martes, 29 de mayo de 2018

301. El Evangelio del Amor.


1 de Juan 3:12 “No como Caín que era del Maligno, y asesino a su hermano. ¿Porque causa le mato? Porque sus obras eran malas y las de su hermano justas”

Caín quiso agradar a Dios, y le ofreció los mejores frutos de la tierra, Abel acepto que había heredado el pecado de su padre y estaba condenado, por esto ofreció a Dios un animal sacrificado, figura de Su Hijo. Caín no fue aceptado por Dios, Abel si, por esto Caín le odio, y mato a su hermano. Así mismo, habrá una persecución por esta causa.

1 de Juan 3:13 “No se asombren hermanos míos si el mundo les aborrece”

Igual que en los días de Abel, los que dependan de la historia de Jesús son acogidos por Dios, pero los que dependan de su piedad y obediencia, son rechazados; por esto, la humanidad estará dividida en dos grupos, los de la fe, el grupo de Dios; y los de la virtud propia, el grupo perseguidor del maligno.

1 de Juan 3:14” Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano permanece en la muerte”

Los humanos, por causa de la herencia de Adán, estamos muertos espirituales, es decir, no podemos amar; pero los que aman a los que les rodean, han resucitado espiritualmente, y esto ocurre porque han hecho suya la historia de Jesús, y el Padre, que es la fuente del amor, los ha acogido como hijos.

1 de Juan 3:15 “Porque, todo el que odia a su hermano es un asesino, y saben que ningún asesino tiene vida eterna permaneciendo en el”

Una persona está viva, si respira, de manera semejante, la señal de que alguien está vivo espiritualmente es que ama a las personas que le rodean. El Padre envió a Jesús, en primer término, para dar vida espiritual, o sea, para que los que hagan suya Su historia puedan amar, y después para darles vida física en la resurrección

1 de Juan 3:16 “En esto conocemos el amor, que El puso su vida por nosotros. También nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos”

Dios es amor, y nos hace participes de Su amor, esto es de Su divinidad, al reconocer, que del Padre nació el hecho que Jesús murió para darnos vida, es decir, murió para hacernos capaces de amar a los que también aceptan esta fe.

1 de Juan 3:17 “Pero el que posee bienes del mundo, ve a su hermano en necesidad, y cierra su compasión para él, ¿cómo podrá morar el amor de Dios en él?

El que reconoce que la muerte de Jesús es una verdad histórica, y tiene suficiente para su vida, sin embargo, al ver a una persona en necesidad no le ayuda; su dureza, e insensibilidad indican que él toma la historia de Jesús como simple información religiosa, y no como la historia originada en el amor del Padre a él.

1 de Juan 3:18 “Hijos míos no amemos de palabras, ni de lengua, sino con hechos y en verdad”

Si el aire no se renueva se vuelve impuro y el agua estancada se daña, así el amor que viene de Dios, para que sea señal de vida debe estar en movimiento, es decir, la paciencia, misericordia, tolerancia, bondad deben exteriorizarse en acciones, porque el amor verdadero, que nace de Dios no puede estancarse, o almacenarse.

300. El Evangelio del Amor.


1 de Juan 3:5 “Y ustedes saben que El se manifestó para cargar nuestros pecados, y en El no hay pecado”

El Padre envió a su Hijo porque la herencia de Adán le obliga al hombre a pecar, por eso el Eterno descargo en El todo el pecado de la humanidad, y fue avergonzado en la cruz, a pesar de que nunca peco; de este modo el Padre mostro su justicia, al lavarles a los de la fe en la sangre de Su Hijo, sin que confiesen sus pecados.

1 de Juan 3:6 “Todo el que permanece en El no peca, por eso todo el que peca no le ha visto, ni le ha conocido”

Se entiende este versículo desde dos enfoques, el uno, pecado es romper el mandamiento de la fe y del amor, y el otro, pecado es transgredir la ley. Entonces, el que permanece en El no rompe el mandamiento de la fe y del amor, y el que no le ha visto ni conocido, vive rompiendo la ley de los diez mandamientos.

