Dios
hizo a la ley mosaica un instructor para llevarnos al Mesías, a fin de que
seamos justificados de Su fe, es decir cubiertos de Su conducta. Entonces, Dios
no hizo a la ley un fin, sino un medio; la ley nos custodio, hasta que
prestamos atención y aceptamos la historia de Jesús crucificado
Gálatas 3:25 “Pero ahora, habiendo
venido la fe, ya no estamos bajo el instructor”
Por
medio de Moisés Dios dio la ley, pero fue Jesús, quien revelo a Pablo la
función, o papel de la ley; entonces fue Jesús quien le dijo a Pablo que la ley
es un instructor, o guía hasta que el Mesías vino a la tierra y vivió de toda
palabra que salió de la boca de Dios, como Cabeza de todos los que acepten Su
historia.
Gálatas 3:26 “Porque todos son hijos
de Dios gracias a la fe en Jesús, el Mesías”
La
obediencia de Jesús a la misión que el Padre le dio es la fe DE Jesús, y por
esta el creyente es cubierto por Su conducta; así mismo, el que acepta,
entendiendo, la historia de Jesús, especialmente la de su muerte y resurrección,
o sea el que tiene fe EN Jesús, también es aceptado por Dios como hijo.
Gálatas 3:27 “Porque todos los que
fueron bautizados en el Mesías, se han vestido del Mesías”
Dios
los acepta como hijos a los que han aceptado la historia de Su Hijo, o sea que
tienen fe en Jesús, porque la muestra de esta fe es que han sido bautizados en
la muerte de Él, es decir se han vestido de Jesús, por esto Dios los mira como
Sus hijos.
Gálatas 3:28 “No hay judío, ni griego,
no hay criado, ni libre, no hay hombre, ni mujer, porque todos ustedes son UNO
en Jesús, el Mesías”
Solo
es posible la unidad de los que valoran la historia de Jesús, especialmente la
de su sacrificio, porque ellos se vistieron del Mesías, cuando fueron bautizados
en Su muerte; por esto son Su cuerpo, siendo El, cabeza de ellos. Entonces,
solo los que están bajo la gracia son UNO en El.
Gálatas 3:29 “Si ustedes son del Mesías,
entonces son el descendiente de Abraham, y herederos de la promesa”
Dios
le prometió a Abraham descendencia, la tierra y la bendición de que Su
posteridad reciba el Espíritu divino, y tenga vida. Ahora, los que aceptan la
historia de Jesús, especialmente la de Su sacrificio son del Mesías, y, por lo
tanto, el descendiente de Abraham, porque él es el padre de los de la fe”
Gálatas 4:1-2 “Les digo, mientras el
heredero es un infante, en nada es diferente a un criado, aunque sea señor de
todo, por esto esta bajo personas que le ordenan y le guían, hasta el tiempo
determinado por el padre”
Pablo
usa este ejemplo para explicar la condición de los descendientes de Abraham,
herederos de las promesas, y el papel de la ley dada en el Sinaí. Los
descendientes de Abraham, herederos de las promesas, eran iguales a criados,
siendo la ley de los mandamientos el guía y guardián de ellos.