viernes, 25 de enero de 2013

107. La carta a los Galatas. (7)


Apreciado lector, para obtener mas provecho de estas lecciones, le recomiendo que no las lea de una vez, sino que cada día lea un poco, y complete la lectura en una semana, con el único propósito de que entienda mejor los versículos citados en este estudio.  

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Gálatas 3:22-25:

“Al contrario, la Escritura encerró todo bajo pecado, para que la promesa de la fe de Jesús el Mesías fuera dada a los que tienen fe. Ahora bien,  antes que viniera la fe, estábamos encerrados  bajo la ley, confinados para la fe que iba a ser revelada. Por esta razón, la ley ha sido nuestro tutor hasta el Mesías, para que por medio de la fe fueramos declarados justos. Pero habiendo venido la fe ya no estamos bajo tutor.”

Los 10 mandamientos  tienen una función dada por Dios que es crucial para recibir la más importante promesa. Pero antes de comentar sobre la importante función de los 10 mandamientos, le hago una aclaración respecto a esta promesa. Fíjese que cuando Dios le hizo la promesa a Abram de darle un descendiente, refiriéndose al Mesías, le dijo descendiente;  mas  en esta carta, el apóstol inspirado por el Mismo que hablo a Abraham, no dice descendiente, sino LA FE DE JESUS.
 Pero no piense que con este cambio de nombre cambia la promesa, sino que la aclara y expande,  porque Jesús el Mesías, cumplió su misión de salvar al hombre gracias a su fe. Aquí le recuerdo que por  su fe venció toda tentación, así mismo por ella  camino el sendero a la cruz, porque tenía en su mente las profecías del Antiguo Testamento que anticipan que el Mesías, ensenaría la palabra dándola el sentido que Dios le dio, curaría a los enfermos, resucitaría a los muertos y después se sometería al inmenso tormento de la muerte de cruz, para 2 cosas, primero:  para rescatarnos,  mediante esta muerte, de los 10 mandamientos, y segundo: darnos el Espíritu Santo. Por otro lado,  este versículo confirma que a los que oyen con atención receptiva la historia de Jesús, Dios les cubre como con un manto con la fe de Jesús, para cumplir la promesa a Abraham.
A continuación  la función de los 10 mandamientos; primero le indico que el versículo dice que la Escritura, refiriéndose a los 10 mandamientos, encerró toda intensión, todo  afecto, pensamiento, toda palabra y todo acto del hombre en el ámbito del pecado. Esto es parecido a una red para  pescar que está  llena de peces, la red es el pecado, (Lo que puso el maligno en la mente de Adán cuando cayó)   los peces son  los pensamientos, afectos, intensiones, palabras y acciones humanas.
También,  los 10 mandamientos son como un  lente con un sensor que hace ver y sentir el efecto de la semilla del mal. En otras palabras nada en ser humano no sale del pecado, de la semilla de Satanás.  Le advierto que  esto es posible discernir, únicamente cuando se reconoce la vigencia de los 10 mandamientos.
También el apóstol compara a  los 10 mandamientos con las paredes de una cárcel que mantiene encerrada bajo el poder del pecado toda actividad de la mente, así como toda palabra y toda  acción. Pero la cárcel no dura para siempre, sino solo hasta que la historia de Jesús halle cabida en la mente.
Se  pregunta: ¿Cuando me será revelada la historia de Jesús?  Cuando, primero,  haya sido ensenado por el Padre, por medio de los 10 mandamientos, que en usted, igual que en todo humano, está la fuente de mal de satanás, por esta razón,  todo lo que piense, hace o dice es del  maligno,  segundo, después que usted mira y siente la obra del pecado entonces el Padre le hace que tenga interés para oír la historia de Jesús;  así está en Juan 6:44-45 “ Nadie puede venir a mi si el Padre que me envió no lo arrastra, y Yo le resucitare en el día postrero. Está escrito en los profetas: Y todos serán ensenados por Dios. Y todo el que oyó de parte del Padre y aprendió viene a Mi.”
También la función de los 10 mandamientos es  comparada a la de un tutor que nos hace  vivir conscientes  de que todo el mal  sale de nosotros, con el único propósito de llevarnos hasta el  Mesías, para que Su conducta nos sea dada. Pero es evidente que una vez que hemos venido mentalmente a Jesús en  la cruz del calvario, ya no necesitamos los 10 mandamientos para que no conduzca a Jesus, porque estamos ya con El. O sea cuando oímos con interés receptivo la historia de Jesús, ya no requerimos más los 10 mandamientos, porque estos impiden que la conducta de Jesús nos cubra.
Pero le advierto que si no se  acepta la vigencia de la ley de los 10 mandamientos no  sentira el poder del pecado, por lo mismo no tendra  interés en venir a Jesús crucificado.