1 de Juan 3:7” Hijos, que nadie les engañe. El que practica la justicia, es justo como Él es justo”

En el nuevo pacto hay que seguir la justicia de Jesús, en el pacto antiguo la justicia es obedecer la ley. La justicia de Jesús es Su vida que culmino con Su resurrección; se sigue Su justicia al aceptar Su historia, es decir al admitir que El freno al pecado, nos limpió del pecado al cargar el pecado del mundo, y nos mato a la ley, al morir.

1 de Juan 3:8 “El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha sido pecador desde el principio, para esto se manifestó el Hijo de Dios: para desatar las obras del diablo”

El capitulo siete de Romanos explica que el diablo usa los diez mandamientos para obligar a pecar, o sea, para esclavizar, por esto Jesús mato en su cuerpo a la ley a todo el que acepta Su historia, a fin de unirlo a Él, y de este modo de frutos para Dios, y ya no peque.

1 de Juan 3:9” Todo el que es nacido de Dios no practica el pecado, porque la semilla de Dios permanece en él, y no puede pecar porque es nacido de Dios”

Todo el que admite en sus pensamientos la historia de Jesús es nacido de Dios, porque al aceptar la historia de Jesús el Padre le da el Espíritu Santo, es decir le da Su semilla, y por eso no puede pecar, pero sufrirá el pecado, o sea, será tentado, pero no podrá pecar, gracias a la presencia del Espíritu Divino. 

1 de Juan 3:10” En esto son diferentes los hijos de Dios y los hijos del diablo. Todo el que no practica la justicia no es de Dios, tampoco el que no ama a su hermano”

Los que aceptan la historia de Jesús son hechos hijos de Dios; el ser hijos de Dios incluye, primero, ya no practicar la justicia de la ley, sino la justicia de Dios, es decir dejarse cobijar por la victoria del Hijo al pecado, aceptar que el Padre remitió nuestros pecados en el cuerpo de Su Hijo, admitir que nos mató a la ley en el cuerpo de Él, y esperar la vida eterna gracias a Su resurrección; y segundo amar al prójimo.

1 de Juan 3:11 “Porque este es el mensaje que oyeron desde el principio, para que nos amemos unos a otros”

La instrucción del apóstol Juan tuvo el fin de que los que acepten la historia de Jesús sepan que el propósito de Dios, al enviar a Su Hijo, es que ellos lleguen a ser partícipes de Su divinidad. En otras palabras, Dios es amor, los creyentes reciben su amor al aceptar la historia de Jesús, y son canales de su misericordia, compasión, tolerancia, bondad hacia los demás, y así es Enmanuel, Dios con nosotros.      

298. El Evangelio del Amor


1 de Juan 2:27 “En cuanto a ustedes, la unción que recibieron de Él, en ustedes permanece, y no tienen necesidad de que alguien les ensene, porque la unción les instruye acerca de todo, y es verdadera y no hay falsedad en ella; y como les ha instruido, permanezcan en El”

La unción que reciben los que aceptan la historia de Jesús crucificado es con el Espíritu Santo, no es con aceite, y es una unción permanente. El Espíritu les da el conocimiento, perseverancia, valentía, domino propio, bondad, amor fraterno y amor para que permanezcan en El, y den fruto.

1 de Juan 2:28 “Ahora hijos, permanezcan en El, para que cuando se manifieste tengamos seguridad, y no sintamos vergüenza de El en Su venida”

En la historia de Jesús se aprende que el Eterno espera frutos de los de la fe. Y la única manera de llevarlos es permaneciendo en Su historia, así al ser tentados, el Espíritu les recuerda que el Hijo freno el pecado en la mente, y si pecan, el Espíritu les recuerda que Jesús cargo sus pecados en Su cuerpo a la cruz, y si dudan de que están unidos a Él, el Espíritu les indica que murió, los mato a la ley, y los unió a Él, para que sean canales de Su amor por los hombres.

1 de Juan 2:29 “Si saben que el es justo, entonces conozcan que todo el que hace justicia es nacido de El”

Los que aceptan la historia del Hijo saben que El mostro la justicia del Padre, porque El al darnos la herencia de Adán puso en duda Su justicia; pero Jesús tomo nuestros pecados, y nos lavó, en su cuerpo, en la cruz; al morir nos desato de la ley, y nos libró de los pecados, y resucito, y cubrió con esta justicia, a los de la fe.

