El
dar gloria a Dios de una congregación asciende al Padre, solo cuando los que
descansan en la historia de Jesús en la cruz, y ahora, resucitado les aman fraternalmente
a los que piensan que Dios les pide que vayan a la iglesia en sábado, y sean
vegetarianos. Es decir, cuando una congregación practica la tolerancia.
Romanos 15:7 “Por esto acéptense unos
a otros, como el Mesías nos aceptó a nosotros, para gloria de Dios”
Es
necesario distinguir las diversas expresiones del amor con el que no ama el
Padre. El amor de Dios se puede distinguir al meditar en el sacrificio de Su
Hijo; entonces, el creyente vera que una de las expresiones de amor del Padre
es la tolerancia. Dios nos tolera, por eso debemos tolerarnos unos a otros.
Romanos 15:8 “También, les digo que Jesús,
el Mesías llego a ser servidor de la circuncisión, para confirmar la verdad de
Dios, y de esta manera afirmar las promesas dadas a los padres”
Jesús,
fue circuncidado al octavo día de nacido, según la orden de Dios para Abraham,
y sus descendientes; de este modo afirmo las promesas de Dios al patriarca. Al
mismo tiempo, en Jesús, los creyentes fueron circuncidados, para separar en sus mentes el mal de Adán, del
bien del Espíritu de Dios.
Romanos 15:9 “Para que los gentiles
glorifiquen a Dios por Su misericordia, como está escrito: Te reconoceré entre
los gentiles, y Tu nombre cantare”
Los
gentiles creyentes exaltan al Padre porque, a diferencia de los judíos, no
fueron ordenados circuncidarse, sino que Jesús se circuncido por ellos, y los cubrió
con los efectos espirituales de esta. Es decir, los pensamientos que nacen de
la semilla del mal son “separados” de los generados por el Espíritu Divino.
Romanos 15:10 “Y nuevamente dice: Regocíjense
gentiles junto a Su pueblo”
El
propósito del Padre es que los habitantes de otras naciones formen parte de
Israel, Su pueblo; cubriéndolos con la conducta de Jesús, incluyendo Su circuncisión.
El único requisito es que los gentiles presten atención a la historia de Su
hijo, y aprendan a vivir cubiertos, como con un manto, de Su conducta.
Romanos 15:11 “Y otra vez: Alaben al Señor
todos los gentiles, y apláudanle todos los pueblos”
Para
muchos alabar a Dios es extraño, porque Dios les es un desconocido. Pero, se
empieza a apreciar a Dios al pensar en Jesús clavado en una cruz, entonces, se
encuentra razón para alabar a Dios, es decir, a repetir lo que el Padre hizo en
Jesús, para librarnos del poder del pecado y darnos Su Espíritu.
Romanos 15:12 “Y otra vez, porque Isaías
dice: Soy la raíz de Jesé, que se levantara para reinar sobre los gentiles; y
los gentiles pondrán en El, su esperanza”
Dios
anticipo, por medio de los profetas que los gentiles aceptarían al Mesías, “la raíz
de Jesé” y que El reinara sobre los judíos, y sobre los gentiles; sin embargo,
fue muy difícil a los judíos aceptar este propósito divino, por causa de la
ley, especialmente de la circuncisión, el sábado y los alimentos inmundos.