domingo, 26 de septiembre de 2010

12. La Tierra Prometida a Abraham

Dios le hizo 2 promesas a Abraham para guiarle hasta el Mesías, estas dos ofertas son: la del descendiente y la de la tierra. Hoy revisaremos la promesa de la tierra.

Gen 12:7 “Yahweh se apareció a Abraham y le dijo: A tu simiente daré esta tierra…” La promesa de Dios al patriarca fue muy clara: la tierra en la que estaba Abraham era para su descendiente. Recuerde que cuando el Señor se refería al descendiente pensaba en el Mesías y en Isaac, en cambio, el patriarca entendía que se trataba de su hijo directo, Isaac. Ahora bien, Dios le reitera esta oferta a Abram varias veces, por ejemplo Gen 13:15 “toda la tierra que vez la daré a tu simiente para siempre”

Pasaron muchos años y Abraham no tenía un hijo, entonces pensó que como no tenia descendencia, Dios no podía respetar su oferta, así que le hizo notar a Dios que mientras no le diera un hijo, no tenía valor su promesa. Pero, una vez que Dios le confirmo que le daría un descendiente, entonces Abraham le averiguo sobre alguna señal que le indique cuando asumir la herencia. Gen 15: 8 “Abram dijo: ¿Señor Yahweh como sabré que la heredare?”

Dios le explico al patriarca que sus descendientes serian subyugados por los egipcios por cuatro siglos, mientras tanto la iniquidad de los habitantes de la tierra prometida llegue a su máximo. Entonces entraran en la tierra ofrecida a Abraham. Así mismo, para asegurarle que su oferta es en serio, Dios hizo un pacto sangriento con Abraham, Gen 15:18 “Ese día Yahweh hizo pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia he dado esta tierra, desde el rio de Egipto hasta el rio grande, el rio Éufrates…” Note que el Señor hizo un pacto unilateral y cruento con Abram para reafirmarle que le cumplirá lo que le prometió, en otras palabras, Dios PUSO SU VIDA COMO GARANTIA que dará al patriarca la tierra prometida. Por lo tanto, este pacto es trascendental, porque, aunque es del Antiguo Testamento, esta vigente hasta que Dios lo cumpla, o sea hasta que le entregue al Mesías la tierra que le ofreció a Abraham, ya que cuando dice en la promesa: a tu descendiente, habla del Mesías. Gal 3:16 “Además, las promesas han sido dichas a Abraham y a su simiente; no dice a sus simientes, como refiriéndose a muchas, sino como refiriéndose a UNA: Y a tu simiente que es Cristo”

Aun cuando Israel ya tomo posesión de la tierra prometida al salir de Egipto, sin embargo, solo recibió una pequeña fracción de lo que Dios prometió; aun ahora, están en un pequeño pedazo del territorio ofrecido. En realidad la tierra que les dio es solo un anticipo, pero, El cumplirá su promesa cuando El Mesías venga a gobernar la tierra de la promesa.

Las escrituras anticipan que el Mesías regresara para reinar en la tierra ofrecida a Abraham. Luc 1:31-33 “¡Presta atención! concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Este será poderoso y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su antecesor. Y reinara sobre la casa de Jacob por siempre y su reino no tendrá fin” Ezequiel 37:21-25 “¡Diles! Dice el Señor Yahweh: Sacare a los hijos de Israel de las naciones a donde han ido, los recogeré de todas partes y los traeré a su propia tierra. Y en los montes de Israel, hare con ellos una nación en la tierra. Un rey será sobre todos. Nunca mas serán dos naciones, nunca mas serán divididos en dos reinos…Mi siervo el Rey David les gobernara…Habitaran en la tierra que di a mi siervo Jacob, tierra en la que habitaron sus padres, en esa tierra ellos habitaran para siempre, y sus hijos, y los hijos de sus hijos. Y mi siervo David les gobernara para siempre.”

