viernes, 27 de julio de 2012

89. El Evangelio de Juan. Cap. 20 up

Nota. Apreciado lector, para obtener mas provecho de estas lecciones, le sugiero que no las lea en una vez, sino poco a poco cada día, a lo largo de una semana. Enfocándose en los versículos, hasta que los entienda bien.
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Juan 20:24-29 “Ahora, Tomas uno de lo doce, llamado el Didimo (Gemelo) no estaba con ellos cuando Yeshua vino. Por esta razón, los otros discípulos le decían: ¡Hemos visto al Señor! Pero el les dijo: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, además pongo la mano en su costado, no tendré fe.
Pero ocho días después, Sus discípulos estaban otra vez dentro, en la casa, y Tomas con ellos. Estando las puertas cerradas, Yeshua vino y se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a ustedes.
Entonces dijo a Tomas: Acerca aquí tu dedo y mira Mis manos; extiende aquí tu mano y métela en Mi costado; y no sea incrédulo, sino ten fe.
Inmediatamente le dijo Tomas: ¡Señor mío y Dios mío!
Pero Yeshua le dijo: ¿Por qué Me has visto has tenido fe?
Felices los que no vieron, sin embargo tuvieron fe.”

Tomas es el autor de la frase: “Ver para creer” que la gente repite para indicar que hay que asegurarse. Ahora, esta bien buscar la seguridad, antes de creer algo, por ejemplo en la eficacia de un remedio, o en las promesas de un político; no así en el caso de la Fe. Le reitero que esa precaución es buena antes de creer en algo o en alguien.
Pero en el contexto que dijo Tomas, estaba equivocado, porque quería tener evidencias, por medio del sentido de la vista y del tacto, antes de tener Fe que Yeshua había resucitado.
Así que, el Padre le concedió a Tomas las pruebas que quería para tener fe, por esto Yeshua se presento en medio de los discípulos, sin pasar por la puerta, y después de saludarles, le dijo a Tomas que le mire y le toque sus manos y su costado, y luego le amonesto que no sea incrédulo, sino que tenga fe.
Entonces lo que quería enseñarle Yeshua a Tomas es evidente, esto es que la fe viene por oír Su palabra. Recordando que la Palabra de Cristo detalla Sus hechos o, Sus enseñanzas; y el Señor si les anticipo a sus discípulos su resurrección, por esto Yeshua alaba la fe de los que solo han oído que ha resucitado, sin haber esperado verle.

Juan 20: 30-31 “Y muchas otras señales (milagros) hizo también Yeshua en presencia de sus discípulos, pero no están escritas en este libro. Sin embargo, estas se han escrito para que ustedes tengan fe que Yeshua es el Mesías, el Hijo de Dios; y para que al tener fe, tengan vida en Su nombre”

