domingo, 26 de junio de 2011

42. La Carta a los Hebreos. Cap. 9 u.p.

Hebreos 9:15 “ Y por esto El es el mediador del nuevo pacto, de manera que su muerte fue también para la redención de las transgresiones bajo el primer pacto, con el fin de que los que han sido llamados reciban las promesas de la herencia eterna.”

Los pecados de los del pacto de Moisés eran llevados en la sangre o en la carne del animal sacrificado al lugar Santo, esta redención figuraba la redención verdadera por la muerte de Yeshua. O sea, los israelitas que se acercaron al templo con un animal para sacrificarlo fueron rescatados simbólicamente de sus pecados, hasta su redención real que ocurrió cuando Yeshua murió, y así fueron habilitados para recibir las ofertas de la herencia eterna.

Hebreos 9:16, 17 “Porque un pacto es necesario llevarlo hasta la muerte del que pacto. Porque un pacto es valido hasta la muerte, puesto que no se pone en vigor mientras viva el pactante”

La palabra griega diathexe significa pacto, no bastante, en estos dos versículos, algunas versiones la traducen testamento.

Por otro lado, primero hay que indicar que de las dos partes que hicieron el llamado pacto mosaico, la parte que fallo debe morir, es decir el pueblo debe morir porque rompió el pacto al no poder obedecer la ley. Segundo, hay que señalar que por esta sentencia Yeshua, muere porque es el representante del pueblo. Y así una vez cumplido este fallo, termina la vigencia del primer pacto.

Hebreos 9:18-22 “Por lo tanto, ni el primer pacto se inauguro sin sangre, porque cuando Moisés termino de decir todos los mandamientos a todo el pueblo, tomo la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo y roció el libro y a todo el pueblo, diciendo: esta es la sangre del pacto que Dios les ordeno. Posteriormente, roció con sangre el tabernáculo y todos los u tensillos para los ritos. Porque según la ley casi todo es purificado en sangre. Ya que sin derramamiento de sangre no hay remisión”

En este pasaje se ve que en el mismo origen del primer pacto se enseña que todo lo humano y las cosas que tocan los humanos están contaminados por la semilla de Satanás, por lo tanto necesitan purificación. La sangre derramada de animales inocentes los purifica figuradamente. Por esto, al principiar el primer pacto, Moisés tomo la sangre de los animales que sacrificaron y la esparció sobre el pueblo, sobre el libro de la ley y sobre todas las cosas usadas en los ritos del templo. En otras palabras, la muerte de animales inocentes cubriendo al pueblo enseña que la limpieza verdadera de las manchas de los pecados y la remisión de estos solo se alcanzaron con la muerte de Yeshua.

Hebreos 9:23-26 “Si fue necesario que las cosas que son ejemplo de las de los cielos fueran así purificadas con sangre, cuanto mas las mismas cosas celestiales sean purificadas con un sacrificio superior a estos. Porque Cristo no entro en el lugar Santo construido por humanos, figura del verdadero, al contrario, entro en el mismo cielo, para aparecer en lugar nuestro, ante la presencia de Dios. Y no entro a fin de ofrecerse muchas veces, tal como el Sumo Sacerdote entra una vez cada año llevando la sangre de otros. Si este fuera el caso, le hubiera sido necesario sufrir muchas veces desde la fundación del mundo, al contrario ahora, se ha manifestado una sola vez en el cumplimiento del tiempo, para rechazar el pecado gracias al sacrificio de si mismo.”

La limpieza simbólica con sangre de la simiente de Satanás y de sus frutos: los pecados, tanto en pueblo del primer pacto como de las cosas del templo de ese pacto, son solo para indicar que es necesario también limpiar las realidades del cielo con la sangre de Yeshua. Para esto, El se presento en reemplazo nuestro en el templo del cielo, ante Dios Padre. O sea que gracias a su sacrificio entro ante el Padre cuando ascendió al cielo para repudiar el pecado, la semilla del diablo, y limpiar nuestras la conciencia de las manchas de los pecados, en cada uno de nosotros, porque entro al Santísimo representándonos.