En resumen, cuando Jesús regrese a la tierra gobernara a Israel en la tierra prometida, Apoc 20:6 “Feliz y santo el que participa en la primera resurrección, la segunda muerte no tiene poder sobre el, sino que será sacerdote de Dios y de Cristo y reinara con El por mil años”

sábado, 18 de septiembre de 2010

11. Los Frutos de la Muerte de Jesus

Veamos el primer fruto de la muerte de Jesús. Mat 26: 1- 2 , y 1Cor 5:7 “Jesús dijo a sus discípulos … después de dos días es la Pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado” y “ Límpiense de la levadura vieja, para que sean masa nueva, porque Cristo nuestra pascua ya fue sacrificado” Respecto a la Pascua, recordemos que antes de la fiesta Dios envió las plagas, después celebraron la fiesta, en la que los Israelitas degollaron un cordero, comieron su carne y pintaron con su sangre las puertas de sus casas. Entonces el Señor les saco de Egipto y les llevo a la tierra que prometió a Abraham. Todo esto es simbólico; así, las plagas que precedieron a la pascua aluden a las 7 plagas del fin de los tiempos. El cordero inmolado señala a Jesús sacrificado. Comer la carne y pintar las puertas con la sangre del cordero apunta a hacer propio el sacrificio del Mesías. El éxodo de Egipto indica la liberación de los creyentes del mundo y de Satanás. La tierra de Canaán representa a la tierra renovada, libre del maligno.

En resumen, gracias al sacrificio de Jesús los creyentes vivirán el éxodo real, o sea serán librados del yugo de Satanás, para vivir bajo el gobierno de Cristo Rey, en la tierra renovada.

Otro fruto de la muerte de Jesús esta en Juan 3:14-15 “Y tal como Moisés levanto la serpiente en el desierto, así el Hijo del Hombre debe ser levantado; a fin de que todo el que tenga Fe en El no perezca, sino tenga vida eterna” La síntesis de la historia de la serpiente de bronce de Números 21 es: Israel se quejo agriamente de Dios en el viaje a la tierra de la promesa, esto motivo que Yahweh les retire su amparo , entonces, las serpientes les mordieron, y murieron muchos. Por el padecimiento, el pueblo confesó su pecado, y pidió al Señor que le quite las culebras. Dios le oyó y dijo a Moisés que haga una serpiente de bronce y la ponga en un mástil, para que todo el que la mire quede curado. En Juan 3:1-15 se ve que Jesús uso este hecho histórico para indicar que la simiente prometida a Abraham es sembrada en los creyentes gracias a su sacrificio. Al mismo tiempo revelo que el Espíritu de Cristo ofrecido incluye la debilidad de la carne que Jesús heredo como todo humano, vileza que El venció gracias al poder del Padre. Entonces resulta que la serpiente de bronce en el poste es símbolo de Jesús en la cruz. Por otro lado, la simiente de Satanás, la que el sembró en Adán y Eva y que paso a toda la humanidad es MORTAL, como las serpientes y sus mordeduras. Ahora el remedio de Dios es mirar a Jesús crucificado, quien aniquilo con su muerte la simiente de Satanás que recibió de Adán. 2 Cor. 5:21 “Jesús no conoció pecado, sin embargo Dios le hizo pecado por nosotros, a fin de que lleguemos a ser Su Justicia, en El” En otras palabras, la semilla prometida, el Espíritu de Cristo incluye la victoria de Jesús sobre el pecado, es decir, Su triunfo sobre la semilla del Diablo.

Otro fruto de la muerte de Jesús, es el de 1 Ped 2:24 “Quien llevo nuestros pecados, los subió en su propio cuerpo al madero, a fin de vivamos en la justicia habiendo sido apartados de nuestros pecados. Así se cumple: Por sus heridas fuimos curados” Jesús en su cuerpo herido y golpeado cargo nuestros pecados a la cruz, para separarnos de su perversa influencia, y vivamos en la justicia.

Le reitero que mediante la figura de la serpiente de Bronce en el mástil, Jesús enseño que gracias a su muerte, siembra su Espíritu y nos participa de su victoria sobre la semilla de Satanás, o sea nos da éxito sobre el PECADO. Así mismo, al llevar a la cruz los PECADOS que hemos cometido (que son los frutos del PECADO)  nos aísla de ellos, mas bien nos desata de ellos para que vivamos de acuerdo a la voluntad del Padre.

lunes, 13 de septiembre de 2010

10. La Muerte de Jesus

Es claro que Dios da el Espíritu de Cristo a todo el que oye, recibe y hace suyo el sacrificio de Jesús.        Gal 3: 1, 2 “… Jesús el Cristo fue descrito ante vosotros crucificado. Únicamente, esto quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por oír de la Fe?