 Gálatas 3: 26-28 “Porque  todos son hijos de Dios gracias a la fe en Jesús. Ya que todos los que han sido bautizados en el Mesías, están revestidos del Mesías. Por esto, no hay judío ni griego, no hay siervo ni libre, no hay varón ni hembra, porque todos son uno en Jesús, el Mesías.”

 Ahora hay que tener presente que  la fe EN Jesús,  no es otra cosa que la aceptación en la mente de la historia de Jesús, historia que nos  impulsa a unirnos a Él en el agua del bautismo, ya que  el agua bautismal es símbolo de su muerte, porque así se lee en Rom. 6:4 “ Porque fuimos sepultados juntamente con El para muerte por el bautismo, y después, como el Mesias fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, de manera semejante nosotros andemos en vida nueva” Mediante  esta fe con obras (la aceptación mental del relato de lo que le ocurrió a Jesús en el calvario, es la fe, y la obra de esa fe es el ser bautizado. )
Dios  nos hace sus hijos,  porque esta fe nos une a Jesús, el Hijo de Dios. Es obvio que como hijos de Dios,  nuestra conducta es el resultado de la Fe de Jesús, por esto el versículo dice: los que han sido bautizados en el Mesias, están revestidos del Mesias,  La palabra revestidos, quiere decir cubiertos de la conducta de Jesús fruto de su fe. Por esto usted  si ha oído con atención la historia de Jesús y la ha aceptado mentalmente, además  se ha bautizado, o sea ha sido unido a la muerte de Jesús, la conducta de Jesús le cubre, gracias al Espíritu Santo que ha recibido fruto de su fe.
Ahora aclarando el bautismo, esta palabra griega no es traducida al español, sino transliterada, si se la  traduce significa sepultura. Para que el agua represente una sepultura debe ser suficiente para que todo el cuerpo sea sumergido., porque  la muerte de Jesús es la sepultura de nuestra humanidad carnal, así que por el bautismo quedamos unidos a su  muerte, para que brote la vida nueva, tal como es en la agricultura, en la que el grano sembrado debe morir para dar lugar a una nueva planta.
Por otro lado, es evidente que todos los que han sido unidos de esta manera  forman una unidad con el Señor, o sea  desaparecen espiritualmente, y en su lugar aparece la conducta terrenal del Salvador, gracias  a  esto los de la fe ya no se valoran por sus diferencias raciales, de país  o de sexo.

Gálatas 3:29. “Como ustedes son del Mesias, entonces son el descendiente de Abraham, herederos según la promesa”

Al recordar que las promesas de Dios fueron hechas a Abram y a su descendiente, con miras a incluir como herederos a todos los que atiendan la historia de Jesús, para que unidos a Él, que es descendiente prometido, sean  coherederos del mundo, tal como  Jesús el Mesias.

viernes, 18 de enero de 2013

106. La carta a los Galatas. (6)


Apreciado lector, para obtener mas provecho de estas lecciones, le recomiendo que no las lea de una vez, sino que cada día lea un poco, y complete la lectura en una semana, con el único propósito de que entienda mejor los versículos citados en este estudio.  

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Gálatas 3:15:
“Hermanos, por un momento les hablo siguiendo normas humanas y les digo que una vez que un pacto has sido puesto en  efecto por un hombre,  nadie lo invalida, ni añade algo.”

