Los otros hermanos de Jesús, por ejemplo el que escribió la epístola de Santiago, en realidad eran hijos de José, quien enviudo de su primera esposa y se casó con María, pero José pronto murió, es decir Jesús no tenía hermanos, entonces Su mama no tuvo hijos que la mantengan, al morir su Hijo; por eso Jesús la confió a Juan para la acoja como a su propia madre, y viva con él.
Juan 19:28 “Después
de esto, Sabiendo Jesús que todo se había cumplido, y para que se realice la
escritura, dijo: Tengo sed”
Jesús repaso la misión del Padre
y constato que solo faltaba que le den vinagre a beber. Otro punto, en
la cruz sufría toda tentación humana, pero
le venció al tentador, a pesar que, como el Codero de Dios cargaba en si todos
los pecados de la humanidad. También sintió que su cuerpo no resistía mas, Sus
signos vitales le fallaban, por esto dijo tengo sed, estaba listo para morir.
Juan 19:29 “Había
allí una vasija llena de vino agrio, empaparon una esponja en el vino agrio y
la colocaron en una rama de Hisopo, y la
acercaron a Su boca”
El vino agrio era una bebida de los soldados romanos, que en
alguna ocasión la daban a los reos crucificados para aliviar en algo su agonía. Jesús como judío no acostumbraba a beberla, sin
embargo la bebió, cumpliendo la profecía mesiánica que dice: “En mi sed me
dieron a beber vinagre”
Juan 19:30 “Entonces
cuando Jesús tomo el vino agrio, dijo: ¡Consumado es! e inclinando la cabeza
entrego el espíritu”
Jesús no dijo consumado es con voz débil de un moribundo,
sino con una voz potente, de victoria, porque cumplió la voluntad del Padre, y
murió inocente inmaculado. Es decir, él estuvo en control de Su muerte, por eso murió a las tres de la tarde, la hora del sacrificio
vespertino en el templo. Así mismo, entrego Su vida, Su espíritu, voluntariamente,
o sea nadie Le quito.
Juan 19:31 “Entonces,
como era el día de la preparación, y a fin de que los cuerpos no permanezcan en
las cruces, en el día de reposo-ya que ese día de reposo era muy solemne- los
judíos le pidieron a Pilato que les quiebren las piernas y se los lleven”
El día anterior a la pascua era el de la preparación; por
otro lado, ese sábado era muy solemne, porque además era la pascua, y los
judíos, por su ley, celebraban la liberación del yugo egipcio. Los judíos no querían que sea opacada
esa pascua por los cuerpos de los condenados crucificados, por eso hicieron esa
petición a Pilato. De este hecho se aprende que el legalismo ciega
espiritualmente.
Juan 19:32,33 “Fueron
los soldados y quebraron las piernas del primero, también del otro que había sido crucificado
con Jesús, pero al llegar a Jesús vieron que estaba ya muerto, y no le
quebraron las piernas”
La petición a Pilato que ordene quebrar las piernas de los
crucificados parece indicar que los dirigentes judíos relacionaron al cordero que mataban en la
pascua con el Mesías. Es decir, su pedido
fue orientado a evitar que se cumpla en Jesús lo profetizado del Mesías, que dice que no debía ser roto ninguno de Sus
huesos. Pero los soldados, al ver muerto a Jesús, desistieron ejecutar la
orden.
Juan 19:34 “Pero uno
de los soldados le traspaso el costado con una lanza, y al momento le salió
agua y sangre”
Un soldado para asegurarse que Jesús era un cadáver le punzo al costado con una lanza, y de
inmediato salió por el orificio agua y sangre. El Señor perdió mucha sangre por
los azotes, también los espinos le hicieron sangrar por la cabeza, los pies y manos sangraron por los clavos, es
decir Jesús literalmente derramo su sangre y nos lavó de nuestras iniquidades y
pecados, y por sus heridas fuimos
sanados.