Con este pensamiento, leamos el relato abreviado de la muerte del Salvador, principiando en el Getsemaní: Mat 26:37-39 “…Jesús comenzó a afligirse y angustiarse, entonces les dijo: Mi alma sufre angustia hasta morir. Y se adelanto un poco, se postro y suplico diciendo: Padre mío si es posible aleja de mi esta copa, sin embargo no sea como yo quiero, sino como tu quieras” La copa a la que se refirió era la horrible muerte que iba a sufrir.

Mientras Jesús suplicaba al Padre llegaron al huerto sus enemigos. Juan 18: 3-5, 12: “… Judas llevo un escuadrón romano y a varios oficiales de los Sumos Sacerdotes y de los fariseos, y fueron con luces, antorchas y armas… Pero Jesús sabia todo lo que le iba a pasar, y cuando llegaron, salió y les dijo ¿A quien buscan? Ellos le contestaron: A Jesús el Nazareno, El les dijo: Yo Soy…Entonces el escuadrón romano y los oficiales de los judíos apresaron a Jesús y le ataron” Mat 26:55 “… Jesús les dijo: Han venido a apresarme con espadas y garrotes como a un ladrón, pero no me prendieron cuando cada día me sentaba en el templo para enseñar”

Entonces le llevaron a juicio. Juan 18:13, 19-22 “Le llevaron primero ante Anas, suegro de Caifás…Cuando este Sumo Sacerdote le interrogo respecto a sus discípulos y acerca de sus enseñanzas, Jesús le contesto: Yo hable abiertamente al mundo, siempre enseñe en la sinagoga y en el templo, donde los judíos se reúnen, nada he dicho en secreto. ¿Porque razón me preguntas? Más bien interroga a los que han oído lo que he dicho. ! Fíjate, ellos saben lo que hable! Y uno de los alguaciles que estaba cerca le dio una bofetada a Jesús y le dijo: ¿Así respondes al Sumo Sacerdote?

De allí le llevaron al palacio de Caifás, el Sumo Sacerdote ese año, donde estaban los escribas y los ancianos. Mat 26:59,60, 62-68 “Los sumos sacerdotes y todo el Sanedrín buscaban falso testimonio contra Jesús para darle muerte, pero nada hallaron, a pesar de los muchos testigos falsos…Entonces el Sumo Sacerdote se levanto y dijo: ¿Nada contestas? Jesús estaba callado. Entonces el Sumo Sacerdote el dijo: ¡Jura por el Dios viviente que eres el Cristo, el Hijo de Dios! Jesús le dijo: Tú lo dices, y ahora te digo: veréis al hijo del hombre sentado a la derecha del poder, también le veréis viniendo sobre las nubes del cielo. El Sumo Sacerdote oyó esto y se rasgo su vestido diciendo: ¡Ha blasfemado! … ¿Qué les parece? Ellos dijeron: ¡Es culpable de muerte! Entonces unos le escupían la cara y le daban puñetazos y otros le abofeteaban”

Con este juicio, el más alto tribunal Judío condeno a muerte a Jesús.

Entonces le llevaron al palacio de Pilatos buscando que la sentencia de muerte contra Jesús sea confirmada y ejecutada. Juan 18:29-31,33-34, 36, 37,39-40 “Pilatos salió fuera y les dijo: ¿Que acusación traen contra este hombre? Ellos respondieron: Si este hombre no fuera malhechor, no te le hubiéramos entregado. Pilatos les dijo: Llévenle y júzguenle con la ley de Uds. Los judíos le dijeron no nos es legal dar muerte a nadie…Pilatos volvió a entrar en su palacio y llamo a Jesús, y le dijo: ¿Tú eres el rey de los judíos? Pero Jesús le dijo ¿esto dices de ti mismo, o porque otros te dijeron?…Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no sea entregado a los judíos, pero mi reino no es de este mundo. Entonces Pilatos le dijo: ¿Así que tú eres Rey? Jesús le dijo: Tú dices que soy Rey; yo he nacido para esto y vine a este mundo para testificar de la verdad, y todo el que es de la verdad oye mí voz…Entonces Pilatos les dijo a los judíos: Es costumbre de Uds., que suelte un preso en la pascua. Ahora, decidan ¿quieren que suelte al rey de los judíos? Entonces gritaron nuevamente: No sueltes a este, sino a Barrabas…”