Pablo toma el ejemplo de los contratos entre humanos, que una vez  firmados por las dos partes, nadie puede anadir, quitar o alterar el contrato. Esto es preciso tener en cuenta al considerar el pacto que Dios hizo con Abraham,  que esta citado en Génesis 15:18 “En ese día YHVH hizo un pacto con Abram, diciendo: A tu descendiente daré esta tierra, desde el rio de Egipto hasta el rio grande, el rio Éufrates” En este pacto,  Dios le prometió a Abram y a su descendiente: La tierra, llamada  la tierra prometida. Aunque antes ya le había prometido un descendiente, y que en el serian benditas todas las naciones. O sea, gracias a este  pacto, nadie puede cambiar, anular, olvidar, ni siquiera el mismo Dios, las promesas a Abram y a su descendiente.

Gálatas 3: 16-18:

“Hay que tomar en cuenta que las promesas fueron hechas a Abram y a su descendiente, porque no dice: Y  a sus descendientes, como si fueran muchos, sino como uno: Y a tu descendiente, el cual es el Mesías.
Por un lado, el pacto ha sido ratificado por Dios para el Mesías. Por otro lado,  la ley que llego a ser  después de cuatrocientos treinta años, no anula la promesa. Porque si la herencia proviene de la ley, ya no viene de la promesa. Pero Dios, por medio de la promesa, le hizo un favor inmerecido a Abraham “    

Repito que entre las promesas que Dios hizo a Abram esta  también la que dice: En ti serán benditas todas las naciones. Con estas palabras  se  refiere al Espíritu del Hijo que será dado a los de la fe de Abraham. Además, como indica la escritura, estas promesas fueron hechas a Jesús el Mesías, y no al resto de descendientes del patriarca, sin embargo que ellos son el pueblo elegido. O sea que todas las promesas son de Jesús, y El las comparte con los de la fe.
Reitero que estas promesas fueron aseguradas con el pacto que Dios hizo con Abraham, pero enfocado en Jesús el Mesías. 
Después el apóstol pasa a aclarar  que la ley de los 10 mandamientos no tiene nada que ver con las promesas divinas,  recordando  que  la ley fue promulgada cuatrocientos treinta años después del pacto de Dios con el patriarca. O sea dice que estas promesas estaban ya vigentes mucho antes que sea dada  la ley de 10 mandamientos. En otras palabras, si hubiera alguien que guarde los 10 mandamientos perfectamente, ni este alguien  tiene derecho a las promesas, por su obediencia... Por esta razón Pablo afirma que la herencia se origina en las promesas gratuitas de Dios a Abram, y de ninguna manera las promesas son el premio al que obedece los 10 mandamientos y las otras disposiciones dadas en el Sinaí.   

Gálatas 3:19:
“Entonces  ¿para que la ley?  Fue añadida  para que sea creada la transgresión, hasta que venga el descendiente que había sido prometido. Pero a pesar de esto,  la ley fue promulgada por medio de ángeles, en mano de un mediador. Y el  mediador no es  solo para uno, y Dios es uno.”

Pablo, después de indicar que la ley no tiene relación  con las promesas a Abram, explica la razón por la que Dios la dio en el Sinaí.; pero note que no dice promulgada o anunciada, sino añadida, ¿pero añadida a qué? Fue añadida a las promesas a Abram?  ¡No!  Sino que la ley fue añadida al pecado., aunque en este versículo  la palabra pecado  no este, pero es obvio que se refiere al pecado, al principio de Satanás  que puso en la mente de Adán cuando  cayó, porque  la semilla del maligno en la mente es la que da los frutos de maldad, como enseno el Maestro. Mat 15:19 “Porque de la mente vienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, difamaciones”  Así que la ley del Sinaí fue añadida al pecado para crear las trasgresiones. Le recuerdo que la palabra transgresión es romper una ley. Y  la esencia de la semilla del maligno es precisamente romper la ley.  Dicho en otra forma, los pecados, es decir  las rupturas a los 10 mandamientos son las  maneras como el pecado (la semilla de satanás)  deja ver su existencia corruptora en la mente. Y solo con este propósito  la  ley fue añadida al pecado.     
Por lo que se entiende de estos versículos, se ve que  a pesar de que la ley del Sinaí tiene como autor a Dios, es usada como un nexo que media  entre el pecado, la semilla de satanás, y todas las actividades de la mente, o sea el pecado, gracias a los 10 mandamientos, esclaviza a todas las actividades mentales;  parecido a la acción de la ley civil del matrimonio, que es un mediador entre el marido y la esposa.
La tiranía del pecado sobre la mente, debida a los 10 mandamientos, existe hasta que venga a la mente la historia de la vida y la muerte de Jesús.

