Jesús estaba muerto cuando el soldado le hirió con su lanza.
La sangre y el agua que salieron parecen indicar que el corazón del Salvador fallo,
exploto, por esto no solo salió sangre, como es común en una herida, sino linfa
separada de la sangre. El sufrimiento por la carga de pecados que llevo en su
cuerpo, junto con las heridas de los espinos en su frente, las llagas de los
azotes y la de los clavos en la manos y pies acabaron con Su vida. Su muerte es
la mayor muestra del amor del Padre a la humanidad.
Juan 20:14 “… se viro
hacia atrás, y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús”
María Magdalena entro en el sepulcro de Jesús, y al virarse
vio un hombre, pero no creía que era Jesús,
porque Su apariencia había cambiado, Sus facciones eran diferentes, aunque Su
voz era la misma, porque El resucito con la nueva naturaleza humana, inmortal,
tiene cuerpo físico, pero no sufre los procesos naturales del envejecimiento,
que ahora tenemos. El resucito como cabeza, y en garantía de la resurrección de
los que prestan atención a Su historia.
Juan 20:16 “Jesús le
dice a ella ¡María! Ella dándose la
vuelta le dice Rabouni (que quiere decir Maestro)
María Magdalena no reconoció
a Jesús resucitado por sus rasgos físicos, sino cuando la llamo por su nombre.
El Salvador conocía a María por su
nombre porque era su Pastor, y ella su oveja. Ella, otra vez, oyó Su voz,
cuando la saco de una vida corrupta, como el pastor halla a la oveja perdida, también,
ahora la llama por su nombre ce una de las personas perdonadas.
Juan 20:27 “Le dijo a
Tomas, acerca tu dedo aquí, mira mis manos, acerca tu mano y métela en Mi
costado; y no seas sin fe, más bien ten fe”
Jesús ayudo a Tomas para
que tenga fe en Su resurrección, haciéndole que palpe Sus heridas; que las conserva hasta ahora, a pesar que su
cuerpo tiene una naturaleza física perfecta. Después le amonesto para que tenga
como cierta la historia de Su resurrección. El Señor anhela que todos den crédito a Su historia para que la
salvación sea una realidad, de modo que todos
acepten el perdón de sus pecados, reciban el Espíritu de vida, y tengan la
seguridad de su resurrección.
Juan 20:29 “Le dice Jesús:
Tomas porque has visto tienes fe, felices los que no vieron y han tenido fe”
Tomas acepto que el personaje que veía era Jesús
resucitado, gracias a que constato las
heridas del Señor. Es decir, la historia de la resurrección de Jesús llego a su
mente por medio de los sentidos, o sea dependía de lo que tocaba, veía, etc.
Una fe así necesita el estímulo de los sentidos, que no hay siempre. Por esto
el Señor dijo que es feliz el que tiene Su historia en su mente, sin necesidad
del estímulo de los sentidos.
Juan 20:31 “Esto ha
sido escrito para que tengan fe que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, con el
de que al tener fe, tengan vida en su nombre”
El apóstol Juan revela que su evangelio lo escribió para dar
a conocer el origen, enseñanzas, milagros, sacrificio y la resurrección de Jesús,
de manera que estén seguros, los que lo
leen con atención, que Él es el Cristo prometido, el Dios encarnado, a fin de
que los que retiene en su mente esta, Su
historia, reciban el Espíritu de vida, o sea el Espíritu Santo.
Juan 20:22 “Y dijo
esto, y soplo y les dijo: ¡Reciban el Espíritu Santo!
El verbo griego traducido soplar, es el mismo que está en la versión griega de
Gen 2:7, cuando Dios soplo para darle a Adán vida física y
espiritual. Al caer Adán, inmediatamente, quedo sin la vida espiritual,
el Espíritu Santo, y posteriormente perdió la vida física. Por esto Jesús,
después de resucitar les restauro a Sus discípulos la vida espiritual que Adán
perdió. Pero Además, les bautizo en el Espíritu Santo, en Pentecostés