1 de Juan 4:9
“En esto Dios mostro Su amor en nosotros: Que Dios ha enviado a Su Único Hijo
al mundo, para que vivamos por medio de El”
Dios Se hace evidente en los que prestan atención a la
historia del sacrificio de Jesús, al compartirles Su vida. Vida que perdió la
humanidad cuando Adán cayo. La vida de Dios que Jesús la comparte con los de la
fe, es diferente a nuestra vida mortal, que es para complacerse, porque la vida
de Dios es para el servicio abnegado.
1 de Juan
4:10 “En esto esta el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en
que El nos amo a nosotros y envió a su Hijo, la propiciación sobre nuestros
pecados”
El hombre no busca, ni ama a Dios, sino el Padre busca
al pecador para hacerle receptor de su amor misericordioso; El pidió a Su Hijo
que se haga pecado, es decir que reciba en Su cuerpo todos los pecados de la
humanidad, y quito del hombre lo que le hace rechazar y alejarse de Dios, para
que sea canal de Su misericordia.
1 de Juan
4:11 “Amados, si Dios así nos amó, también nosotros debemos amarnos unos a
otros”
La relación de Dios con el hombre descansa en Su amor
misericordioso, paciente, bondadoso tolerante, también en ese amor se asienta
la fe, es decir la historia de Jesús, particularmente la de Su sacrificio, por
estas razones el creyente está en la obligación de amar a su familia, a los que
lo rodeen con el amor divino.
1 de Juan
4:12 “Nadie ha visto a Dios, jamás, pero si nos amamos unos a otros, Dios
permanece en nosotros y su amor se ha perfeccionado en nosotros”
Dios es un Espíritu, por eso nadie ha visto a Dios,
por otro lado, Dios es amor activo, practico, de obras; es la fuente del amor
en el universo, así que cuando un creyente ama con obras, y no con palabras es
porque Dios está en él; entonces el amor esta completo, porque se inicio en
Dios y termino en una persona necesitada, por medio de un creyente.
1 de Juan
4:13 “En esto sabemos que permanecemos en El, y El en nosotros: en que nos ha dado
de Su Espíritu”
El Padre envió a Su Hijo para que se haga hombre, bajo
la ley, esto es sujeto a toda tentación, pero sin pecado, para que cargue los
pecados del hombre, es decir se haga pecado y sufra la sentencia de la ley,
como cabeza de la humanidad, y al mismo tiempo mate a los creyentes a la ley, les
de Su Espíritu, y les una a Si mismo, así termine su separación de Dios.
1 de Juan
4:14 “Y nosotros hemos mirado de cerca, y damos testimonio que el Padre envió
al Hijo para ser el Salvador del mundo”
Juan y los otros apóstoles fueron escogidos para ver
con detalle la vida y las enseñanzas de Jesús el Hijo de Dios, con el fin de
testificar de que Él es un personaje histórico enviado por el Padre, Cabeza de
la divinidad, al mundo para liberarlo del dominio del maligno, esto es de la
potestad de sus apatitos, y del mal.
1 de Juan
4:15 “Todo el que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en el y
el en Dios”
Reconocer o confesar que Jesús es el Hijo de Dios es
el resultado de inquirir respecto a Jesús, y encontrar que es Hijo de Dios,
nacido por obra del Espíritu que cobijo a María; Él fue enviado a este mundo
para librar, a todo el que Le preste atención, de la separación de Dios, y del
poder de los apetitos, y del mal