Aquí precisa una aclaración adicional: Cristo no entro en el templo del cielo para ofrecerse muchas veces, o sea, no entro para repetir su sacrificio, como hacían en el primer pacto, o como hacen ahora al celebrar la Misa. Porque su sacrificio en la cruz fue perfecto y alcanzo tres objetivos: 1. La redención de las transgresiones de los israelitas que se acercaron a Dios con un animal para sacrificarlo. 2. La purificación mediante su sangre, o sea la remisión de todos los pecados de los creyentes. 3. El rechazo del pecado, es decir, participarles a los fieles Su enemistad a la simiente de Satanás, tal como se promete en Génesis 3:15.

Hebreos 9:27-28 “Y así como se espera que los hombres mueran una sola vez y después el juicio, también Cristo se ofreció (murió) una sola vez, llevando los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin pecado, para salvación de los que le esperan”

El decreto que todo hombre debe morir una sola vez esta vigente, igualmente el que el hombre debe ser juzgado después de su muerte. Por lo tanto, Yeshua murió como hombre una sola vez. Pero a diferencia de la muerte del resto de hombres, la suya sirvió para remitir los pecados de muchos. Pero, para comprender mejor el alcance de su muerte, hay que recordar que la mente humana sufrió un daño irreversible cuando Adán cayó. Dicho en otra forma, ese daño solo termina con la muerte, por esta razón Yeshua se encarno y llevo esta corrupción, pero sin pecar, y murió en la cruz para terminar con esta. Por lo tanto, aparecerá por segunda vez sin pecado, o sea libre de ese daño, para salvar a los que le esperan.

lunes, 20 de junio de 2011

41. La Carta a los Hebreos, Cap.9pp.

Hebreos 9:1-5 “En realidad, aun el primer pacto tenia reglas del culto y el santuario terrenal. En el santuario había un tabernáculo preparado en la primera parte, en el cual estaban: un candelabro, la mesa y los panes consagrados, esta parte era llamada Lugar Santo, también había una cortina, y detrás de esta había otro tabernáculo llamado el Lugar Santísimo, el cual tenia el altar de oro del incienso y el arca del pacto recubierta de oro, dentro de la cual estaba una urna de oro que contenía el mana, la vara de Aarón que retoño y las tablas del pacto. Además, sobre el arca estaban los querubines de gloria que daban sombra a su cubierta. Pero respecto de estas cosas no se puede hablar ahora con profundidad.”

En el pacto mosaico, el santuario era el del desierto, porque ese era la copia del modelo que Dios le enseño a Moisés. Además, el templo del éxodo y de los primeros siglos en la tierra prometida estaba mejor diseñado y era mas sencillo, por lo tanto era mas fácil para enseñar con precisión la obra de Dios en la salvación de Israel.

Hebreos 9:6-10 “Dispuesto esto así, los sacerdotes entran continuamente al primer tabernáculo para oficiar el culto, pero en el segundo tabernáculo, solo el sumo sacerdote entra una vez al año, no sin llevar sangre, se acerca y la ofrece por si mismo y por los pecados del pueblo cometidos por ignorancia. Con este rito el Espíritu Santo explica que el camino al Santísimo no era evidente mientras el primer tabernáculo sea tenido como vigente. Además, este rito es un símbolo del tiempo presente, en el cual se acercan con dones y sacrificios que no pueden hacer perfecta la conciencia del que practica este culto, porque son comidas, bebidas, varios lavados y reglas carnales todos temporales, y sirven hasta que llegue el tiempo de corregir todo esto.”

Le reitero que el templo y sus ritos eran herramientas para enseñar el trabajo de Dios para la salvación. Así mismo, es necesario tener en cuenta que el objetivo de la salvación es traer al israelita a la relación con Dios, esto se ilustra cuando el sumo sacerdote entra al lugar santísimo una vez por año. Por otra parte, antes de consumar y mantener la relación con Dios era necesario perfeccionar la conciencia del hombre, algo que no se alcanza con los ritos del templo del primer pacto. Sin embargo, al meditar en el templo, en los sacrificios, en el oficio de los sacerdotes y en los pormenores del primer pacto podemos entender el efecto de la muerte, y de las tareas de Yeshua como sumo sacerdote en el propósito salvador del Padre.