Gálatas 3:21:
“¿Es posible que  la ley ocupe  el mismo espacio de las promesas de Dios? En ninguna manera, porque si fue dada una ley que pudiera dar vida, entonces, verdaderamente,  la justicia viene de la ley”

Con estas palabras el apóstol  muestra que la ley de los 10 mandamientos no son aparte de  las promesas a Abram, por esto, y por un lado,   una de las  promesa es la del descendiente,  que es para que los fieles tengan vida, porque  el descendiente prometido es el Mesías,  por este motivo Jesús dijo: “ El que come mi carne y bebe mi sangre , tiene vida eterna , y Yo le resucitare en el día  postrero” Juan 6:54.  Así mismo la promesa: que en ti serán benditas todas las naciones de la tierra, se refiere a la dadiva del Espíritu, y el Espíritu  viene  para vivir la vida de justicia y amor. Juan 6:63 “El Espíritu es el que da la vida…las palabras que he hablado son Espíritu y son vida”   Por otro lado,  como la ley de los 10 mandamientos no fue dada para traer la justicia de Dios, no puede ser fuente de vida, al contrario, los 10 mandamientos fueron dados para ser la base de acción del pecado, y por esto son llamados: la ley del pecado y de la muerte. Romanos 8:2,  

 

viernes, 11 de enero de 2013

105. La carta a los Galatas, (5)

Apreciado lector, para obtener mas provecho de estas lecciones, le recomiendo que no las lea de una vez, sino que cada día lea un poco, y complete la lectura en una semana, con el único propósito de que entienda mejor los versículos citados en este estudio.  

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Gal 3:10-12:
“Y todos los que son de las obras de la ley están bajo maldición; porque está escrito: Maldito todo el que no permanece en todo lo que ha sido escrito en el libro de la ley para hacerlo. Por este motivo es claro,  que Dios a  nadie  en la ley declara justo; sino  que el justo vivirá de la fe. Por lo tanto, lo de la ley no es de fe, sino el hombre que las practica, vivirá por ellas.”

 Pablo continua su reproche a los gálatas, ahora les cita la ley de Dios, Deuteronomio 27:26 y  28:15, que dice así: “Maldito el que no persevere en las palabras de esta ley para cumplirlas” y “Pero sucederá que si no obedeces  la voz de YHVH tu Dios, cuidando  de practicar todos sus mandamientos y estatutos que yo te ordeno hoy, vendrán sobre ti y te alcanzaran todas estas maldiciones”  De este modo  les revela la sentencia  por no obedecer la ley. Además   no es el requerimiento para ser aceptados por YHVH la obediencia personal a Su ley. Por esto,  en caso que alguien persista en basarse en su obediencia para que Dios le apruebe su conducta,   queda cubierto de  la sentencia divina, como con un manto, o sea todas  las maldiciones descritas en Deuteronomio 28, desde el versículo 15, pesan sobre él.
De acuerdo a estos versículos, se muestran los dos grupos de personas que buscan agradar a Dios; un grupo: los que oyen con atención y retienen la historia de Jesús  y dos: los que piensan que es necesario la obediencia personal a la ley de Dios, porque Él aprueba esa conducta. El primer grupo es cubierto con la conducta de Jesús, el segundo, nunca agrada a Dios, al contrario, a este grupo le cubre con  todas las maldiciones de la ley.
Aquí hay que precisar que las maldiciones de la ley no son sentencias que no se sabe cómo se ejecutaran, porque las maldiciones no son para  un lejano futuro, ya que  en la historia antigua y reciente de Israel, se han visto esas mediciones cumplirse tal como están anunciadas en Deut 28:15, en adelante y en Levitico 26: 14 en adelante. Pues todavía está vivido el Holocausto que sufrio el pueblo de Dios, de manos de Hitler y de los alemanes. Así que la historia moderna de Israel debe ser una lección para los que dicen guardar y respetar la ley,  que piensan equivocadamente que Dios no está contra ellos, ni  que la maldición  pende sobre ellos, sino que Dios no mira su rechazo del regalo de  la justicia  de Jesús, más bien mira su sinceridad, o su lealtad a su iglesia.       
Volviendo al versículo 12 de Gálatas 3,  estos dos grupos son totalmente opuestos uno del otro, porque el uno se fundamenta en la obediencia personal, más el otro, en la obediencia de Jesús, obediencia  que los gálatas  llegaron a saber al oír la historia de la vida, pero especialmente de la muerte del Señor. El apóstol reitera que la obediencia a la ley no tiene ni el más pequeño origen en la fe, por esto el que decide poner su obediencia para ser justificado de Dios, es imperioso   que obedezca perfectamente  los mandamientos y toda la ley,  para tener vida.

