sábado, 29 de noviembre de 2014

189. Dios es Amor

 Juan 4:14 “Pero el que beba del agua que yo le daré no tendrá sed jamás, porque el agua que yo le daré llegara a ser una fuente de agua que fluya hacia la vida eterna”

El agua  que Jesús quiso darle de beber a la samaritana fue la vivencia del amor misericordioso y abnegado del Padre a todo pecador; porque fue la compasión de Dios al caído la  que motivo la misión del Señor. Así mismo ahora,  esta misericordia del Padre derramada por medio del Salvador da vida, es inagotable y aumentara  hasta la muerte del que toma en serio la historia de Su Hijo.
Juan 4:15 “La mujer le dice: Dame esa agua, a fin de que no tenga sed y no venga aquí a sacarla”

La samaritana pensó que Jesús le ofreció agua con propiedades únicas, por eso le pidió  que le de agua porque le evitaría  el viaje al pozo, que además de cansado  le ponía en  peligro de  encontrarse con algunas mujeres que conocían su vida. Pero el Señor vio en la samaritana una persona que llevaba la carga de su pasado, y quería darle descanso, al comunicarle el evangelio del perdón de sus pecados.
Juan 4:16-18 “Jesús le dijo: Ve, y llama a tu marido y ven acá. La mujer le respondió: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido, porque has tenido cinco maridos y el que ahora tienes no es tu marido; en esto has dicho la verdad”

Esta señora  iba al pozo a sacar agua a medio día, porque se avergonzaba de su vida, y  temía encontrarse con alguna mujer a la que le había quitado el marido,  por eso le pareció muy conveniente aceptar la oferta del Salvador. Por otro lado, tan pronto ella le pidió  agua a Jesús, El quito el  velo de su vida de pecado para que sienta necesidad del agua viva, que es el perdón y  la salvación en Jesús.
Juan 4:19 -20 “Le dijo la mujer, me parece que Tu eres profeta. Ahora, nuestros antepasados adoraron en este monte, y ustedes dicen que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar”

La samaritana oyó a Jesús descubrir su vida, y  pensó que Él era un profeta, más no el Profeta, el Mesías, que Dios prometió por medio de Moisés. En seguida cambio de  tema, y quiso  saber desde que  lugar había que adorar ¿dónde los samaritanos adoran, o en Jerusalén?  Si bien el Señor le aclaro este tema, sin embargo no se desvió de su objetivo: cubrir los pecados de esa mujer con  el agua de vida.                                                                                                                        
Juan 4:21 “Jesús le dijo: Mujer créeme, viene la hora que ni en este monte ni en Jerusalén adoraran al Padre”

Había  enemistad entre los judíos y samaritanos, desde que los judíos regresaron del  cautiverio en Babilonia, porque los samaritanos les atacaron  mientras reconstruían Jerusalén, en venganza  ellos no les dejaron  adorar en su templo. Pero Jesús le anuncio a la samaritana que estaba por empezar una forma distinta, accesible para todos para adorar al Dios del cielo en todo lugar.
Juan 4:23 “Pero pronto viene la hora, cuando los verdaderos adoradores adoraran al Padre en espíritu y en verdad, porque el Padre busca  a estos que Le adoren”

En el pacto Mosaico, adoraban a Dios postrándose en homenaje y reconocimiento por sus favores, y solo  en el templo de Jerusalén. Pero este culto era mecánico, y el Padre repetidamente, por medio de los profetas, expreso su desagrado a tal adoración. Por esto Jesús dijo que Dios buscara humanos, que al pensar en el sacrificio de Su Hijo despierten a Su misericordia,  y   en respuesta le adoren.
Juan 4:24 “Dios es Espíritu,  y los que  adoran es necesario que le adoren en espíritu y en verdad”

Dios no es un Ser físico, es inmaterial; entonces tenemos que pensar que el Padre es como la energía que no se ve, pero Su misericordia y compasión se sienten. Sin embargo es un Ser Personal, por esto Jesús dice que hay que adorarle con los pensamientos, o sea  en espíritu y por medio de El, de acuerdo a las escrituras. Únicamente el Espíritu Santo es el que activa la mente para adorar  al Padre.