Al final de su Evangelio, Juan explica su propósito al escribirlo: para que los que lo lean tenga fe y vivan. Se nota que la fe en Yeshua es el medio, imprescindible, para alcanzar la vida.
En este punto creo que es necesario destacar algunos hechos y enseñanzas de este evangelio para ayudarle a tener fe que Yeshua es el Mesías, el Hijo de Dios, a fin de que viva:
El capitulo uno revela que Yeshua es Dios, la Palabra que creo todo, y que se hizo humano, y como tal tomo los pecados del mundo; haciendo realidad el símbolo del cordero sacrificado.
El dos muestra que Dios aprueba fiestas familiares, como la boda de Cana, por esto Yeshua asistió a una de ellas. Además, el Maestro da a conocer que El, en su condición de hombre es morada del Espíritu de Dios.
El capitulo tres revela que, gracias a su muerte, El puede sembrar su palabra en la mente de los de la fe, para que el Espíritu de Cristo se manifieste a trabes de los de la fe, es decir para que ocurra el nuevo nacimiento.
El capitulo cuatro enseña que el Mesías da el agua viva al pecador; de esta manera señala la acción purificadora del Espíritu de Dios en los de la fe.
El capitulo cinco, muestra que Yeshua vino para sanar las dolencias e iluminar con sus enseñanzas, porque el Padre así le ordeno. Por esto no solo hace milagros , sino también enseña, para pasarles de muerte a vida a los que oyen su palabra con fe, o sea les da el arrepentimiento, además de esto, les salva del juicio.
El capitulo seis describe que así como tiene el poder para alimentar a multitudes, también da el pan de vida a los que el Padre les ha traído. Así mismo revela, que el pan de vida de los de la fe es tanto su cuerpo al que ha negado todo deseo, como su muerte. De esta manera enseña que así como el pan físico es necesario para la vida, igualmente su cuerpo y su muerte son imprescindibles para que los de la fe vivan.
En el capitulo siete se aprende que Yeshua desea imprimir en sus oyentes que el Padre le envío para dar el Espíritu al que siente necesidad.
El capitulo ocho muestras que Yeshua no vino para condenar, sino para iluminar, para que los hombres le sigan, y vean en sus obras y enseñazas el amor del Padre. En otras palabras, El da luz a los hombres, porque están a oscuras; y su oscuridad es el fruto de la semilla que sembró el maligno en la mente humana. Y aunque Yeshua enseño que El libera de la esclavitud del pecado, sin embargo, el pecado estaba escondido en la oscuridad de las mentes de sus oyentes, por esto le rechazaron
En el capitulo nueve Yeshua muestra en forma practica, que El es tanto la luz como el que da la vista a los ciegos, para que conozcan al Padre.
En el diez Yeshua dice que El es el Pastor referido en las escrituras, por ejemplo en el Salmo 23; y los de la fe son sus ovejas.
Así mismo, Yeshua vence la muerte resucitando a Lázaro, y enseña que El es la resurrección y la vida, como se lee en el capitulo once.
También en el capitulo doce, Juan narra que Yeshua hablo de que la muerte es el requisito para la vida, tomando el caso del grano de trigo que debe caer y ser enterrado para que crezca una planta nueva. Así mismo, gracias a su muerte, su palabra puede ser sembrada en la mente humana, para vida...
Además en el capitulo trece une su amor por sus discípulos con el lavamiento de los pies.
El catorce habla que Yeshua va al Padre, para hacer presente y activa Su victoria, en esta tierra, en cada uno de los de la Fe, dándoles su Espíritu. Así revela que su Palabra activada por su Espíritu, recibida en la mente de los de la fe, es la manera como el Padre y El moran en estos.
En el capito quince, la vida de los de la fe es comparada a la comunión del tronco con las ramas de la vid. Así mismo indica, que el Espíritu Santo hace una obra parecida a la de la savia, esta es: llevar la vida de la raíz, a través del tronco, a las ramas, para que den fruto. Es decir, El Espíritu lleva la experiencia de Yeshua en esta tierra a cada uno de los de la fe, para que se repita la conducta de Yeshua en los fieles.
También Yeshua les anticipa a los de la fe, que por causa de esta fe serán perseguidos.
En el capitulo diecisiete, Yeshua revela que es el Sumo Sacerdote, o sea El es el representante de los de la fe ante el Padre, para que, mediante el Espíritu, sean parte de la unidad de la Divinidad.
Los capítulos dieciocho y diecinueve narran el juicio y la muerte de Yeshua.
Termina el Evangelio de Juan con la resurrección de Yeshua. Y como último pensamiento: este libro es para que los hombres lleguen a tener fe en Yeshua el Mesías, y por la fe vivan.



lunes, 23 de julio de 2012

88. El Evangelio de Juan. Cap. 20 pp

Nota. Apreciado lector, para obtener mas provecho de estas lecciones, le sugiero que no las lea en una vez, sino poco a poco cada día, a lo largo de una semana.


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Juan 20:1-10 “Cuando todavía estaba oscuro, temprano el primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro, y vio que la piedra ya había sido quitada del sepulcro. Entonces corrió y fue donde estaban Simon Pedro y el otro discípulo a quien Yeshua amaba, y les dijo: Se han llevado al Señor del sepulcro y no sabemos donde Le han puesto.
Entonces, salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corrió más rápido que Pedro, y llego primero al sepulcro; se inclino para mirar, y vio las envolturas de lino puestas allí, sin embargo no entro. En seguida, tras el llego también Simon Pedro, entro en el sepulcro, y vio las envolturas de lino puestas allí, y el sudario que había estado sobre la cabeza de Yeshua, pero no estaba puesto con las envolturas de lino, sino enrollado en un lugar aparte. Entonces también entro el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio y tuvo Fe; porque todavía no había visto la Escritura de que Yeshua debía resucitar de entre los muertos.
Inmediatamente los discípulos fueron de nuevo a sus casas.”

María Magdalena, la que estaba bajo el poder de algunos espíritus malos, a quien Yeshua libero, motivada por el amor agradecido, fue al sepulcro, al amanecer del día domingo, y encontró que la piedra que pusieron para cerrarlo había sido retirada.
Muy preocupada fue donde Pedro y en seguida donde Juan, para avisarles que el cuerpo de Yeshua no estaba en la tumba.
Los dos apóstoles, inmediatamente corrieron al sepulcro, pero Juan era mas joven y llego antes que Pedro, y miro dentro del sepulcro, pero sin entrar; allí estaban las envolturas. En seguida llego Pedro, el si entro y además noto que el sudario estaba cuidadosamente enrollado, separado de las otras envolturas, que también estaban dobladas. En otras palabras, vio que los lienzos y el sudario habían sido dejados en orden en la tumba, indicando que nada había sido hecho apresuradamente, como seria el caso si hubiera sido robado el cuerpo de Yeshua.
Después Juan se atrevió a entrar, y al mirar vacío el sepulcro tuvo fe en que Yeshua había vuelto a vivir.
Note que la fe de Juan se baso en el sentido de la vista, porque todavía no había leído los pasajes de la Biblia que anticipan la resurrección de Yeshua.
La narración de Juan no indica como reacciono Pedro al ver la tumba vacía.
En seguida los dos discípulos fueron cada uno al lugar donde se alojaban en Jerusalén, durante la Pascua.

