Jesús les revelo a Sus discípulos que Su mandamiento es que ellos se amen unos a otros como Él los ha amado. Sus discípulos estaban bajo el Pacto Mosaico ,y el mandamiento del amor, es que amen al prójimo como a sí mismos. Es decir, el mandamiento de Jesús no es el mismo que el del Pacto Antiguo, sino pertenece al Nuevo, porque solo en la cruz conocerían la abnegación de Su amor por ellos.
Juan 15:13 “Nadie
tiene un amor más grande que este: Que alguien de su vida por sus amigos”
El amor resignado de Jesús
no era todavía conocido por los discípulos, a pesar de que los sacrificios que se realizaban en el
templo de Jerusalén apuntaban al sacrificio del Mesías. Pero estos nunca
pudieron prefigurar el abnegado
sacrificio de Jesús, que nació de su inmenso amor por los que le acompañaron en su viaje a la
cruz, y por la humanidad.
Juan 15:14 “Ustedes
son Mis amigos, si hacen lo que Yo les ordeno”
Jesús fue amigo de
Sus discípulos, con la condición de que
obedezcan Sus mandatos; el de
amarse unos a otros como El los amo, y el de la fe. Por otro lado, la amistad
sincera entre dos personas es uno de los dos niveles del amor. También ahora
Jesús quiere que Su relación con los creyentes, abarque las dos clase del amor, uno, el amor divino, y el otro el
amor como hermanos, o amigos.
Juan 15:15 “Ya no les
digo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero a ustedes les
digo amigos, porque todo lo que escuche del Mi Padre les he hecho conocer”
El Señor les explico a sus discípulos que la segunda razón
para ya no decirles siervos es que ellos fueron testigos de Sus obras, por esto
les considero sus amigos. Y amigos de confianza, íntimos por eso les conto todo lo que Su Padre le había dicho. También
ahora, Jesús es el amigo fiel de los que tienen fe en El.
Juan 15:16 “Ustedes
no me escogieron a Mí, sino que Yo les escogí, y les puse para que lleven
fruto; y el fruto de ustedes permanezca, para que todo lo que pidan al Padre,
en Mi nombre, les conceda”
Jesús empezó su misión en Israel, como Maestro, y como
tal invito a algunos a que Le sigan; los
que aceptaron el llamamiento pensaron
que Jesús iba a ensenarles un judaísmo
avanzado; aparentemente así fue, sin
embargo el Maestro les eligió para
ensenarles una asignatura nueva, esta era ensenarles a ser canales de Su amor a
los hombres, es decir a que lleven fruto.
Juan 15:17 “Esto les
ordeno: Que se amen los unos a los otros”
Jesús se encarnó, murió y resucito para que sus seguidores,
de todos los siglos, se amen con Su amor abnegado, carente de envidia, sin
jactancia, sin vanidad, sin buscar solo su propio interés, sin irritarse, sin
tomar en cuenta el mal, con un amor que no se alegre de la injusticia, sino que
se regocije con la verdad, un amor que soporta
el sufrimiento, y es tolerante.
Juan 15:18 “Si el
mundo les odia, sepan que Me ha odiado a Mi primero”
Odiar es una emoción resultado del orgullo, y abarca el rechazo,
desprecio, repugnancia, intolerancia, antipatía; odiar también es detestar,
menospreciar. Jesús fue objeto de estas manifestaciones del odio, especialmente
de los líderes judíos; por eso advirtió a los creyentes que a ellos también les
odiaran por ser Sus seguidores. El odio es lo opuesto a Dios, porque Dios es
amor.