 Gal 3:13-14:
“El Mesías nos rescató de la maldición de la ley! Se hizo maldición, por nosotros!  (Porque está escrito: Maldito todo el que es colgado de un madero). Con el objeto que la bendición de Abraham, en Jesús el Mesías llegara a los gentiles. Es decir , con el objeto  que recibamos el Espíritu prometido, por medio de la fe.”   

El apóstol les explico a los gálatas, que la  muerte  de Jesús en la cruz fue el precio que  El pago para rescatarnos de la maldición que pende sobre todos, sean  judíos, o gentiles , porque  nadie ha guardado  la ley, o sea todos son merecedores de las maldiciones de Deuteronomio 28 desde el versículo 15 en adelante , y de Lev. 26 del 14 en adelante .
 Dicho con otras palabras, el castigo que recibió Jesús al morir en la cruz , es el cumplimiento de la  sentencia que está  en Deut. 21:22-23 y dice así: “Cuando algún hombre haya recibido la sentencia de muerte, y  haya sido  muerto , y  lo cuelgas de un madero, su cadáver no pasara la noche en el madero.-   Sin falta lo enterraras, el mismo día, para que no contamines la tierra que YHVH tu Dios te da en posesión,  porque Elohim  maldijo al que ha sido colgado.”
Jesús, además de rescatarnos con su muerte de la maldición de la ley, también   nos sacó, con su muerte,   del “poder” que tiene en  la ley la semilla que Satanás puso en todos, cuando Adán cayó. En resumen, Jesús sufrio la muerte por dos razones: 1: Nos libró de las maldiciones de la ley. Y 2: Nos rescató del poder del pecado- El pecado es como una raíz, de la cual salen todas las maldades, o sea las desobediencias a los 10 mandamientos- Reitero, para que vivamos cubiertos  con su justicia, Jesús le quito , con su muerte, el poder que tiene el pecado para hacernos desobedecer los 10 mandamientos.  
Ahora, le explico el punto 2:  Jesús, siendo Dios se hizo un hombre, y heredo  de su madre María
- como todos los humanos- la semilla de Satanás. En otras palabras,  se hizo pecado, como se lee en 2 Cor. 5:21: “Al que no conoció pecado,  le hizo pecado por nosotros, con el propósito que nosotros lleguemos a estar en la justicia de Dios en El”. Ahora,  a pesar que recibió la raíz del  mal de Adán, se sujetó al Espíritu Santo y venció toda tentación, como esta en Hebreos 4:15 “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no sea capaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino Uno que ha sido tentado en todo, según nuestra semejanza, pero sin pecado.”. Después, una vez que Jesús sufrio toda tentación, se sometió a los  terribles dolores de los azotes, de los enormes clavos rompiendo su carne, y a la muerte, para destruir toda rebelión.
Le recuerdo que El padeció todo en obediencia al Padre, con el objeto de zafarnos  de la ley de los 10 mandamientos, y quitarle al pecado  la fuente de su poder , ya que  los mandamientos, son la fuente de su poder. 1 Cor 15:56 “El aguijón de la muerte es el pecado, y el “poder” del pecado, la ley” ; y  Rom 7:8 “Y el pecado aprovechando la ocasión, por medio del mandamiento produjo en mi toda codicia. Por otro lado, sin la ley, el pecado está muerto”       
El apóstol fue muy claro con los gálatas al explicarles que Jesús se sometió a  la muerte por las dos razones expuestas antes, y  además  con el objetivo supremo  de cumplir la bendición divina prometida no solo a Abraham, sino también a todas las personas que han oído atentamente la historia de Jesús ,  bendición que es darles el mismo Espíritu que Le guio a Jesús en su vida en la tierra. Porque fue este Espíritu que le llevo de victoria en victoria en toda tentación, y de obediencia en obediencia a la voluntad del Padre.  
En  otras palabras, la causa para darnos su Espíritu es su muerte, por lo tanto, nuestro derecho a recibir el Espíritu  es SU MUERTE. Por consiguiente, si usted  oye con atención receptiva la historia de Jesús (que es lo único que requiere el Padre, para darnos su Espíritu)  reciba también el Espíritu del Hijo.  