Juan 20:11-14 “Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; mientras lloraba se inclino y miro dentro del sepulcro, y vio dos Ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Yeshua, uno a la cabecera y otro a los pies. Le preguntaron: ¿Por qué lloras? Ella les contesto: Porque se han llevado a mi Señor y no se donde Le han puesto. Al decir esto se volvió y vio que Yeshua estaba allí, pero no sabia que era Yeshua”

Después que Pedro y Juan se regresaron a la ciudad, María Magdalena todavía se quedo y continuaba llorando a la entrada de la tumba, y al mirar adentro vio a dos Ángeles, sentados a los extremos, donde había estado el cuerpo de Yeshua. Pero no se asombro al verles, quizás porque estaban con apariencia humana.
Cuando le preguntaron la razón de su llanto, ella les contesto que lloraba porque cuerpo de Yeshua había desaparecido.
Pero al virarse, ella vio a Yeshua fuera del sepulcro, no obstante no le reconoció, porque ahora la apariencia del Maestro era diferente, porque ahora tenía una naturaleza inmortal.

Juan 20:15 -17 Yeshua le dijo “Mujer, ¿Por qué lloras? ¿A quien buscas?
Ella, pensando que era el que cuidaba el huerto, Le dijo: Si usted Le ha llevado, dígame donde Le ha puesto, y yo Le llevare.
Entonces Yeshua le dijo: María.
Ella volviéndose, Le dijo en Hebreo: Raboni (que quiere decir Maestro)”

María Magdalena oyó las preguntas de Yeshua, pero pensaba que el hombre que cuidaba el huerto era el que le hablaba, y le dijo: si usted retiro el cuerpo del sepulcro dígamelo. Ella supuso que Yeshua fue puesto en ese sepulcro, porque estaba cerca de donde le crucificaron, y por lo tanto estaba allí temporalmente, porque esa era una tumba para un rico; por eso se ofreció hacerse cargo del cadáver.
Agrada notar que Yeshua estaba atento al amor agradecido de María, y quiso recompensarla, por eso se revelo a ella, y no a Pedro y Juan.
Cuando la mujer oyó su nombre, se dio cuenta que era la misma voz que le libro del poder de los demonios, por eso pudo reconocer a Yeshua.
Entonces, dándose la vuelta le hablo en hebreo, que se usaba para asuntos religiosos, y no en arameo, que era el lenguaje común, y le dijo: Raboni.
Antes, y en varias ocasiones los discípulos le llamaron a Yeshua Raboni, Maestro, sin embargo, ahora María se dirigió a El abarcando el sentido mas alto de esta palabra, que es: Mesías, Dios, porque le vio resucitado.

Juan 20: 17-18 “Yeshua le dijo, no me toques porque todavía no he subido al Padre; pero ve a Mis hermanos, y diles: Subo a Mi Padre y al Padre de ustedes, a Mi Dios y al Dios de ustedes.
Entonces María Magdalena fue y anuncio a los discípulos: ¡He visto al Señor! Además les dijo lo que El había dicho”

Ahora, cuando María quiso comprobar que Yeshua había resucitado intento tocarle, pero El le ordeno que no le toque, porque todavía ese domingo temprano, no había ascendido ante el Padre para ofrecer, como Sumo Sacerdote Su muerte por rescate de los de la fe.
A continuación le mando a María que lleve la gran noticia, que habiéndoles redimido con su muerte, subía ahora para presentarse ante Su Dios y Su Padre, que también era Dios Y Padre de ellos, y no solo de ellos, sino de todos los de la fe.
Un detalle que vale comentar: Pedro y Juan, amaban a Yeshua, pero no habían vivido la dramática experiencia de María, al ser liberada del maligno por el poder de la palabra de Yeshua, por esto no mostraban ese pesar por la muerte del Maestro, como ella.- Quizás también fue por miedo a los judíos que ellos no dejaron ver su dolor. Así que, fue por su amor agradecido, que el Padre ordeno a Su Hijo que envíe a María para comunicar a Sus discípulos la gran noticia de su resurrección y ascensión al trono del Padre.