Hebreos 9: 11-14 “Pero Cristo, Sumo Sacerdote de lo bueno que se espera, estando presente en un tabernáculo mayor y perfecto, no construido por humanos, o sea, no de esta creación. No por medio de la sangre de machos cabríos, ni becerros, sino por medio de su propia sangre, entro una vez para siempre al lugar santísimo, y hallo redención eterna. Ahora bien, si la sangre de toros, de machos cabríos, y la ceniza de la becerra rociada sobre los impuros, purifican para limpiar la carne, cuanto mas la sangre de Cristo, quien por medio del Espíritu eterno se ofreció a si mismo, sin mancha, limpiara la conciencia de Uds. de las obras muertas, para servir al Dios vivo.”

Es un hecho digno de meditar y valorar el que Yeshua este en el lugar Santísimo del templo celestial, al cual entro gracias a su muerte. Allí encontró que el Padre acepto su sacrificio como el precio que pago para librar a la raza humana del poder de Satanás. En otras palabras, desde que Yeshua murió el hombre esta redimido, y como resultado de la redención puede oír, aceptar y vivir las palabras de Evangelio de la salvación. Por otra parte, lo que los sacrificios del Antiguo Testamento no lograron, la sangre de Yeshua lo alcanzo, es decir habilito al hombre para que sirva a Dios. Dicho en otra forma, el hombre puede servir a Dios solo cuando su conciencia esta limpia, gracias a la muerte de Yeshua.

Ahora es forzoso saber que es la conciencia. Aunque el Antiguo Testamento no tiene una palabra para conciencia, sin embargo esta muy bien descrita en varios de sus pasajes, por ejemplo, Sal 139:1-6 “Porque tu me ha escudriñado y conocido, Tu conoces mi sentarme y mi levantarme, desde lejos comprendes mis pensamientos…conoces todos mis caminos. Aun antes que haya palabra en mi boca, he aquí, Oh Yahweh, tu ya la sabes toda…Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mi, es muy elevado, no lo puedo alcanzar por mi mismo…” Jeremías 17: 9-10 “Mas engañoso que todo es el corazón, y no tiene remedio. ¿Quien lo conocerá? Yo Yahweh escudriño el corazón y pruebo los pensamientos...” Salmo 51:3, 4,10“Porque yo reconozco mis transgresiones y mi pecado esta siempre delante de mi. Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos, de manera que eres muy justo cuando hablas y sin reproche cuando juzgas…Crea en mi un corazón limpio” Isaías 30:21 “Oye y escucha detrás de ti una palabra que dice: este es el camino, andad en el, para que vayas sea a la derecha o a la izquierda.” Del Salmo 139 y Jeremías 17 se aprende que solo Dios conoce todo del hombre. Del Salmo 51 se entiende que únicamente al reflexionar sobre pensamientos y conducta, entonces Dios revela la naturaleza de estos. Y de Isaías 30 se sabe que el Espíritu Santo habla con voz suave guiando la conducta. Resumiendo, la conciencia es la parte del corazón donde Dios habla al que reflexiona, para indicarle como es y cual es el camino que debe seguir. En el Nuevo Testamento, también la conciencia, es la capacidad de recibir la explicación divina de nuestros actos, intensiones, por medio de la ley escrita en el corazón. Por ejemplo Rom. 2:15 “Ya que muestran la obra de la ley escrita en sus corazones, y su conciencia da testimonio con pensamientos que unas veces los acusan y otras los defienden”

Pero, antes de servir a Dios, la sangre de Yeshua debe limpiar nuestra conciencia de las obras muertas. La conciencia se hace impura cuando se intenta obedecer a Dios sin haber sido frenada la naturaleza carnal. En otras palabras, lo que mancha la conciencia es el fracaso en obedecer la ley de Dios, porque no se tiene en cuenta que ley fue dada para que señale a la conciencia nuestras fallas. Por otro lado, cuando la conciencia esta manchada, en lugar de oír la voz de Dios, recepta la voz de Satanás que aprueba todos los actos y pensamientos contrarios a la voluntad de Dios. Pero una vez que la conciencia esta limpia, gracias a la muerte del Mesías, puede reflexionar y oír la voz de Dios, entonces el hombre es capaz de servir a Dios.

lunes, 13 de junio de 2011

40. La carta a los Hebreo, Cap. 8

Hebreos 8:1-2 “Mas aun lo principal de lo que se ha dicho es: Tenemos tal Sumo Sacerdote que se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, como siervo del Santuario y del verdadero tabernáculo, que no levanto el hombre sino el Señor”

Yeshua se sentó junto a Dios en su trono, y oficia en el Santuario del Cielo, que es su morada, cuyo arquitecto y constructor es Dios. En otras palabras, esta junto al soberano del universo, como nuestro intercesor. La posición sentado indica que ya no tiene mas que hacer porque  termino toda su obra para salvar a todos los que vienen al Padre por medio de el, esto es les cubrió con su muerte, y les perfecciono en el.