1 de Juan 3:1 “Miren que amor nos ha dado el Padre para que seamos llamados hijos de Dios. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a El” 

Los que aceptan la historia de Jesús para reemplazar a su historia son hechos hijos del Eterno, aunque inicialmente no valoren lo que eso significa, pero a medida que conocen al Padre aumenta su transcendencia de ser hijos del Altísimo, a pesar de que el mundo no los discierna, porque tampoco valoro a Su Hijo.

1 Juan 3:2 “Amados, ahora somos hijos de Dios, aunque no es aparente como seremos, pero sabemos que cuando Él se manifieste seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como es”

Espiritualmente, ahora, los de la fe son cubiertos por la conducta de Jesús, pero, no se sabe cómo serán físicamente, porque, ahora sus cuerpos caminan a la muerte, pero cuando Jesús se manifieste resucitara a los de la fe que han muerto, y transformará a los que estén vivos, y todos serán como Él es.

1 de Juan 3:3 “Y todo el que tiene esta esperanza en Él se purifica así mismo, como Él es puro”

La esperanza en ser hecho hijo de Dios, física y espiritualmente del que ha aceptado la historia de Jesús le hace entender que debe ser puro como Él es puro, y esto lo alcanza al recordar, cada vez que es tentado, que ha sido cubierto de la conducta de Jesús, porque El freno, en su mente cada pecado, y es inmaculado.

1 de Juan 3:4 “Y todo el que comete pecado, hace lo que es ilegal, y el pecado es lo ilegal”

En el antiguo pacto el pecado es transgredir la ley, en el nuevo pacto, es hacer lo contrario a la justicia de Dios, o sea, lo contrario a como Dios soluciono, en Jesús, el problema del hombre causado por la herencia de Adán. En otras palabras, en el nuevo pacto, el pecado es lo contrario a toda expresión del amor al prójimo.

298. El Evangelio del Amor.



Esos anticristos habían asistido a las reuniones de la congregación en la que ensenaba el apóstol, tal vez, se volvieron enemigos, porque no aceptaron su testimonio de la divinidad del Señor, o porque no creyeron que el Padre había remitido los pecados a su Hijo, incluidos los de ellos, quien los llevo a la cruz.

1 de Juan 2:20 “Y ustedes tienen la unción del Santo, y todos ustedes lo saben”

Juan les aseguro a los que escucharon con atención la historia de Jesús, especialmente la de Su sacrificio, que habían recibido el Espíritu Santo, además les dijo que sabían, que el Maestro interior ensenaba a cada uno de ellos la verdad, siendo esto un honor, como el de los profetas de la antigüedad.

1 de Juan 2:21 “No les he escrito porque no saben la verdad, sino porque la conocen, y porque ninguna mentira nace de la verdad”

El apóstol no escribió esta carta para dar a conocer la historia de Jesús, porque a quienes escribió ya habían aceptado a Jesús como la revelación del Padre, sino para afirmar que la mentira no nace de la verdad. Es decir, que los engaños de los anticristos no nacen del evangelio.

1 de Juan 2:22 “Quien es el mentiroso? Sino el que niega que Jesús es el Mesías, este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo”

El que niega que el Eterno envió a Su Hijo para que estando bajo la ley frene todo pecado, y culmine su vida inocente, también para que reciba los pecados de toda la humanidad, y los lave en su cuerpo en la cruz, así mismo, para que muera y mate a los creyentes a la ley, y finalmente para que resucite, ese es el anticristo”

1 de Juan 2:23 “Todo el que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre, y el que confiesa al Hijo, tiene también al Padre”

La victoria sobre el pecado y la muerte de la humanidad se realizó en Jesús, es decir, el Padre le dio esta misión a Su Hijo, pero, la salvación del hombre no fue iniciativa del Hijo, sino del Padre, por eso el que niega que Jesús es Hijo de Dios ungido para rescatar al hombre del pecado y la muerte, niega también al Padre.