Juan 20: 19-20 “Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, y estando cerradas las puertas de donde estaban, por el miedo de los discípulos a los Judíos, Yeshua vino y se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a ustedes. Y al decir esto, les mostró las manos y el costado. Entonces los discípulos se regocijaron al ver al Señor”

Después que Yeshua hablo con María ascendió al cielo, y ofreció su sacrificio como sumo Sacerdote para rescate de los de la fe, y para la remisión de los pecados. El Padre acepto Su gran sacrificio.
Pero, al atardecer del mismo día domingo, Yeshua regreso a la tierra, y se presento en medio de sus discípulos, sin necesidad de golpear las puertas que estaban cerradas, porque ahora su cuerpo era el de la nueva humanidad, ya no como el que tenemos ahora.
Les dijo: Paz a ustedes; ahora, si bien parece tan solo un saludo para “desearles” que tengan paz, como decir a alguien que el día le sea bueno, sin embargo, al decirles que tengan paz, les anuncio que gracias a que su sacrificio fue aceptado por el Padre, ellos tenían comunión con el Padre y con el Hijo.
Inmediatamente, el Señor les mostró Sus manos y el costado, porque conservan los agujeros de los clavos y de la lanza, para perennizar el recuerdo de Su abnegado sacrificio para salvar a la humanidad.
Ellos se regocijaron y su miedo cedió al gozo.

Juan 20: 21-23 “Yeshua les dijo otra vez: Paz a ustedes.
Como el Padre Me ha enviado, igualmente Yo les envío.
Después de decir esto, soplo sobre ellos, y les dijo: Reciban el Espíritu Santo.
Y añadió: a quienes les remitan los pecados, les son remitidos, a quienes retengan los pecados, les son retenidos”

El Maestro les reitera la comunión con el Padre y el Hijo, cuando les dijo Paz a ustedes, para que teniendo como fundamento esta relación con el Padre, gracias a que Yeshua es ya el Sumo Sacerdote de ellos, les envía, para que Le reemplacen en el mundo, revelando en sus vidas Su conducta y Sus enseñanzas, por que a partir de ese entonces, esa será la manera como el Padre se de a conocer a los hombres.
Y para que cumplan esta misión les dio el Espíritu Santo. Entonces soplo sobre ellos, de manera que al sentir el aire sepan que ya están capacitados con el Espíritu para realizar su tarea.
Aquí hay que indicar que el Espíritu Santo antes de dirigirles a cumplir su misión, tenia que restaurarles el entendimiento, para que las obras y palabras de Yeshua las encuentren en las Escrituras, porque solo así podría realizar la tarea que el Señor les encomendó.
También, les anuncio que en el caso que remitan los pecados de alguien, El será solidario y hará efectiva la remisión de los pecados de esa persona. Hay que recordar que solo Dios puede remitir los pecados, por esto el Señor es claro al decirles, usando el subjuntivo del verbo remitir, que El hará realidad la remisión, respaldando a Sus discípulos. Igualmente respecto a la retención, o sea en el caso que ellos retengan pecados de alguien, Yeshua Sumo Pontífice hará tal retensión.
Por ultimo, la muerte de Yeshua después de una vida victoriosa es como la raíz de un árbol, pero gracias a su resurrección esa victoria, como el fruto, es una realidad diaria en la vida de los creyentes.

martes, 17 de julio de 2012

87. El Evangelio de Juan. Cap.19 sp.

Nota. Apreciado lector, para obtener mas provecho de estas lecciones, le sugiero que no las lea en una vez, sino poco a poco cada día, a lo largo de una semana.


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Juan 19:23-24 “Los soldados, cuando crucificaron a Yeshua, tomaron sus vestidos e hicieron cuatro partes, una para cada soldado; pero la tunica que tenia era sin costura, tejida en una sola pieza; por lo tanto se dijeron unos a otros: No la rompamos sino echemos suertes sobre ella, para saber de quien será. Los soldados hicieron esto para que se cumpliera la Escritura: Repartieron entre si Mis vestidos y sobre mi ropa echaron suertes”

Ocurrió que los soldados antes de clavar a Yeshua en la cruz, le desvistieron, y se repartieron su ropa, entonces el Salvador quedo solo con la tunica interior; ellos vieron que no podían repartirse esta prenda, porque era una sola pieza, por esto decidieron sortearla. Así hicieron lo que estaba anticipado en el Salmos 22:18 “Se repartieron entre si mis vestidos y mi ropa sortearon” O sea, el Espíritu de Dios obro en los soldados, para que inconcientemente hagan lo que estaba profetizado del Mesías. Ahora, esto hizo Dios, en primer lugar para facilitar que los Judíos identifiquen a Yeshua, como el Mesías, y en segundo lugar, para que los gentiles sepan que Dios planeo desde la antigüedad, con todo detalle, entregar a su Hijo a la muerte, para que les salve.

Juan 19:25-27 “Ahora, junto a la cruz de Yeshua estaban Su madre, y la hermana de Su madre, así mismo María, la mujer de Cleofas, y María Magdalena. Y cuando Yeshua vio a Su madre, y al discípulo a quien El amaba, que estaba allí cerca, dijo a Su madre: Mujer, ahí esta tu hijo, en seguida dijo al discípulo: Ahí esta tu madre.
Y desde aquella hora el discípulo le recibió en su propia casa.”