Pilatos supo que Jesús estaba bajo la autoridad de Herodes, porque El habia empezado a predicar en Galilea, así que le envió a Herodes; quien le hizo muchas preguntas, pero Jesús nada le respondió, entonces Herodes después de ultrajarle y burlarse de El, le vistió con un manto lujoso y le envió de nuevo a Pilatos.

Este le hizo latiguear, y sus soldados tejieron una corona de espinas y le pusieron en la cabeza, asimismo le vistieron con un manto purpura. Juan 19:3-16, 18, 19,28-30. “Y burlándose le saludaban: Salve Rey de los Judíos, y le golpeaban con las manos. Entonces salió Pilatos y les dijo: Mírenle, sepan que no encuentro delito en El. Jesús salió con la corona de espinas y el manto de purpura. Entonces Pilatos les dijo: ¡Mirad, el hombre! Pero los sumos sacerdotes y sus oficiales gritaron: crucifícale, crucifícale. Entonces Pilatos les dijo: tómenle Uds. y crucifíquenle, porque no encuentro delito en El. Los judíos le contestaron: Nosotros tenemos una ley, y de acuerdo a nuestra ley debe morir, porque se hizo asimismo Hijo de Dios. Cuando Pilatos oyó estas palabras tuvo miedo. En ese momento Pilatos entro otra vez a su palacio y dijo a Jesús: ¿De donde eres? Jesús no le respondió. Pilatos le dijo: ¿No me respondes? ¿No sabes que puedo soltarte, o puedo crucificarte? Jesús le contesto: No tendrías poder sobre mi, si no te fuera dado de arriba. Pero, el que me entrego a ti tiene mayor pecado. Pilatos procuraba soltarle, pero los judíos gritaban: Si le sueltas no eres amigo del Cesar; todo el que se hace rey se opone al Cesar. Cuando Pilatos oyó estas palabras le saco a Jesús, y el se sentó en el tribunal… y les dijo a los judíos: Miren a su Rey. Pero ellos gritaron: Crucificale. Pilatos les dijo: ¿He de crucificar a su Rey? Los sumos sacerdotes le dijeron: ¡No tenemos otro rey que el Cesar! Entonces les entrego para que le crucifiquen. Jesús salió cargando su cruz al Gólgota. Allí le crucificaron…Pilatos escribió este letrero y lo puso en la cruz: Jesús el Nazareno, Rey de los Judíos…Jesús sabiendo que todo ya había terminado, y para que se cumpliera la escritura, dijo: Tengo sed…entonces le acercaron a la boca una esponja empapada en vinagre puesta en una rama de Hisopo. Cundo Jesús tomo el vinagre dijo: ¡Esta terminado! Entonces agacho la cabeza y entrego su espíritu.

Resalta que los jueces condenaron a Jesús a muerte por 3 causas. 1. Por ser el Hijo de Dios. 2. Por ser el Mesías prometido. 3. Por confesar que es Rey. Ahora, el primer punto: el Hijo revela al Padre, por lo tanto la mansedumbre, humildad y amor abnegado que se vio en el Hijo es la proyección humanizada del amor, mansedumbre y humildad del Padre. El segundo punto: La misión del Mesías es morir sujetando el mal que heredamos de Adán, mal que corrompe nuestra mente; además, es llevar nuestros pecados, fruto de este mal. El tercer punto: Jesús es el Rey que gobernara esta tierra embellecida, después que Satanás haya sido apresado. Estos tres motivos de su muerte son el fundamento y sostén de nuestra salvación.

lunes, 6 de septiembre de 2010

9. La Simiente Prometida ll

El propósito del Padre de poner la semilla en los gentiles es firme. No obstante, dos barreras bloquean el deseo divino: 1. No prestar atención a la Fe, y 2. Equivocar la función de la ley de Dios.