1 de Juan 2:24 “Entonces, lo que ustedes oyeron al principio permanezca en ustedes, porque, si en ustedes permanece lo que oyeron al principio, también ustedes permanecerán en el Hijo y en el Padre”

En una ocasión Jesús dijo a sus discípulos, que permanezcan en El, porque sin El nada pueden hacer. Se permanece en El, si se retiene Su historia- su historia es lo que primero se acepta para empezar la amistad con El- También, al mantenerse en Su historia se permanece en el Padre, porque el Padre y el Hijo son UNO.

1 de Juan 2:25 “Y esta es la promesa que El nos hizo: la vida eterna”

No valoramos esta promesa, sino cuando enfrentamos la muerte, o cuando muere un ser amado. En realidad, la muerte es la repercusión final del pecado. Así que, la remisión de los pecados ejecutada en Su agonía en el Getsemaní no sería la solución al pecado, sin la promesa de la resurrección de 1 Tes. 4:13-17”

297. El Evangeliuo del Amor


1 de Juan 2:12 “Les escribo a ustedes, hijos, porque sus pecados, les han sido remitidos, por medio del nombre de El”

1 de Juan 2:12 “Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre”

El apóstol escribió esta carta porque fueron remitidos los pecados de sus lectores, ya que aceptaron la historia de Jesús en el Getsemaní. Otro punto, es que los pecados no son perdonados, sino que fueron remitidos por el Padre a Jesús, y El los llevo en su cuerpo a la cruz, por esto no es necesaria la confesión, sino la fe. (El verbo griego “afiemi” es remitir, no es perdonar)

1 Juan 2:13 “Les escribo a ustedes padres, porque conocen al que es desde el principio, les escribo a ustedes jóvenes, porque han vencido al malo, les escribo a ustedes niños, porque conocen al Padre”

1 de Juan 2:13 “Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre”

Conocer al Padre y vencer al maligno se complementan, y ambos nacen al aceptar la historia de Jesús, porque El freno todo pecado, y completo su misión siendo inmaculado, Jesús acepto cargar los pecados de la humanidad en su cuerpo; y al morir, nos mató a la ley. Así en Jesús, la justicia y el amor del Padre cobijan al creyente. 

1 de Juan 2:14 Les escribo a ustedes, padres, porque han conocido al que existe desde el principio, les escribo a ustedes jóvenes porque son fuertes, porque la palabra de Dios mora en ustedes, y han subyugado al maligno”  

Para el apóstol, la fe es retener la historia de Jesús en los pensamientos, y el fruto es la victoria sobre el maligno; porque el pecado, antes de convertirse en palabras o hechos, es pensamientos; en otras palabras, la victoria sobre el mal es cuando los pensamientos del mal son desplazados por pensamientos de la historia de Jesús.

1 de Juan 2:15 “No amen al mundo, ni a las cosas que están en el mundo, si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en el”

Dios es amor, y Dios, o sea Su amor es derramado por la misericordia, compasión, tolerancia, bondad de Jesús, especialmente en la cruz, y por los que han aceptado la historia de Jesús; por esto se ama a las personas, y no a las cosas del mundo, o a la forma como este está organizado.

1 de Juan 2:16 “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la arrogancia de la vida no son del Padre, sino que son del mundo”

Los que valoran la historia de Jesús son objeto de la misericordia, compasión, bondad, tolerancia del Padre, para que sean canales de Su amor a los que les rodean. Por otro lado, los de la fe son objeto del ataque del príncipe de este mundo que intenta bloquear al amor divino, con deseos descontrolados en ellos.

1 de Juan 2:17 “El mundo pasa y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”

El mundo es transitorio, se pueden ver sus cambios en ciudades y campos, así mismo las pasiones y placeres son de corta duración, en otras palabras, el presente es muy corto, pero el que obedece a Dios, los mandamientos del amor y la fe, aunque muera, vivirá para siempre.


El apóstol, al igual que muchos creyentes, a través de los siglos, anhelaban la visita de Jesús, para resucitar a los creyentes que dormían, y transformar a los de la fe que estuvieran vivos, por esto pensaba, que como habían aparecido varios diciendo que eran ungidos para dar la última revelación del Eterno, ya era el fin.  

domingo, 27 de mayo de 2018

296. El Evangelio del Amor.


1 Juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, el es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”

Esta carta fue escrita en griego, y el verbo perdonar, es traducido del verbo griego aphiemi=remitir, que en este versículo esta en pasado. Entonces la traducción de este versículo puede ser “Él es fiel y justo, porque antes de que confesemos nuestros pecados, el remitió nuestros pecados y nos limpio de toda maldad” Esta verdad ocurrió en el Getsemaní, y se completó cuando Jesús estaba crucificado.

