martes, 27 de octubre de 2015

236. Dios es Amor.

Juan 15:12 “Este es MI mandamiento: Que se amen unos a otros, como Yo los  he amado”
Jesús les revelo  a Sus discípulos que Su mandamiento es que ellos se amen unos a otros como Él los ha amado. Sus discípulos estaban bajo el Pacto Mosaico ,y  el mandamiento  del amor, es que amen al prójimo como a sí mismos. Es decir, el mandamiento de Jesús no es el mismo que el del Pacto Antiguo, sino pertenece al Nuevo, porque solo en la cruz conocerían la abnegación de Su amor por ellos.

Juan 15:13 “Nadie tiene un amor más grande que este: Que alguien de su vida por sus amigos”
El amor resignado de Jesús  no era todavía conocido por los discípulos, a pesar de que  los sacrificios que se realizaban en el templo de Jerusalén apuntaban al sacrificio del Mesías. Pero estos  nunca  pudieron  prefigurar el abnegado sacrificio de Jesús, que nació de su inmenso amor  por los que le acompañaron en su viaje a la cruz, y por la humanidad.

Juan 15:14 “Ustedes son Mis amigos, si hacen lo que Yo les ordeno”
Jesús  fue amigo de Sus discípulos, con la condición de que  obedezcan Sus mandatos;  el de amarse unos a otros como El los amo, y el de la fe. Por otro lado, la amistad sincera entre dos personas es uno de los dos niveles del amor. También ahora Jesús quiere que Su relación con los creyentes, abarque las dos clase  del amor, uno, el amor divino, y el otro el amor como hermanos, o amigos.

Juan 15:15 “Ya no les digo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero a ustedes les digo amigos, porque todo lo que escuche del Mi Padre les he hecho conocer”
El Señor les explico a sus discípulos que la segunda razón para ya no decirles siervos es que ellos fueron testigos de Sus obras, por esto les considero sus amigos. Y amigos de confianza, íntimos por eso les  conto todo lo que Su Padre le había dicho. También ahora, Jesús es el amigo fiel de los que tienen fe en El.

Juan 15:16 “Ustedes no me escogieron a Mí, sino que Yo les escogí, y les puse para que lleven fruto; y el fruto de ustedes permanezca, para que todo lo que pidan al Padre, en Mi nombre, les conceda”
Jesús empezó su misión en Israel, como Maestro, y como tal  invito a algunos a que Le sigan; los que  aceptaron el llamamiento pensaron que Jesús iba a ensenarles un  judaísmo avanzado;  aparentemente así fue, sin embargo el  Maestro les eligió para ensenarles una asignatura nueva, esta era ensenarles a ser canales de Su amor a los hombres, es decir a que lleven fruto.

Juan 15:17 “Esto les ordeno: Que se amen los unos a los otros”
Jesús se encarnó, murió y resucito para que sus seguidores, de todos los siglos, se amen con Su amor abnegado, carente de envidia, sin jactancia, sin vanidad, sin buscar solo su propio interés, sin irritarse, sin tomar en cuenta el mal, con un amor que no se alegre de la injusticia, sino que se regocije con la verdad, un amor que soporta  el sufrimiento, y es  tolerante.

Juan 15:18 “Si el mundo les odia, sepan que Me ha odiado a Mi primero”
Odiar es una emoción resultado del orgullo, y abarca el rechazo, desprecio, repugnancia, intolerancia, antipatía; odiar también es detestar, menospreciar. Jesús fue objeto de estas manifestaciones del odio, especialmente de los líderes judíos; por eso advirtió a los creyentes que a ellos también les odiaran por ser Sus seguidores. El odio es lo opuesto a Dios, porque Dios es amor.   

martes, 20 de octubre de 2015

235. Dios es Amor.

Juan 15:5 “Yo soy la Vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él,  da mucho fruto; porque separados de MI nada pueden hacer”
El Maestro quiere impresionar en la mente de sus discípulos que la misión de ellos en este mundo es ser canales de la misericordia y perdón divinos. Pero,  esta misión solo es posible si permanecen en el Señor. Se permanece en El  al tener en la mente Su historia, especialmente Su muerte. A su vez, Jesús está en el creyente por medio de Su Espíritu  que derrama  el amor del Señor en él.

Juan 15:6 “Si alguien no permanece en MI, es echado fuera, y como un sarmiento se seca, entonces  los recogen y los echan al fuego y se queman”
El Espíritu Santo recordara a los que se han unido a Jesús por la fe, las enseñanzas, y la historia de Él, y de este modo estarán con El. Entonces serán el canal para que Dios derrame Su amor en los hombres.  Pero si alguien  no presta atención a esta obra del Espíritu Santo, se cortara la unión por la fe con Jesús y quedara ajeno al amor divino; es decir no llevara fruto. Es estéril.

Juan 15:7 “Si permanecen en Mí, y Mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y les será hecho”
 El discípulo está en Jesús al aceptar que Su historia es para su salvación. Por otro lado, Jesús está en el creyente, cuando Sus enseñanzas son entendidas que nacen de Su amor.  Todo esto es fruto de la obra del Espíritu Santo en el creyente. Entonces estando en esta comunión con Dios, el de la fe puede pedir lo que desee y recibirá. Este es el secreto de las oraciones contestadas.

