A pesar de que el hombre tiene aversión y desconfianza natural de Dios, Él se acercó al humano, haciéndose un hombre, que vivió para bendecir. Después murió para romper con su amor la enemistad humana, para que todo el que preste atención a Su historia, llegue a tener amistad íntima con El. Y cuando caigan los juicios divinos en este mundo, Jesús le cubrirá al creyente con su vida.
Romanos 5:11 “Y no
solo esto, sino que también nos gloriamos en Dios mediante Nuestro Señor Jesús,
el Mesías; por medio de quien ahora hemos recibido la reconciliación”
Los primeros once versículos de este capítulo nos detallan
los beneficios de retener en la mente la historia de Jesús. Y uno de estos
beneficios es ahora gloriarnos en Dios, es decir sentirnos orgullosos de tener
al Padre de Jesús como nuestro Dios, tenerle como nuestro refugio, consuelo y
fortaleza. Verle como nuestro Amigo a la Fuente del amor, la misericordia y
compasión.
Romanos 5:12 “Ya que,
así como el pecado entro en el mundo por medio de un hombre, y por medio del pecado la muerte; y la muerte cubrió a todos los hombres, porque
todos pecaron”
El origen de la muerte de la humanidad fue así: Adán no
presto atención a la advertencia de
Dios, comió el fruto prohibido y se apartó
de Dios. Al alejarse de la vida, le domino
la muerte. Por otro lado, Dios creo a la humanidad como integrando un
cuerpo, siendo Adán la cabeza, y el resto de la humanidad el cuerpo, por eso al
pecar la cabeza todo el cuerpo peco, y quedo bajo el poder de la muerte.
Romanos 5:13 “Antes
de la ley había pecado en el mundo, pero el pecado no se toma en cuenta cuando
no hay ley”
Dios promulgo los diez mandamientos más de dos mil años después de que Adán peco. Es
decir los hombres no tomaron en cuenta
el pecado durante todo ese tiempo. Entonces Dios dio la ley en el Sinaí, para
que por lo menos los israelitas tomen en cuenta sus pecados. Por lo tanto, Dios
no dio los diez mandamientos para frenar
al pecado, sino para ver el pecado.
Romanos 5:14 “Sin
embargo la muerte reino desde Adán hasta Moisés, sobre los que no pecaron con
una transgresión parecida a la de Adán, quien es figura de Aquel que debía de
venir”
Imagine al pecado como un aguijón venenoso mortal, invisible
sin los diez mandamientos. Por eso antes
de que sean dados los diez mandamientos en el Sinaí, todos nacían, crecían y
morían, porque la muerte, que es el efecto del pecado es una realidad aunque este
se haga invisible. Por otro lado, Jesús es la cabeza de la segunda humanidad,
por eso Adán fue Su figura.
Romanos 5:15 “Por
otro lado, el regalo no es como la transgresión. Porque si por la transgresión
de uno murieron muchos, mucho más la gracia y el don en la gracia de un hombre,
Jesús el Mesías, sobreabundan para muchos”
Dios condeno a morir a la humanidad cuando cayó Adán. Eso fue una injusticia. Pero Dios mostro Su justicia en la crucifixión y muerte de Jesús, porque derramo Su perdón en abundancia y dio la vida
eterna a todo el que preste atención y
comprenda la historia de Jesús,
especialmente en la cruz.
Romanos 5:16 “El
regalo no fue equivalente al pecado de uno, o el don no fue para compensar el juicio de condenación de uno, sino que el regalo fue por causa de innumerables transgresiones
para justificación”
La aparente injusticia de Dios al condenar a la humanidad a
la muerte, cuando Adán cayo, fue remediada con creces, porque Jesús en la cruz
“la fuente de perdón y de vida” es el
regalo de amor de Dios al hombre; como se lee “Tanto amo Dios al mundo, que dio
a Su Hijo unigénito para que todo el que tenga fe en El, no se pierda, sino
tenga vida eterna”