Mateo
5:3
“Felices
los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”
Jesús revela que las bienaventuranzas siendo mandamientos
pequeños son parte de la ley de Dios. Por otro lado, los fariseos señalan que
el reino de los cielos es el premio a la obediencia a la ley; pero el Maestro
les contradice al ensenar que el reino de los cielos no es de los obedientes,
sino de los que reconocen, bajo la acción amorosa del Espíritu, que son
incapaces de obedecer la ley divina.
Mateo
5:4
“Felices
los que lloran, porque ellos serán
consolados”
El Señor dice que son felices los que en el
presente se amargan por sus caídas, porque serán confortados en el futuro. Sus palabras anticipan que todo verdadero
creyente se lamentara por sus pecados,
y gracias a este proceso, podrá
valorar la salvación perfecta y completa en vida y muerte de
Jesús.
Mat
5:5
“Felices
los humildes, porque ellos heredaran la tierra”
Jesús explico que la herencia de la tierra
es el fruto de considerarse humilde como un siervo. Note que no dice heredar el
cielo, sino la tierra. Por otro lado,
esta humildad solo se aprende de Jesús,
si se acepta Su invitación, y se viene mentalmente a Él, repasando
Su vida, especialmente Su sacrificio, siempre bajo la acción del
Espíritu Santo.
Mateo
5:6
“Felices
los hambrientos y sedientos de justicia, porque ellos serán saciados”
Gracias al sacrificio de Jesús, el de la fe
es perdonado, el Padre le acoge como
hijo, y siente la paz del perdón divino. Pero al mismo tiempo sus pensamientos
son el blanco de los ataques de la iniquidad para dominarle, por esto espera,
que en el futuro, brote de su mente la justicia de Jesús, porque así
dice esta ley de Dios.
Mateo
5:7
“Felices
los misericordiosos, porque ellos recibirán misericordia”
Dios es Espíritu y es Amor, o sea Él es la fuente inagotable
de la compasión, el perdón la
misericordia, etc. Por esto todo acto de misericordia humana es el modo como Dios se hace presente entre nosotros.
Además, para que el amor de Dios sea en
nosotros en el futuro no debemos dejar pasar,
ahora, la oportunidad de ayudar al necesitado.
Mat
5:8
“Bienaventurados
los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”
Nadie puede limpiar su conciencia, su mente
con oración, caridad, o una religión;
Pero gracias a la acción del Espíritu Santo
la palabra de la cruz es entendida y recibida, entonces la mente queda limpia, porque está cubierta
por la muerte de Jesús. En esta condición el creyente discierne que la misericordia divina le
acompaña, es decir camina con Dios.
Mat
5:9
“Felices
los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
El pecado separa una persona
de su conyugue, de su hijo, de su prójimo, lo aísla de la naturaleza y de Dios, porque la esencia
del pecado es la egolatría Pero el Padre envió a su Hijo para dar a esa persona
Su amor, a fin de que se una con su
esposa, hijos, vecinos, mediante la
compasión, la misericordia, la lealtad, el perdón. Así le
hace pacificador, para que sea llamado hijo del Altísimo.