viernes, 21 de noviembre de 2014

188. Dios es Amor.

 Juan 3:19  “Este es el juicio: que la Luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la Luz, porque sus acciones eran malas”

Jesús le indico al maestro judío, que Dios juzgara solo a los que no han valorado Su vida, porque la vida de Él, o sea sus actos, pensamientos, enseñanzas y muerte, son la luz que alumbra a los hombres para que vean el amor del Padre a los pecadores. Por otro lado, los pecados de los hombres entraran en el juicio solo para revelar la razón por la que ellos no apreciaron la vida de Jesús.
Juan 3:20 “Porque todo el que practica lo malo odia la Luz y no viene a la Luz, para que sus acciones no sean reprochadas”

Todos hacemos actos, y decimos palabras equivocadas, impulsivamente, pero cuando se hacen habitualmente acciones, o se dicen palabras que humillan, ofenden a otros, y no se piden disculpas a los afectados, subconscientemente se rechaza oír, peor pensar en la historia de Jesús, porque la vida de Él no se la ve para salvación, sino para condenar. Pero esas personas deben saber que esa Vida nunca condena, siempre salva.
Juan 3:21 “Pero el que hace la verdad viene a la Luz, para que sea manifestado que sus obras han sido  hechas en Dios”

Sigue Jesús Su  explicación a Nicodemo, y le dice que el que hace la verdad es  el que está consciente del mal moral que sufre, por esto se fija en la historia de Jesús, y comprende que  los hechos y la conducta pura del Señor son  para recubrir su mal. Todo esto por la obra de Dios en él.
Juan 3:29 “El que tiene a la esposa es el esposo, más el amigo del esposo le oye y se alegra con la voz del esposo. Por esto mi gozo está completo”

Juan el bautista explico a sus discípulos la relación de Jesús con los que Le seguían, y  la relación  con él. El lazo de Jesús con sus discípulos es un vínculo de amor  de un esposo  con su esposa, porque El los ama como  un esposo a su esposa, y la relación con Juan el bautista es como la del primer testigo del novio, es decir es para hacer valida la unión de amor de Jesús con los que prestan atención a Su historia, o sea con los de la fe.
Juan 3:34 “Porque a Quien envió Dios habla las palabras de Dios, porque Dios no da el Espíritu con medida”

Juan el bautista también explico a sus discípulos que Jesús solo ensena las Palabras que el Padre le indico, para revelar a sus oyentes Su misión  de Cordero de Dios que toma el pecado del mundo. Así mismo, Juan les dijo que junto a las  palabras de Jesús, va el Espíritu Santo. Dicho en otra forma, al que oye con interés, y retiene la historia del sacrificio de Jesús, Dios le da el Espíritu Santo.
Juan 3:36 “El que cree al Hijo tiene vida eterna, pero el que no es persuadido por el Hijo no vera la vida, al contrario, el castigo de Dios permanece en el”

El bautista insistió en  dirigir la atención de sus discípulos a Jesús, y les dijo que el que toma en serio lo dicho por  Él tiene vida eterna. Recuerde que el Espíritu Santo da la vida, es decir el que es convencido por las palabras de Jesús vive para siempre,  gracias a que recibe el Espíritu Santo.  Por otro lado, el que no es impresionado por las palabras de  Jesús, es destinado a  no resucitar para vivir eternamente.
Juan 4:10 “Jesús le respondió: Si te hubieras dado cuenta del Don de Dios, y de Quien es El que te dice: Dame de beber, tú le habrías pedido, y Él te habría dado agua viva”

Las palabras del Salvador a la samaritana indican Su  disposición para dar el agua viva al que le pida. La samaritana no era una persona virtuosa, al contrario era de pasiones fuertes, lo que indica que el Señor no vino a buscar justos, sino pecadores. Desde otro ángulo, el agua de vida es el agua corriente que trae vida, por esto  es figura de la revelación de la misión de Jesús el Mesías.   

