieron que los soldados Le encontraron muerto a Jesús, y que no tuvieron necesidad de quebrarle las piernas. De este modo esta profecía del Mesías se cumplió a la piel de la letra, a pesar que ellos hicieron todo lo que pudieron para impedirla. Esta señal sirvió para que después multitud de judíos aceptara que Jesús es el Mesías.
Juan 19:37 “Y también otra escritura: Y miraran a Aquel que traspasaron”

El soldado después de punzarle con  la lanza  recordó la mirada bondadosa de Jesús en la cruz, los soldados que le clavaron fueron impresionados por la dulzura en Su rostro. También  la multitud de judíos presente  fue atraída a Jesús. Y a través de los siglos millones han dicho: No me mueve el cielo prometido, ni el miedo a la perdición, sino el ver tu rostro tan herido.
Juan 19:37 “después José de Arrímate, quien por miedo era discípulo en secreto,  pidió permiso a Pilato para llevarse el cuerpo de Jesús; por consiguiente vino y tomo el cuerpo de Jesús”

José de Arrímate, un miembro prominente del concilio judío,  siguió al Maestro al calvario y  presencio Su muerte, entonces  reconoció que Jesús era el Mesías. Después rogo a Pilato para que le permita sepultar a Jesús.  El conocía las enseñanzas de Jesús, por boca de Nicodemo.
Juan 19:39 “Y Nicodemo, el que antes había ido de noche a ver a Jesús, vino trayendo treinta tres  kilogramos de una mezcla de Mirra y Aloe” 

Nicodemo sabía que debía ser sembrada en su mente la palabra de Dios. Pero no comprendió que parte de las escrituras debían estar en su mente, a pesar que Jesús le explico  que debía ser levantado, significando ser crucificado, para que todo el que tenga fe tenga vida eterna. Al ver a Jesús crucificado  entendió esta verdad, entonces tuvo fe, y el mostro trayendo Mirra y Aloe.   
Juan 19:40 “Entonces tomaron el cuerpo de Jesús y lo vendaron con telas de lino y con las especies, como es costumbre sepultar, entre los judíos”

José de Arimatea y Nicodemo bajaron el cuerpo de Jesús,  limpiaron la sangre y lo cubrieron  con  vendas de lino y la mezcla de mirra y aloe, por sus propiedades antisépticas  y aromáticas. Este fue el homenaje que esos dos creyentes le ofrecieron a Jesús, no en vida, sino cuando estaba muerto.
Juan 19:41-42. “En el lugar en el que fue crucificado había cerca un huerto, y en ese un sepulcro nuevo, en el que no habían sepultado a nadie. Así que por causa de la preparación de los judíos, y como el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús”

José de Arimatea se sintió privilegiado de que Jesús sea puesto en su sepulcro, cavado en una roca. De esta manera se cumplió la profecía del Mesías que dice que su sepultura será con los ricos. Por otro lado, se aprende así como se cumplieron todas las profecías tocantes a Su primera venida,  también se cumplirán todas las profecías referentes a Su segunda venida a la tierra.
Juan 20:1 “El primer día después del sábado, María Magdalena vino al sepulcro, al amanecer, estando todavía oscuro, y vio que la piedra había sido retirada del sepulcro”

Jesús permaneció en el sepulcro el sábado completo, porque el viernes y el domingo permanecieron solo  pocas horas, ya que, aunque estaba muerto, reposo el sábado, para terminar el pacto antiguo, sin haber roto, ni siquiera muerto, los 10 mandamientos. María estaba bajo el pacto antiguo, por esto trajo el viernes, casi al empezar el sábado las sustancias para el cuerpo de Jesús, no obstante su amor a Jesús, se abstuvo de todo trabajo y dejo todo allí, para guardar el sábado.