Hebreos 8:3-6 pp. “Todo Sumo Sacerdote se acerca a Dios con ofrendas y sacrificios, por esta razón es necesario que el tenga algo con que acercarse. Por otro lado, si el estuviera en la tierra ni siquiera seria sacerdote, porque hay sacerdotes que se acercan a Dios con los sacrificios que manda la ley. Estos sacerdotes sirven a lo es una copia y sombra de lo celestial. Por esto, Moisés fue advertido por Dios, cuando estaba a punto de levantar el tabernáculo, le dijo: Haz todo según el modelo que te mostré en el monte. Al contrario, ahora el ha alcanzado su meta, esto es el oficio excelso (S.Sacerdote)”

Yeshua vino al Padre, porque logro su objetivo, esto es: ser Sumo Sacerdote presentándole su sacrificio y toda su vida de obediencia como ofrenda. Ahora es preciso recalcar que Yeshua oficia en el templo del cielo, al contrario si fuera en el de la tierra, no pudiera servir, porque en el templo terrenal hay sacerdotes que vienen con sacrificios y ofrendas según la ley de Moisés. Además, hay una inmensa diferencia entre el santuario de la tierra y el del cielo, porque el tabernáculo terrestre era tan solo una copia de un modelo del templo del cielo, por esta razón era su sombra. En este sentido, era como Adán antes de caer, al compararlo con Dios. Ahora, La sombra es la proyección de una luz al incidir en un cuerpo, o sea la sombra es el dibujo aproximado del cuerpo, pero en caso que se retire la luz la sombra desaparece, es decir, ya no indica como es el cuerpo. Esto ocurrió cuando se rasgo el velo del templo terrenal en la muerte de Yeshua, fue como si Dios cambiara la dirección de su luz, enfocándola en el santuario del cielo, retirándola del de la tierra.

Hebreos 8: 6-9 “…Y además es mediador de un pacto mejor, legislado sobre mejores promesas. Ahora bien, si el primer pacto hubiera sido sin defecto, no se hubiera buscado lugar para el segundo pacto. Porque reprochándoles, les dice: Mirad que vienen días, dice el Señor, en que completare un pacto nuevo sobre la casa de Israel y sobre la casa de Judá. No según el pacto que hice con sus padres, el día que les tome de la mano para sacarles de la tierra de Egipto; pero no permanecieron en mi pacto por eso yo me despreocupe de ellos, dice el Señor.”

Moisés fue el mediador del primer pacto, esto es recibió la ley y les leyó a los israelita, luego cuando decidieron obedecerla, celebraron, con la sangre de los animales sacrificados, un convenio con Dios. Por una parte, en ese convenio o pacto, Dios se comprometió con su vida (representada por la sangre de los animales sacrificados) a tener a Israel como su tesoro especial, además, hacerles un reino de sacerdotes y una nación santa, por otra parte, el pueblo se obligó a obedecer la ley de Dios. El pacto Mosaico fallo, no porque Dios no pudo cumplir lo pactado, o la ley tenia defectos, sino por causa de la incapacidad de los israelitas para obedecer a Dios. Por esto, Dios implemento un segundo pacto, remediando la falla del primero, esto es la rebeldía de Israel contra Dios. Yeshua es mediador del segundo pacto, y semejante a Moisés, intercede por su pueblo ante Dios y a su vez les da la ley. Pero adicionalmente, como mediador soluciona el problema de la desobediencia humana, obedeciendo perfectamente la voluntad del Padre, en representación del pueblo de Israel.

Hebreos 8: 10-12 “Este es pacto que yo pactare con la casa de Israel, después de esos días, dice el Señor: Daré mis leyes en la mente de ellos y sobre su corazón las escribiré y seré en ellos su Dios y ellos serán mi pueblo. Y ninguno de ellos enseñara a su conciudadano, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor. Porque todos me conocerán desde el menor hasta el mayor de ellos, puesto que, seré misericordioso de sus injusticias, así mismo, ya no me acordare mas de sus pecados ni de sus ilegalidades.”