Los dolores en las manos y pies causados por los clavos y por los azotes, la angustia por el mal que heredo como los descendientes de Adán, así como los pecados de los hombres que llevo a la cruz, además del sufrimiento por el sentirse lejos de Su Padre, sin embargo, todo esto no le impidió pensar en el hecho que su madre quedaba sola; por esto le encargo a Juan para que vele por ella. Este discípulo, que era primo hermano de Yeshua, en seguida recibió a su tía, la madre de Yeshua, en su casa.
Este último hecho hace entender que María no tenía otros hijos, es decir el Maestro no tenía hermanos, por eso le pide a Juan que se haga cargo de su mama. Ahora, los hermanos que mencionan las escrituras, deben haber sido hijos de José, en un matrimonio previo.

Juan 19:28-30 “En seguida de esto, sabiendo Yeshua que todo fue consumado. Y para que se cumpliera la escritura, dijo: Tengo sed.
Allí había una vasija llena de vinagre. Entonces colocaron una esponja empapada en vinagre en una rama de hisopo, y se la acercaron a la boca.
Y cuando Yeshua, hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es.
Inmediatamente, inclinando la cabeza, entrego su espíritu”

Después de arreglar la situación de Su madre, Yeshua, vio que había hecho y dicho todo lo que el Padre le ordeno, en otras palabras, llego a la conclusión que nada mas tenia que hacer, excepto cumplir la profecía de Salmos 69:21 “…y para mi sed me dieron para beber vinagre” por esto, aviso que tenia sed.
Tan pronto los soldados oyeron que tenía sed, pusieron vinagre en una esponja, la ataron a una rama de una planta de hisopo, y le dieron a Yeshua, entonces El tomo ese liquido para humedecer su boca.
En seguida, seguro de haber terminado Su misión, anuncio a gran voz: ¡Todo he cumplido!
Inmediatamente agacho su cabeza y murió.

En este punto, es necesario revisar el drama que empezó con Adán y continuo a lo largo de la historia, para entender mejor las causas de la muerte de Yeshua.- Los hechos son así:
1.- Adán cae y debe morir; por la razón que sigue: Así como una sombra no se proyecta separada del cuerpo y de la luz, igualmente Adán, al desobedecer se aparto de su Creador, y ya no podía vivir. De esta manera, la semilla, o mal que el Malo sembró en Eva y Adán, produjo la muerte. Ahora, esta semilla paso a todos sus descendientes. O sea que, esta en todos los humanos, esto incluye a María, la madre de Yeshua, y por lo tanto, El también recibe de ella esa semilla, por esto, El debe morir, como todo humano. Sin embargo, la diferencia es que no cede nunca al dominio del mal, es decir vence toda tentación. En otras palabras, El muere sin haber cometido algún pecado.
Aquí hay que aclarar que Yeshua, murió representando a toda la humanidad, porque también Adán, represento a la humanidad.- Tan verdadero es esto, tanto, que todos tenemos la semilla de Satanás y debemos morir como el.
También hay que indicar, que la semilla del mal ya no fructifica cuando la persona muere. Por esto Yeshua muere, pero sin nunca haberse sometido al mal. De esta manera acabo con el poder del pecado, para beneficio de todos los creyentes, por que El es su representante.
Explico el punto de que Yeshua acabo con el poder del mal en los creyentes, es decir, el poder de la semilla que el diablo puso en Adán y Eva, con un ejemplo: Si se quiere destruir un árbol malo, se pueden hacer dos cosas: Primera. Sacarlo desde la raíz, o, segunda, se quita toda la tierra que sustenta la raíz.- Yeshua hizo lo segundo, así que su cuerpo muerto seria como la tierra que se quita a la raíz.
2. También otra razón de la muerte de Yeshua es la siguiente:
Por un lado, cuando Adán cayo, el dominio de la tierra quedo bajo Satanás. Por otro lado, Dios les promete a Abraham y a su familia un pedazo de tierra, que se extiende desde el río Nilo, en Egipto, hasta el río Eufrates, en Irak. No obstante, tenga presente que el dominio de la tierra tiene Satanás, incluyendo la que Dios le prometió al Patriarca. Por esto, el Señor al hacer esa oferta, indica que tiene el plan de recuperar el control de este mundo.
Además, El Todopoderoso le asegura a Abraham que cumplirá esta promesa, mediante un pacto (Gen 15:18) hecho con el sacrificio de animales, sacrificio que figura a la muerte de Yeshua. Es decir, la muerte de Yeshua es el pago de Dios para recobrar esta tierra, a fin de entregarla a los descendientes del Patriarca, que son los de la fe de Abraham.
3. El tercer hecho que muestra la necesidad de la muerte de Yeshua para salvar al hombre es el pacto que Dios hizo con Israel por medio de Moisés. En ese pacto, Dios se comprometió a hacer que los descendientes de Abraham, los Israelitas, sean: Primero: Su tesoro especial, de entre toda la humanidad. Segundo: Sean un reino de sacerdotes. 3: Una nación santa; pero con la condición que presten atención a sus palabras y le obedezcan.
Ahora, en el caso que no le obedezcan, ocurren dos sanciones: Primera, este pacto se anula. Segunda, los desobedientes deben morir, porque este pacto fue hecho con sacrificios de animales. (Lea Éxodo 24: 5-8). Reitero, estos sacrificios afirman que cualquiera de las dos partes que no cumpla lo pactado, debe morir.
A más de estas estipulaciones, Yahweh, les dio las instrucciones para que hagan un Tabernáculo, con el fin de enseñarles, que en el caso que le desobedezcan, no termine este pacto, sino que un animal sacrificado les represente, y les sustituya en el castigo de la muerte. En otras palabras, el Israelita que desobedeció los mandamientos de Dios, debe traer un animal y matarlo, en la entrada del Tabernáculo.
Entonces tenga presente, primero: Que las rupturas del pacto de Moisés por desobedecer los 10 mandamientos, son los frutos naturales de la semilla del mal, que Satanás sembró en la humanidad, y segundo: la muerte de un israelita culpable, podía ser sustituida por la muerte de un animal. Ahora, note que el animal para este sacrificio figura a Yeshua. En otras palabras, Yeshua les sustituyo a los israelitas que rompieron los 10 mandamientos, haciendo propios los crímenes y pecados de ellos, y los cargo en su cuerpo a la cruz.
En resumen, por la desobediencia a los 10 mandamientos, el Salvador debía morir, en lugar de los culpables.