1 Juan 1:10 “Si hemos dicho que no hemos pecado le hacemos mentiroso y Su palabra no está en nosotros”

1 de Juan 1:10 “Si decimos que no hemos pecado, le hacemos mentiroso, y Su palabra no está en nosotros”

Los judíos pensaban que no habían pecado, porque seguían la ley oral, que eran practicas inventadas por los maestros judíos, para evitar que rompieran los diez mandamientos. Por esto creían, que el anuncio de que Dios descargo los pecados de todos en Jesús, y los lavo en su cuerpo en la cruz, era mentira.

1 Juan 2:1 “Hijitos les escribo para que no pequen, y si alguien peca, intercesor tenemos ante el Padre a Jesús, el Mesías, el Justo”

1 Juan 2:1 “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis, y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”

El pecado que dice el apóstol es el pecado contra la fe, es decir contra la historia de Jesús; no es contra los diez mandamientos, porque Jesús al morir nos mato a los diez mandamientos. Y si alguien se aleja de la historia de Jesús, para prevalecer con su obediencia, acepte la misión de Jesús que intercede por el caído ante el Padre. 

1 Juan 2:2 “Y El es propiciatorio de nuestros pecados, no solo de los nuestros pecados, sino también de todo el mundo”

1 Juan 2:2 “Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”

La relación de Jesús con nuestros pecados es parecida al propiciatorio, o tapa del arca, en lugar santísimo, sobre la cual descansaba la presencia de Dios. Esta tapa de oro era cubierta con sangre el día de la expiación, día, que a su vez es figura de día en que Jesús recibió los pecados de la humanidad, y nos limpio en su cuerpo, con su sangre, en la cruz.

1 de Juan 2:2 “Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los del mundo entero”

El propiciatorio, o tapa del arca del lugar santísimo cubierta con sangre, en el día de la expiación, figura a Jesús en la cruz, quien llevo nuestros pecados en su cuerpo, nos limpió de ellos, uniéndonos con Dios, y terminando la separación de Dios de los que aceptan Su historia, separación que empezó cuando cayó Adán.

1 de Juan 2:3 “Y en esto sabemos que le conocemos, si guardamos sus mandamientos”

Conocer va mas allá de tener información, conocer es estar en comunión con Jesús. La unión con Jesús es una realidad cuando vivimos de lo que El alcanzo para nosotros en Su sacrificio, El venció, para nosotros, la herencia de Adán nos limpió de nuestros pecados, nos mató a la ley, y nos hizo canales de Su amor.

1 de Juan 2:4 “El que: dice yo le conozco, y no guarda Sus mandamientos es mentiroso, y la verdad no está en el”

1 de Juan 2:4 “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso y la verdad no está en el”

La relación íntima espiritual con Jesús es conocerle, es decir es el resultado de la fe obediente que acepta que Jesús venció la herencia de Adán, para cubrir al creyente, herencia que da origen a todo pecado; por esto el que dice que está en comunión con Jesús y todavía peca, la herencia de Adán todavía le domina 

295. El Evangelio del Amor

 1 de Juan 1:3 “Lo que hemos visto y lo que hemos escuchado les anunciamos para que ustedes tengan comunión con nosotros; pero en realidad nuestra comunión es con el Padre y con Su hijo, Jesús, el Mesías” 
1 de Juan 1:3 “Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros, y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo”
 


El propósito del testimonio de los testigos que Jesús escogió, los apóstoles, es para que, al oírlo, o al leerlo los que lo oigan, o lean sean unidos al Padre y a Jesús su Hijo. Es decir, prestar atención a la historia de Jesús y aceptarla une al creyente con la Divinidad, o sea, termina con la separación de Dios que empezó con la caída de Adán.