En el pacto nuevo Dios no excluye a Israel para incluir a la iglesia, como algunos equivocadamente pudieran pensar, mas bien lo celebra con el mismo pueblo del primer pacto. Pero aclaro que en el convenio nuevo, introduce los cambios necesarios para que sea sin defecto. Ahora si, le explico el rol de Yeshua como mediador de este pacto: primero, le reitero que el primer pacto falla por la incapacidad de los israelitas para obedecer a Dios. Segundo, Yeshua muere en la cruz para destruir al hombre desobediente, y resucita con una nueva humanidad, obediente, sin rebeldía a Dios. Tercero, la obra mediadora de Yeshua, en el nuevo pacto incluye el cubrir y participar de su muerte y de su vida nueva a los que vienen por su medio a Dios, en el templo del cielo. Cuarto, escribe sus leyes en cada uno de ellos. Y de esta forma el objetivo del pacto nuevo se logra, que es el conocerle, o sea, la relación intima de Dios con el creyente. Además, estos tienen cubiertos sus pecados, injusticias e ilegalidades por la sangre del Sumo Pontífice, del mediador Yeshua.

Hebreos 8:13 “Y tocante a lo que dijo: Un nuevo (renovado) le hizo obsoleto al primero, mas aun, lo obsoleto es viejo y esta listo para desaparecer.”

Este último versículo descubre el error de insistir en obedecer los mandatos de Dios, cuando el mismo Dios declaro anticuado al primer pacto, por que los Israelitas no pudieron acatar Su voluntad. La obediencia humana siempre fracasa. Por lo tanto, vamos a Dios por medio del Sumo Sacerdote Yeshua, cubiertos con su sacrificio, para ser beneficiarios del nuevo pacto, y así vivir de la perfecta obediencia de El,

viernes, 3 de junio de 2011

39. La Carta a los Hebreos, Cap. 7

Hebreos 7:11 “Ciertamente si se consigue el objetivo, o sea se alcanza la perfección por medio del sacerdocio levítico (porque con este objetivo se dio la ley al pueblo), ¿Qué necesidad había de levantar otro sacerdote, sucesor de Melquisedec, sino que simplemente designe un sucesor según el orden de Aaron?”

El punto que resalta, es que Dios designa fuera de la tribu de Levi otro sumo sacerdote, para poder alcanzar la perfección de los creyentes. En otras palabras, solo el sumo sacerdote puede santificar completamente, por esto debe ser capaz de lograr la salvación del creyente.
Hebreos 7:12 “Porque si se cambia o transfiere el sacerdocio, es necesario cambiar la ley”

La ley aquí es la ley del sacerdocio que esta en Exo 28 y 29, Lev 8. No se refiere a los 10 mandamientos, como algunos pueden pensar. O sea, Dios al pasar el sacerdocio de la familia de Aaron a Yeshua cambia la ley sobre los sacerdotes.

Hebreos 7:13-18 “Porque de quien se dice que recibió el sacerdocio pertenece a otra tribu, de la cual nadie ha servido en el altar. Porque es evidente que nuestro Señor desciende de Judá, y Moisés no dijo nada de esa tribu tocante a los sacerdotes. Y aumenta la evidencia, si un sucesor de Melquisedec se levanta como sacerdote. Quien no llega a estar bajo el mandamiento de una ley carnal, sino bajo el poder de una vida sin fin. Porque se testifica de el diciendo: Tú eres sacerdote para siempre, sucesor de Melquisedec. Así se confirma que se cancela el mandamiento sobre los sacerdotes en la ley de Moisés, porque es débil y sin utilidad”

La ley de Moisés especifica que los sacerdotes vienen de la tribu de Levi, de la famita de Aaron, por el contrario Yeshua no es de la familia de Aaron sino de la tribu de Judá, por lo tanto, si la ley de Moisés queda vigente, Yeshua no puede ser sacerdote. Pero cuando Dios anticipa que un sucesor de Melquisedec será el Sumo Sacerdote, al mismo tiempo adelanta que invalidara la ley de Moisés sobre los sacerdotes. Además, el poder del sumo Sacerdote Yeshua para salvar no se deriva de la ley sino de su inmortalidad. La inmortalidad la alcanzo gracias a su sumisión a la voluntad del Padre. Algo mas en esta línea, la razón fundamental por la que Dios anula el mandamiento sobre los sacerdotes descendientes de Aaron es porque no perfecciona a los creyentes.