Juan 15:8 “En esto es glorificado Mi Padre, en que den mucho fruto, y lleguen a ser mis discípulos”
El Padre es glorificado cuando los creyentes dan el fruto que El espera. Como el viñador, el Padre cuida a las personas que están unidos a Jesús por la fe, y  en quienes Jesús les derrama Su  amor y misericordia.  Otro punto, cuando los creyentes llegan a ser canales por los que Dios derrama Su amor en los hombres han completado los requisitos para ser alumnos del Maestro.

Juan 15:9 “Como el Padre Me ha amado, Yo los he amado, permanezcan en Mi amor”
Los discípulos se sentían seguros del amor de  Jesús por ellos, pero  no sabían, primero, que el amor con que les amo Jesús,  fue el recibió del Padre; segundo, el Señor no era fuente del amor divino; por eso les amo con el amor que el Padre Le dio. Por otro lado, Jesús deseaba que sus discípulos sigan abiertos a Su amor, por esto les dicen permanezcan en Mi amor”

Juan 15:10 “Si guardan Mis mandamientos, permanecerán en Mi amor, como Yo he guardado los mandamientos de Mi Padre permanezco en Su amor.”
El Padre envió a Su Hijo para que el hombre entre en la esfera de Su amor. El creyente  entra en la corriente del amor de Jesús, guardando Sus mandamientos. Los mandamientos de Jesús son tener fe en El, y amarse unos a otros con el amor que El los amo. Guardando estos dos mandamientos se completa el ciclo del amor. Este ciclo se origina en el Padre, continua con Jesús y se extiende a los creyentes.

Juan 15:11 “Esto les he hablado, con el fin de que Mi gozo permanezca en ustedes, y el gozo de ustedes sea completo”
La relación de Jesús con  los discípulos fue de  misericordia y bondad,   originadas en el  Padre y que El  las derramo en Sus discípulos; por esto Jesús vivió con alegría y gozo. Es decir la vida de Jesús no fue de tristeza, sino de gozo.  El Señor quiere que la vida de los creyentes se base en la misericordia,  bondad y compasión, para que esté  llena de Su gozo; por esto dio las instrucciones registradas en Juan 15.

martes, 13 de octubre de 2015

234, Dios es Amor.

Juan 14:29 “Les he dicho ahora, antes de que suceda, con el  fin de que cuando suceda, tengan fe”
Generar fe es un proceso a cargo de Dios, porque la herencia que recibió la humanidad  de Adán, fue el resultado de la falta de fe de la primera pareja, en la orden de  Dios de no comer del árbol del bien y del mal. Por esto Jesús debía neutralizar esta herencia, sembrando la fe en sus discípulos, al anticiparles  lo que  iba a ocurrir, para que les sea más fácil tener fe, cuando suceda todo. 

Juan 14:30 “Ya no les hablare mucho a ustedes, porque viene el gobernante de este mundo; y en Mi no tiene nada”
Jesús  estaba por dirigirse al Getsemaní. Allí el Padre descargaría los pecados de la humanidad sobre El. Entonces  vendría Satanás para la luchar final contra el Salvador. Aunque Satanás gobierne a todo el mundo,  no tenía autoridad sobre Jesús, porque Él lo había vencido en toda tentación, es decir el Señor   era inmaculado; por esta razón salió de la tumba victorioso para ser nuestro Salvador.

Juan 14:31 “Sin embargo, levántense y vámonos de aquí, para que el mundo sepa que Yo amo al Padre, por esto como  el Padre me ordeno, así hago”
 Jesús salió de la sala donde celebro la cena pascual. El Señor quería resaltar que salía en obediencia al Padre. Y por amor quería seguir sus instrucciones,  o sea debía recibir los pecados del mundo,  enfrentarse a Satanás y a sus huestes espirituales, y humanas,  ser azotado, clavado en una cruz y morir, y así vencer a Su enemigo, que es también de la raza humana.

Juan 15:1 “Yo soy la vid, la verdadera; y mi Padre es el viñador”
Jesús utilizo una vid para hacerles saber a sus discípulos  que el Padre esperaba frutos de ellos,  y les dijo que Él era la verdadera vid. Aunque Israel era la vid que Dios había plantado en el mundo,  no dio frutos. Por esto el Padre  envió a Su Hijo, la  vid verdadera, para que mediante Su cuidado, en Su Hijo lleguen los discípulos a dar los frutos, que El desea.

Juan 15:2 “Todo sarmiento que en Mi no lleva fruto es quitado, y todo el que lleva fruto, lo limpia para que lleve más fruto”
La relación de Jesús y los de la fe es como la vid, o troco-Jesús- y las ramas-los creyentes- con el fin de que los creyentes lleven frutos para el Padre (El  Viñador) Los frutos son los actos de misericordia, bondad, perdón, servicio del creyente. Como una rama que no lleva fruto, es cortada; así termina la relación del creyente con Jesús, pero el que lleva fruto es limpiado, para que sea un canal mayor del amor de Dios.