1 Juan 1:4 “Y esto les escribimos a ustedes, para que nuestro gozo sea completo”
1 Juan 1:4 “Estas cosas os escribimos, para que nuestro gozo sea cumplido”

Entonces, Juan escribió su evangelio, sus tres cartas, y el apocalipsis con el gozo que le dio compartir la salvación con los que escuchen su lectura, o los lean. En los escritos de Juan, y en los de los otros testigos de Jesús esta la historia de Jesús, y el que la recibe es cubierto de Su conducta, y queda unido al Padre y Su hijo.
1 Juan 1:5 “Y este es el mensaje que hemos oído fluyendo de Él, y les anunciamos a ustedes: Que Dios es luz, y en El no hay, en absoluto, oscuridad”

1 Juan 1:5 “Este es el mensaje que hemos oído de Él, y les anunciamos: Dios es luz y no hay ningunas tinieblas en El”
 
Juan y los otros apóstoles fueron testigos de que de Jesús solo emanaba la luz de Dios, y esto lo dieron a conocer, y lo dejaron registrado en lo que escribieron. La luz de Dios es Su misericordia, compasión, tolerancia, bondad, perdón, sabiduría, en una palabra, es el amor abnegado que derramo Jesús en lo que hizo y dijo.

1 Juan 1:6 “Si decimos que tenemos comunión con El, pero caminamos en tinieblas, entonces mentimos y no practicamos la verdad”

1 Juan 1:6 “Si decimos que tenemos comunión con El, y andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad”

En la historia de Jesús brilla la luz del Padre, y si hemos aceptado Su historia esta reemplaza nuestra historia espiritual, entonces estamos en comunión con El, y Su amor, esto es Su misericordia nos cubre, pero si no hemos aceptado la historia de Jesús, todavía estamos en la oscuridad y la herencia de Adán nos domina.

 

 

 

1 de Juan 1:7 “Pero si andamos en la luz, como El esta en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, el Mesías, Su Hijo, nos limpia de todo pecado”

1 de Juan 1:7 “Pero si andamos en luz, como El esta en luz tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo Su Hijo nos limpia de todo pecado”

El que da importancia al sacrificio de Jesús en la cruz, es iluminado al comprender que Dios lo ama con Su amor infinito, y empieza a amar a los que tienen esta fe. Esto es estar en la luz. Simultáneamente, aprende que el sacrificio de Jesús, esto es Su sangre, lo limpia de toda maldad.

1 de Juan 1:8 “Si decimos que no tenemos pecado, nos salimos del camino, y la verdad no está en nosotros”

1 de Juan 1:8 “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros”

Recordemos que pecado es la herencia que todo humano recibe de Adán, esta herencia termina solo con la muerte; también pecado es la ruptura de la ley del Sinaí. Por otro lado, los que han aceptado la historia de Jesús, en la cruz, fueron limpiados en Su cuerpo de las rupturas a la ley, pero no de la herencia de Adán.   

1 de Juan 1:9 “Él es fiel y justo, porque antes que confesemos nuestros pecados, El remitió nuestros pecados y nos limpió de toda maldad”

1 de Juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, el es fiel y justo para perdonar nuestros y limpiarnos de toda maldad”

Este versículo contradice la realidad de Isaías 53:6, Juan 1:29, 1 Pedro 2:24, que afirman que el Padre descargo los pecados de la humanidad EN Jesús, antes que alguien los haya confesado. Por otro lado, una traducción de este versículo dice: El es fiel y justo, porque antes que confesemos nuestros pecados, el remitió nuestros pecados y nos limpio de toda maldad”        

294. El Evangelio del Amor

 
2 Pedro 3:14 “Por esto amados, ustedes que viven esperando, esfuércense para ser hallados en El sin mancha, irreprensibles y en paz”
2 Pedro 3:14 “Por los cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por el sin mancha e irreprensibles, en paz”

El problema del hombre es el pecado que heredo de Adán, porque lo separa de Dios y le causa la muerte. Entonces, el pecado y la muerte son el problema de hombre; y la solución es el perdón y la resurrección. Por otro lado, la manera de esperar la resurrección es depender para todo de la historia de Jesús, especialmente en la cruz, y no es esforzarse para ser irreprensible lejos, independiente de Jesús.