Juan 19: 31-34 “ Después los Judíos, como era el día de la preparación, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y les llevaran, a fin de que los cuerpos no se quedaran en la cruz el día de reposo, porque ese día de reposo era muy solemne.
Entonces fueron los soldados y quebraron las piernas del primero, y también del otro que había sido crucificado con Yeshua, Pero cuando llegaron a Yeshua, como vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas; mas bien uno de los soldados le traspaso el costado con una lanza, y en seguida salio sangre y agua.”

Después de los fenómenos sobrenaturales que acompañaron la muerte de Yeshua, los Judíos preocupados para no romper sus ordenanzas respecto al reposo sabático, le pidieron al gobernador, que como todavía no habían muerto los tres ajusticiados, les rompieran las piernas para terminar su larga agonía, y acelerar su muerte, con el fin de bajarles de sus cruces, y no continúen a la vista del publico, en la fiesta de la Pascua.
Pilato les concedió su petición y ordeno a los soldados romper las piernas a los condenados. Estos rompieron las piernas de los dos compañeros de Yeshua, porque todavía no habían muerto, pero, en el caso del Salvador no fue necesario, por que El ya estaba muerto. Entonces, para confirmar su muerte, le hirieron el costado, y Le salio sangre y agua.
Algunos piensan que ocurrió este fenómeno porque Yeshua murió de un ataque al corazón.

Juan 19:35-37 “Y el que ha visto, ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero; y el sabe que dice la verdad, con el fin que ustedes también tengan fe. Porque esto sucedió para que se cumpliera la escritura: “No será quebrado hueso Suyo”, y también otra escritura, que dice: “Miraran a Aquel que traspasaron”

Resalta que los detalles del gran sacrificio de Yeshua, fueron anticipados más de 2000 anos, y están registrados en la Biblia. Y así, el primero en Éxodo 12:46, y el segundo en Zacarías 12:10, para que identifiquemos a Yeshua como el Cordero que Dios dio para salvarnos.

Juan 19:38-42 “Después de esto, José de Arimatea, discípulo de Yeshua, aunque en secreto por miedo a los Judíos, pidió a Pilato autorización para llevarse el cuerpo de Yeshua.
Y Pilato le concedió el permiso. En seguida, José vino y se llevo el cuerpo de Yeshua.
Y Nicodemo, el que antes había venido de noche a Yeshua, también vino trayendo una mezcla de mirra y aloe, como de treinta y tres kilos.
Entonces, cuando tomaron el cuerpo de Yeshua, lo envolvieron en telas de lino con especies aromáticas; como es la costumbre sepultar entre los judíos.
Por otro lado, en el lugar donde fue crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual todavía no habían sepultado a nadie. Así que, por causa del día de la preparación de los Judíos, y como el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Yeshua.”