viernes, 4 de enero de 2013

104. La Carta a los Galatras. (4)


1Apreciado lector, para obtener mas provecho de estas lecciones, le recomiendo que no las lea de una vez, sino que cada día lea un poco, y complete la lectura en una semana, con el único propósito de que entienda mejor los versículos citados en este estudio.  

 
Gálatas 3:1-3:

“Oh gálatas insensatos, ante los ojos de ustedes Jesús el Mesías fue presentado crucificado, ¿pues quien les fascino?  
Solo esto quiero averiguarles: ¿Recibieron el Espíritu de las obras de la ley, o por oír de la fe?  ¿Tan insensatos son? ¿Habiendo comenzado en el Espíritu, ahora se  perfeccionan en la carne?"

Pablo con dolor y sorpresa amonesta a los gálatas porque  no habían entendido que la conducta que Dios hizo  realidad en la vida y la muerte de Jesús, es para todo el que oye con atención receptiva la historia de Jesús, a pesar  que les explico esto  basado en las escrituras del Antiguo Testamento.
Pablo les enseno a los gálatas  el comportamiento  de Jesús tal como están en los escritos de la ley y los profetas por tres  razones, una porque los evangelios no habían sido escritos,  dos porque el apóstol no fue un testigo presencial de los eventos del calvario, y  tres, sobre todo porque los detalles de la muerte de Jesús están descritos con riqueza en varios  pasajes de las escrituras, por ejemplo: Isaías 53, Salmo 22, Salmo 69. En otras palabras el apóstol les conto la historia de Jesus basado en estas escrituras.
Por otro lado,  el apóstol quería conocer  quien les había seducido  para creer  que  la práctica de la circuncicion ,  el celebrar las fiestas bíblicas,  o incluso la intensión de  obedecer los 10 mandamientos ,  el Padre  acepta  en lugar de la obediencia de Jesús, en su vida y en su muerte.
Además, el apóstol quiere que los gálatas vean donde  han caído , porque  cuando oyeron atentamente el relato de la vida y muerte de Jesús,  esto es escucharon la fe de Jesús, fueron llenos del Espíritu, pero  a pesar de esto ,  han sido engañados, por esto  se han  circuncidado, han guardado las fiestas y  han hecho el compromiso de obedecer los mandamientos, sin entender que estas leyes lo único que hacen es servir de fuente de poder al pecado, por esto, ahora,  están sujetos al pecado. Por este motivo les recrimina firmemente y les recuerda que  empezaron llenos del espíritu, pero  ahora quieren alcanzar la perfección con su propia obediencia.
 En otras palabras,  la conducta de Jesús que es la  que Dios acepta, y es con la que cubre por medio del Espíritu del Hijo  a todos los que escuchan con atención receptiva la historia de Jesús, pero al contrario,  los gálatas quisieron reemplazar la justicia  de Dios con su obediencia.