Juan 15:3 “Ustedes ya están limpios, gracias a la palabra que les he hablado”
 El Señor les hizo saber a sus discípulos que el Padre es El que los cultiva, y que  mediante Sus  enseñanzas los ha limpiado  de la ignorancia respecto a Dios, para hacerles canales de Su amor para derramarlo en los que los rodeen.  Ahora  les faltaba conocer la amplitud del amor del Padre por el hombre, al mirar a Jesús en la cruz.

Juan 15:4 “Permanezcan en Mí, y Yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así también ustedes si no permanecen en Mi”
El creyente debe estar en Jesús, y Jesús en el para que lleve  fruto.  El creyente está unido a Jesús por medio de la fe. A su vez  Jesús está unido con el creyente por medio del Espíritu Santo, que lleva  Su misericordia, perdón y bondad. Este amor es como la savia que circula por las ramas para que lleven fruto,  así  el Espíritu de Jesús fluye por el creyente para que ame a los demás. 

martes, 6 de octubre de 2015

233. Dios es Amor.

 Juan 14:21 “El que tiene Mis mandamientos y los guarda, ese es el que Me ama; y el que Me ama
será amado de MI Padre, y Yo le amare y me manifestare a el”
El hombre no puede amar al Padre, o al Hijo directamente, sino que amando a las personas que le rodean, ama al Padre y al Hijo. Por esto Jesús señala, que guardando los mandamientos de la fe en El,  y el amarse unos a otros, como El los amo, es el modo de amarlo. El Padre y el Hijo responderán  ese amor llenando al creyente de misericordia y compasión; además el Señor se revelara a él.

Juan 14:22 “Le dice Judas (no el Iscariote)  ¿Señor que ha sucedido que Te vas a manifestar a nosotros, y no al mundo?”
Jesús les dijo que se iba a dar a conocer solo a los que tengan fe en El y se amen unos a otros, pero los discípulos no entendían las explicaciones de Jesús, porque no les había abierto el entendimiento. Por otro lado, ellos habían estado con El tres años y todavía no discernían Su misión, Sus motivos,  ni Sus propósitos, porque necesitaban que el Espíritu les revele al Salvador; lo mismo sucede ahora.

 Juan 14:23 “Jesús le respondió: Si alguien Me ama guardara Mi Palabra, y Mi Padre le mara, y  vendremos a él, y haremos morada con el”
Jesús  resalto que la relación con Él es de amor. Entonces, Él nos amó primero, derramando su misericordia desde la cruz, al sacrificarse por nosotros; por esto al meditar en Su sacrificio recibimos su misericordia y  le amamos,  y como fruto de ese amor le obedecemos. La respuesta del Padre y el Hijo   es que vienen- en la persona del Espíritu Santo- y moran con el que obedece por amor.

Juan 14:24 “El que no me ama, no guarda Mis palabras; y la palabra que ustedes oyen no  es Mia, sino del Padre que me envió”
El que no valora que el perdón de sus pecados es gracias al sacrificio de Jesús, no guardara Sus enseñanzas. Otro punto, el amor a Jesús  nace del valor que demos a su sacrificio. Damos más valor a su sacrificio cuanto más comprendamos nuestra debilidad. Así mismo,  la relación de amor con Jesús y con el Padre aumenta en forma proporcional a la estimación que tengamos a Sus palabras.

Juan 14:26 “Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a Quien el Padre enviara en Mi nombre, El les ensenara a ustedes todo, y les recordara todo lo que he dicho”
Jesús sabía que Sus discípulos no entendieron Su enseñanza , por esto el Padre enviara el Espíritu Santo gracias a Su sacrificio , con el fin de restaurar la vida que perdieron cuando Adán cayo, además para repetirles Sus enseñanzas, dándoles el entendimiento de estas, así mismo ensenarles lo que les falte comprender del plan de Dios, para salvar a la humanidad.

Juan 14:27 “”Mi paz les remito, Mi paz les doy; no como el mundo la da, Yo la doy. No se agiten sus corazones, ni tengan miedo”
Los discípulos oyendo las instrucciones de Jesús, se dieron cuenta que pronto Él les dejaría, por eso sufrían y tenían miedo de quedar solos. Por esto les dijo el Señor que les enviaría su paz. Su paz no es la ausencia de guerras o peleas, como la paz del mundo, sino el  remanso  mental que trae la comunión con El y con el Padre, y que los  judíos llaman Shalom.  

Juan 14:28 “Oyeron lo que Yo les dije: Me voy pero vendré a ustedes. Si me amaran se alegrarían porque les dije que Me voy, ya que el Padre es mayor que Yo”
Al referirse el Señor a que se iba al Padre, les hizo ver a Sus discípulos que todavía no le amaban, por eso no se alegraban de Su partida, a pesar de que se iba al seno del Todopoderoso.  El Padre es el Todopoderoso y el Omnipotente,  sin embargo que Jesús es Dios, pero al hacerse hombre se hizo  mortal, débil e impotente, o sea menos  al Padre, para ser el Representante de los creyentes.