2 Pedro 3:15 “Y la tolerancia a ustedes de nuestro Señor les guía para salvación, como nuestro amado hermano Pablo les escribió, según la sabiduría que le fue dada”
2 Pedro 3:15 “Tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación, como también nuestro amado Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito”

Dios es tolerante con la humanidad, las paginas de la Biblia relatan Su paciencia con el pueblo de Israel; Jesús mostro el extremo de la tolerancia divina, especialmente, en su juicio y crucifixión. Ahora, obra con tolerancia, al derramar bendiciones a los hombres, a pesar de que niegan hasta su existencia. El apóstol nos indica que con Paciencia nos guía al sacrifico de Jesús, es decir a nuestra salvación.

2 Pedro 3:16 “Como en todas sus cartas hablando en ellas acerca de esto, pero en todas ellas hay enseñanzas difíciles de entender, que algunos ignorantes e inestables las tuercen, como al resto de las escrituras para su propia destrucción”
2 Pedro 3:16 “Casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas, entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes las tuercen, como también las otras escrituras para su propia perdición”

En los días de Pedro, muchos que aceptaron que Jesús es el Mesías prometido, no entendieron las cartas de Pablo, por eso las dieron un significado equivocado. Eso también ocurre ahora, por ejemplo, los capítulos 7 de Romanos, 3 de Gálatas nos son entendidos cuando no se identifican las diferencias profundas entre el pacto antiguo, y el pacto nuevo, que se estableció con la muerte del Señor.

2 Pedro 3:17 “Por lo tanto, amados, conociendo esto estén en guardia, para que no sean desviados por impíos y llevados, caigan de su propia fidelidad”
2 Pedro 3:17 “Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que, arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza”

Pedro denuncio que algunos escritos de Pablo eran mal entendidos; por eso les advirtió a los creyentes que estén en guardia contra esas enseñanzas. Algunos de los errores son, que los 10 mandamientos son para obedecerlos, a pesar de que Pablo ensena que los mandamientos unen al pecado, y que Jesús al morir mato a los creyentes a la ley, en su cuerpo, para que puedan unirse a Él, y Él sea la cabeza de ellos

2 Pedro 3:18 “Y crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor, y salvador Jesús, el Mesías, a él sea la gloria, ahora, y hasta el día de la eternidad. Amen”
2 Pedro 3:18 “Antes bien, creced en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A el sea la gloria, ahora, y hasta el día de la eternidad. Amen”

La obra de Jesús relatada en los evangelios, y en otras partes de la biblia, habla de Su fe, viva, obediente a la misión que el Padre le confió. Nuestra fe nace al prestar atención a Su historia, por esto debe crecer, o sea comprender más la misión de Jesús; a su vez esta fe nos abre la entrada a la obra diaria del Padre, para que caminemos según su voluntad, es decir nos hace entrar en la gracia.

1 Juan 1:1 “Lo que existía, del cual salió el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos mirado de cerca, lo que nuestras manos tocaron acerca de la Palabra de vida”
1 Juan 1:1 “Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que he nosotros hemos contemplado, y palparon nuestras manos, tocante al Verbo de vida”

Antes del principio era la eterna Palabra de vida; y el Verbo creador estuvo en este mundo, Juan y los otros apóstoles relataron como Sus testigos, lo que vivieron por tres años, oyeron sus enseñanzas, le vieron en persona; tocaron al que hablo a Abraham, Moisés y a los profetas. Conocieron físicamente al que murió y resucito, y que todavía ahora habla, e instruye y salva con las palabras de la biblia.

1 Juan 1:2 “Y la vida se hizo aparente a nosotros, y la hemos contemplado, y testificamos y la anunciamos a ustedes que la vida eterna que estaba con el Padre, fue manifestada a nosotros”
1 Juan 1:2 “Porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó”

Jesús, la Palabra encarnada es la manifestación de la vida; Su vida es el origen y la fuente inagotable de toda existencia. La vida fue exteriorizada en El, y fue vista en El por Juan y sus compañeros. Por otro lado, vivimos en un mundo de pecado, enfermedad y muerte, por esto llama tanto la atención que, en este mundo de muerte, la vida fuera vista, y aun ahora es manifestada en la historia de Jesús.