Gálatas 3:4-5:
¿Tantas cosas han padecido en vano?  Y en realidad han sido en vano.
Les pregunto: Aquel que les da el Espíritu, y hace milagros entre ustedes, ¿lo hace por las obras de la ley, o por oír de la fe?

En este versículo, el apóstol les recuerda a los gálatas  que cuando les  relato  la vida y muerte de Jesús sufrieron insultos y persecuciones  por parte de sus familiares y vecinos, pero estas  no tuvieron efecto para sacar de sus mentes  la historia de la vida y la muerte de Jesús. Sin embargo, cuando algunos judíos les ensenaron  que Dios aprueba a quienes  obedecen Su ley, sin tomar en cuenta la perfecta conducta de Jesús,  aceptaron este engaño, entonces los sufrimientos del pasado  quedaron sin ningún propósito.
  Así mismo, les pregunto  ¿porque Dios les dio el Espíritu e hizo milagros en ellos, por su obediencia a ley, o por escuchar atentamente y con interés la historia de Jesús? La respuesta es:
 Dios derramo su Espíritu e hizo  milagros en ellos por  oír de la fe Jesús.
Estas amonestaciones de Pablo a los gálatas  son  también para nosotros, porque siempre hay la tentación a pensar que Dios requiere alguna obediencia nuestra para juntar a  la perfecta obediencia de Jesús. Por esto es necesario tener presente que  la sumisión de Jesús al Espíritu Santo en toda tentación, y más aún, su obediencia perfecta al sufrir azotes, la corana de espinas, y el ser clavado en la cruz, no cabe  ser completada por nuestra obediencia  manchada de pecado.

Gálatas 3: 6-9:

“(La fe de los gentiles) es semejante a la fe de Abraham, quien  tuvo fe en Dios, y la fe  le fue contada por justicia. Por esto, sepan que  los  de  esta  fe son hijos de Abraham.
Así que, la escritura,  previendo que de la fe  Dios declara justos a los gentiles, anticipo a Abraham las buenas nuevas: En ti serán benditas todas las naciones. Indicando así que los de la fe son bendecidos con Abraham, hombre de fe”

Abraham es el padre de las personas de fe porque oyó  atentamente y acepto  la promesa del  milagro que Dios haría en ellos para que tengan un hijo, un milagro necesario, porque él era anciano y su esposa estéril. Y  por esta fe,  Dios  aunó  la conducta de Abraham  con la conducta de su Hijo,  que sería hecha pública en la cruz.
Aquí hay que aclarar que el patriarca no entendió el alcance de esa promesa,  ya que  la redujo solo a Isaac, y posteriormente Dios revelo que la promesa  abarca tanto a Isaac como  al Mesías. Y algo parecido sucedió con los gálatas que escucharon de Pablo el relato de la conducta o historia de Jesús, pero no comprendieron que esa conducta es la única  conducta que Dios acepta, y que Dios cubre con ella, como con un manto a los que oyen con atención la historia de Jesús.
Analizando la experiencia de  los gálatas desde otro ángulo, se encuentra que el resultado de la fe de ellos fue que recibieron el Espíritu del Mesías. Ahora,  viendo esto a la luz de la historia de Abraham se encuentra que el derramamiento del Espíritu en ellos fue anticipado con las palabras que Dios le dijo al patriarca: En ti serán benditas todas las naciones. Por esto es importante tomar la fe de Abraham como el modelo para la fe de los gentiles.
Ahora, el Espíritu que recibieron los gálatas cuando oyeron atenta y receptivamente la historia de Jesús, es el mismo Espíritu por El que vivió , El que guio a Jesús,  venciendo toda tentación , además le llevo para derrotar con su obediencia a toda la rebelión humana, cuando  se sometió a la voluntad del Padre al morir crucificado.
En otras palabras el Espíritu que se recibe como fruto de oír con atención la historia de Jesús es el Espíritu que reproduce en las personas de fe, la conducta del Salvador.