1. No prestar atención a la Fe.

Gal 3:1-2. “¡Gálatas sin entendimiento! ¿Quién os pervirtió para no ser persuadidos de la verdad, sin embargo que Jesucristo fue descrito crucificado ante vuestros ojos? Solo esto quiero saber de vosotros ¿Recibisteis el Espíritu de las obras de la ley, o por oír de la Fe?

Aclaro que el Espíritu es el Espíritu de Cristo y es la semilla prometida a Abraham. Gal 3:14 “A fin de que, en Cristo Jesús, la bendición de Abraham venga a los gentiles, esto es, que por la Fe reciban la promesa del Espíritu” y Gal 4:4-6 “Pero cuando el tiempo se cumplió, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley; a fin de rescatar a los que estábamos bajo la ley, para que recibamos la adopción de hijos. Y Dios envió el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones, por esto somos hijos, y clamamos Padre, Padre”

El Espíritu de su Hijo es la vivencia de Jesús desde Belén hasta la crucifixión tallada en el Espíritu divino. De esta manera, la obediencia , la conducta y el amor de Jesús están en el creyente.

La escritura afirma que Dios da la semiente ofrecida como el fruto de la Fe, es decir da el Espíritu del Hijo al que oye el relato de su crucifixión y lo acepta. O sea, el que hace suyo el sacrificio de Jesús  recibe el Espíritu de Cristo por oír de la Fe”

2. Equivocar la función de la ley de Dios.

Ahora explico las “obras de la ley”: Primero, el papel que Dios le dio a la ley. Rom 3:20 “porque por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de El, sino que por medio de la ley es el conocimiento del pecado” Resalta que Dios dio la ley para que los humanos sepamos el pecado. Vale decir que sin la ley no nos damos cuenta de nuestra rebeldía y enemistad a Dios. Además, también le dio a la ley la función de una prisión Gal 3:23 “Sin embargo, antes de venir la Fe estábamos atados por la ley, presos hasta que la Fe sea revelada” Se ve que Dios dio la ley para mantenernos presos en la rebelión y hostilidad a Dios. En otras palabras, el papel que Dios le dio a la ley es para que seamos consientes de cómo realmente somos, completamente incapaces de obedecerle y apreciarle. De esta manera, mediante la ley, el Padre nos hace sentir la necesidad del Espíritu de Cristo. Por esto dice la escritura, Gal 3:24, 25 “De manera que la ley ha venido a ser nuestro guía a Cristo, a fin de que seamos justificados de Fe. Pero ahora que ha venido la Fe, ya no estamos bajo el guía”

Segundo, la escritura también se refiere como a obras de la ley al papel equivocado que el hombre le da a la ley, y este es: creer que tan solo es necesario saber los 10 mandamientos para obedecer a Dios. Pero hay una fuerte advertencia contra los que piensan así, Gal 3:10, 13 “Porque todos los que son de las obras de la ley están bajo maldición, porque esta escrito: Maldito todo el que no permanece en todas las cosas escritas en el libro de la ley para obedecerlas “y  “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldito por nosotros. Ya que esta escrito: Maldito el que esta colgado de un madero”

Le reitero que Dios no dio la ley para que el hombre la obedezca sin haber recibido el Espiritu de Cristo. Así se lee en Rom 8: 3-4. Pues la ley no tiene capacidad, debido a que es debilitada por la carne, por esto Dios envió a su Hijo, en semejanza de la pecaminosidad de la carne, por todo el pecado, condeno al pecado en la carne, a fin de que la justicia de la ley se cumpla en nosotros, que no andamos bajo la carne, sino bajo el Espíritu”

Por consiguiente, hay esperanza cierta para todo pecador, ya que de tales es la salvación. Mateo 9:13 “Aprended lo que significa Misericordia quiero y no sacrificio, porque no he venido a buscar justos, sino a pecadores”