Hebreos 7:19-21 “Debido a que la ley nada hace perfecto, Dios trae una esperanza mas sólida, por medio de la cual nos acercamos a El. Y no fue sin juramento (el nuevo sacerdocio, la esperanza más sólida). Pues en verdad, ellos llegaron a ser sacerdotes sin juramento, más Yeshua con juramento. De el se dijo: El Señor le ha jurado y no le pesara: Tu eres sacerdote para siempre, eres sucesor de Melquisedec”

La ley no acerca a nadie a Dios, solo es un instrumento para ensenar la manera que los hombres pueden acercarse a Dios, y esto es mediante el sacrificio de su Hijo, en el templo del cielo, y por el sacerdocio de El. La perfección que Dios quiere es que el pecador llegue a el, pero las leyes sobre el sacerdocio, el templo y los sacrificio no pueden cumplir este objetivo divino, por esto Dios cambio el sacerdocio, el templo y el sacrificio, por sacerdocio de Yeshua, el sacrificio de Yeshua y el templo del cielo . La esperanza mas sólida se refiere al sacerdocio de Yeshua en el templo del cielo. Por otro lado, el juramento divino que confirma el sacerdocio eterno de Yeshua, no hubo para los sacerdotes de la ley de Moisés.

Además, recuerde que esta carta es para los judíos que aceptaron a Yeshua como Mesías, para quienes todavía los sacerdotes, los sacrificios y el templo de Jerusalén tenían una importancia enorme. Por otro lado, para nosotros los gentiles, estas instrucciones son invalorables porque nos enseñan que el actor principal de nuestra salvación, vale decir, acercarnos al Padre, es Yeshua, Sumo Pontífice que oficia en el templo del cielo, quien presenta su sacrificio en nuestro beneficio.

Hebreos 7:22 “Yeshua llega a ser el garante de un pacto mucho mas fuerte”

Yeshua nos asegura el pacto nuevo, porque, los requerimientos del nuevo pacto o convenio ya los cumplió el por nosotros.

Hebreos 7:23-26 “Los sacerdotes de la tribu de Levi eran numerosos, porque la muerte les impedía continuar. Pero Yeshua tiene el sacerdocio intransferible puesto que el es inmortal. Por esta causa, puede salvar totalmente a los que se acercan a Dios por medio de el, porque vive siempre para interceder por ellos; porque tenemos este Sumo Pontífice, santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores, que llego a estar mas alto que los cielos”

Los sacerdotes de la ley de Moisés eran mortales por lo tanto eran reemplazados a su muerte, esta es la razón por la que hubo muchos sacerdotes. Pero Yeshua tiene la vida eterna, y su sacerdocio no puede pasar a otro, por esto puede empezar y completar la salvación de todo el que viene a Dios por medio de El. Adicionalmente, a diferencia de los sacerdotes de la ley, Yeshua es inocente, santo apartado de los pecadores, porque el destruyo con la muerte su naturaleza humana y ahora esta al frente para hablar por cada uno de los que vienen, por su medio, al Padre.

Hebreos 7:27,28 “Yeshua no necesita ofrecer diariamente sacrificios, primero por sus pecados y después por los pecados del pueblo, como los sacerdotes de la ley, porque ya lo hizo una vez para siempre, cuando se ofreció a si mismo. Ahora bien, la ley designa sumos sacerdotes a hombres débiles, por otro lado, el Juramento de Dios que designa al hijo como Sumo Pontífice, hecho perfecto para siempre, vino posterior a la ley”

Se explica que Yeshua ofreció su sacrificio una sola vez, tanto por el, al vencer su naturaleza humana, como por el pueblo, y no como los sacerdotes de la ley que diariamente tenían que ofrecer sacrificios por sus pecados y por los del pueblo. Estos versículos también indican que el juramento divino que hace Sumo Sacerdote a Yeshua ocurrió mucho después de haber sido dada la ley.

Gracias a Dios que nos dio a Yeshua como nuestro Sumo Pontífice en el templo del Cielo, quien ofrece su sacrificio e intercede por nosotros.