Los detalles de la sepultura de Yeshua, al igual que su muerte, fueron profetizados. De esta manera nada fue improvisado, aunque se pudiera pensar que algunas cosas, por ejemplo su sepultura, si. Pero, lo cierto es que el Padre tuvo el control de todas y cada una de las etapas de la salvación.
Por otro lado, José era de influencia en la sociedad judía, y en Pilato, por esto fue a el, sin necesidad de consultar al Sanedrín, o de una cita previa con el gobernador. Más bien, el romano pronto accedió al pedido del José.
Así estos dos adinerados discípulos honraron a su Maestro, aunque de muerto, sepultándole como a un rico.



viernes, 6 de julio de 2012

86. El Evangelio de Juan. Cap. 19 pp.

Nota. Apreciado lector, para obtener mas provecho de estas lecciones, le sugiero que no las lea en una vez, sino poco a poco cada día, a lo largo de una semana.


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S. Juan Cap. 19:1-3 “Y entonces, Pilato tomo a Yeshua y Le azoto. Y los soldados tejieron una corana de espinas, la pusieron sobre Su cabeza, además Le vistieron con un manto de púrpura y le decían: ¡Salve rey de los Judíos!”

Presionado, tanto por las voces a gritos de los judíos que pedían que suelte al ladrón Barrabas, como por el miedo a no ser fiel al Emperador, Pilato hizo flagelar a Yeshua, y dejo que sus soldados hicieran una corona con ramas espinosas y Le coronaran, al mismo tiempo, le cubrieran con un manto púrpura, y le saludaran. Estos hombres impíos le disfrazaron de rey al Salvador, para burlarse, y al mismo tiempo le pegaron en las mejillas, para humillarle.
Cabe indicar que todo el sufrimiento del Salvador fue anticipado en la Ley y especialmente en el Cap. 53 de Isaías. Es decir, el Padre le envió a Su Hijo para que, coma el representante de la raza humana, venciera nuestra rebelión y desobediencia a El, aun en la humillación mas extrema. En pocas palabras, Yeshua, mediante Su sufrimiento, les rescato a los creyentes, en si mismo, del poder de Satanás.
Dicho de otro modo, el maligno esclaviza al hombre por medio de la semilla que planto en la humanidad, cuando Adán cayo, pero Yeshua le venció en si mismo, para nuestro beneficio.
Le reitero, la descripción de los sufrimientos del Mesías, deja claro: que Dios nos salvo en Yeshua.

Juan 19: 4-11 “Pilato salio otra vez, y les dijo: Miren, Le traigo fuera, para que sepan que no encuentro ningún delito en El.
Cuando Yeshua salio fuera todavía llevaba la corona de espinas y el manto púrpura. Entonces Pilato les dijo: Aquí esta el Hombre.
Pero, tan pronto le vieron los principales sacerdotes y los guardias, gritaron: ¡Crucifícale, Crucifícale!
Pilato les dijo: Tómenlo y crucifíquenle ustedes mismos, porque yo no encuentro ningún delito en El.
Los judíos le contestaron: Nosotros tenemos una ley, y según esta ley El debe morir, porque se hizo Hijo de Dios.
Por consiguiente, cuando Pilato oyó estas palabras, se atemorizo aun más. Y en seguida, nuevamente entro en el pretorio, y le dijo a Yeshua: ¿De donde eres Tú? Pero Yeshua no le dio respuesta.
Entonces Pilato Le dijo: ¿A mi no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte, y que tengo autoridad para crucificarte? Yeshua le respondió: Ninguna autoridad tendrías sobre Mi si no se hubiera dado de arriba; por esto el que Me entrego a ti, tiene mayor pecado.”

El Procurador romano le hizo azotar, y dejo que sus soldados se mofen y le agredan físicamente para calmar los ánimos de los Judíos, y porque no se sentía fuerte como para enfrentarles; y cuando creyó que logro su objetivo, les mostró a Yeshua, sangrando y disfrazado de rey, y les reitero: Aunque este hombre es inocente, sin embargo le he castigado: ¡Mírenlo! No obstante, era tanto el odio a Yeshua, de los sacerdotes y de sus secuaces, que al verle empezaron a pedir a gritos que Le castigue, ¡crucificándole!
Entonces el gobernador les reafirmo a los sacerdotes que no había un motivo para crucificar a Yeshua, y que por lo tanto les daba la responsabilidad de ejecutarle.
Inmediatamente le dijeron, si tiene un delito: Se hizo Hijo de Dios, y de acuerdo a nuestra ley, debe morir.
Cuando Pilato escucho esa acusación tuvo mas miedo, porque el emperador romano, a quien el servia, también decía ser hijo de dios. En seguida entro en la sala de juicio y le pregunto a Yeshua, ¿De donde eres?
Pero Yeshua guardo silencio, y Pilato se irrito al no recibir respuesta, y le recordó que el tenia el poder para librarle o ajusticiarle. Entonces el Salvador le dijo: No tienes autoridad de ti mismo, porque tu autoridad te la dio Dios. Así mismo, le advirtió al gobernador de su pecado, además le aviso que el pecado de los sumos sacerdotes y de los escribas era mas grave que el suyo.

Juan 19:12-16 “Como resultado de esto, Pilato insistía en soltar a Yeshua, pero los Judíos gritaron: ¡si suelta a Este, usted no es amigo del Cesar!; todo el que se hace rey, rechaza al Cesar.
Cuando Pilato oyó estas palabras, inmediatamente saco fuera a Yeshua, y se sentó en el tribunal, en un lugar llamado el Empedrado, y en hebreo: Gabata.
Y era el día para la preparación para la Pascua, eran como la seis de la mañana. Entonces Pilato dijo a los Judíos: ¡Aquí esta su Rey!
Ellos gritaron: ¡Fuera! ¡Fuera! ¡Crucifíquele! Pero Pilato les dijo: ¿He de crucificar a su rey? Los sumos sacerdotes le contestaron: ¡No tenemos otro rey que el Cesar!
Por consiguiente, Pilato Le entrego a ellos para que sea crucificado”

Cuando Yeshua le dijo a Pilato su pecado, el busco la manera de liberarle, pero los Judíos, estando al tanto de la intención del romano, le dijeron que siendo oficial del Cesar, no podía dejar libre a Yeshua, porque El dice ser rey, por lo tanto es opuesto al Cesar. En otras palabras, los sacerdotes le hicieron ver a Pilato que Yeshua era culpable, porque dacia que es Rey.
Ante ese argumento, no le quedo otra cosa a Pilato que decretar la muerte de Yeshua. Entonces salio donde estaban los judíos, y accedió a crucificar a Yeshua, no sin antes decirles: ¡Miren: Es su Rey!
Al oír a Pilato, otra vez los judíos gritaron que ejecute la sentencia y que crucifique al Salvador. Sin embargo el gobernador hizo hincapié en que Yeshua era el rey de los judíos. Entonces los sumos sacerdotes, para que Pilato no presione para liberar a Yeshua, le dijeron: Nuestro único rey es el Emperador romano.
Con esta declaración, las autoridades Judías colmaron su pecado, y rechazaron al Rey Mesías.
Finalmente, Pilato mando crucificar al Yeshua.

Juan 19:17-18 “Y tomaron a Yeshua, y El salio cargando Su cruz, al sitio llamado el Lugar de la Calavera, que en Hebreo se dice Gólgota, donde Le crucificaron, y con El a otros dos, uno a cada lado y Yeshua en el medio”

Yeshua cargo su cruz hasta el Gólgota, y en ella le clavaron las manos y los pies.
Es difícil imaginar el dolor que sufrió cuando le clavaron en la cruz, pero a pesar que tenia muy clara la misión que le dio el Padre, no obstante el dolor le quebranto.
Por otro lado, el Padre no estaba descargando en El, en la crucifixión, su ira contra el hombre pecador, sino venciendo la rebelión sembrada por el maligno en los seres humanos, mediante la perfecta obediencia de Yeshua en su crucifixión. De esta manera el Salvador subrogo a los creyentes, para que estos ya no sean esclavos del diablo.
Al pensar y analizar la crucifixión del Mesías, se afirma en la mente la verdad, que EN Yeshua, el Padre salvo al pecador.
Por otro lado, junto con El crucificaron a dos malhechores. Así quedo expuesto a pública vergüenza el Dios encarnado.

Juan 19: 19-22.”Pilato también escribió un letrero, y lo puso sobre la cruz. En este estaba escrito: Yeshua, El Nazareno, el Rey de los Judíos.
Muchos Judíos leyeron esta inscripción, porque el lugar donde Yeshua fue crucificado estaba cerca de la ciudad, además estaba escrito en Hebreo, en Latín y en Griego.
Por esta razón, los principales sacerdotes de los Judíos, decían a Pilato: No escribas: El rey de los Judíos; sino que El dijo: Yo soy el rey de los Judíos.
Pero Pilato les respondió: Lo que he escrito, he escrito.”

La ley romana estipulaba que en la cabecera de la cruz se ponga la razón del castigo, por esto Pilato hizo escribir: Yeshua El Nazareno, el Rey de los Judíos. Es decir, los dirigentes religiosos Judíos encontraron culpable a Yeshua de ser el Mesías, prometido, el Rey de Israel. De esta manera, muchísimos Judíos que habían venido de varios países para celebrar la Pascua, en obediencia a la Ley, vieron al Mesías Prometido, Sacrificado para salvación.
Al darse cuenta los sumos sacerdotes de que ese letrero también enseñaba que Yeshua es el Mesías Prometido, los sumos sacerdotes pidieron a Pilato que cambie la redacción de la condena, pero el gobernador les negó su pedido.
La gran salvación que Dios nos ofrece como un regalo, se la recibe por fe. Ahora recordando que la fe, también un regalo del Padre, se desarrolla al leer la Palabra, entendiéndola, a fin de que se grave en la memoria.