 

viernes, 14 de noviembre de 2014

187. Dios es Amor.

 Juan 3:12 “Si les he hablado lo de la tierra y no creen ¿De qué manera creerán lo del cielo?

El nacimiento por obra de Dios es difícil creer hasta que la mente cede al amor del Padre. Amor que  Jesús muestra en Su vida y que culmina con Su muerte. Así que al  comprender que todo lo que hizo Jesús en la tierra es fruto del amor de Padre al pecador; y cuando  el Espíritu Santo le ayuda al pecador a reflexionar sobre su vida, entonces siente la necesidad de  la intervención amorosa y sobrenatural del Padre, y cree en el engendramiento de lo alto.
Juan 3:13 “Nadie ha subido al cielo, sino el que bajo del cielo, es decir el Hijo del Hombre que está en el cielo”

El Verbo descendió del cielo para hacerse humano. Pero  estando físicamente en la tierra, no puede estar en el cielo. La única forma es con la mente, sus pensamientos estaban en comunión constante con Dios, y de esta forma Dios el Padre estaba conectado con la humanidad caída mediante Jesús. De modo que le Hijo del Hombre es como una escalera espiritual que une el cielo y la tierra.
Juan 3:14 “Y como Moisés levanto la serpiente en el desierto, así es necesario que sea levantado el Hijo del Hombre” 

Cuando Dios les retiro la protección a los israelitas en el camino a  la tierra prometida, les atacaron las serpientes que infestaban el desierto; muchos murieron, y pidieron ayuda a Dios. Él le dijo a Moisés que haga una serpiente de bronce, imagen de las que les atacaron, y que la ponga en un mástil, para que todo el que la mire sea sanado. Con esta historia Jesús revelo a Nicodemo que Él debía ser levantado en una cruz  para salvar a todo el que preste atención a Su sacrificio.
Juan 3:15 “Con el fin de que todo el que tenga fe en Él no perezca, sino tenga vida eterna”

Jesús comparo cuando El este en la cruz a la serpiente, en el mástil,  imagen de las serpientes que mataron a muchos israelitas, porque se hará pecado y muerte, al tomar los pecados de la humanidad, y pasara a la historia  expuesto  en la cruz, para que todo el que retenga en sus pensamientos Su sacrificio, reciba la vida, el Espíritu Santo; y  en caso que  muera resucite, para vivir por la eternidad.  
Juan 3:16 “Porque Dios amo de esta manera al mundo: Dio a Su Hijo único, con el fin que todo el que tenga fe en El, no se pierda, sino tenga vida eterna”

Jesús revelo que el motivo del Padre  para enviarle a la tierra fue Su amor al hombre. De las entrañas  de Su ser Le lleno de  compasión, misericordia,  bondad, lealtad  para derramar en nosotros, a fin de que  no terminemos en la muerte, sino que resucitemos para vivir eternamente.  Es decir, no  le motivo a Dios Su aversión al mal para enviar a Su Hijo, sino Su amor compasivo,  para que acabe en la cruz  con el pecado  que nos destruye. 
Juan 3:17 “Porque Dios no envió a Su Hijo con el propósito de condenar al mundo, al contrario, con el fin de salvar al mundo por medios de El”

Los actos que hizo Dios por medio de Su Hijo no fueron para condenar al hombre por sus maldades, sino para derramarle su misericordia y compasión.  Es decir, el Padre no le toma en cuenta al hombre su maldad, al contrario le da Su amor a través de la vida y   sacrificio de Su Hijo, para  perdonarle  los pecados, y  hacerle agente de Su gracia, al que preste atención al sacrificio de Su Hijo.  
Juan 3:18 “El que tiene fe en Él no es juzgado, pero el que no tiene fe ya ha sido condenado, porque no ha tenido fe en el nombre del único Hijo de Dios”

Jesús le explica a Nicodemo que  la salvación es solo por la fe,  y la incredulidad es fundamento de la condenación, en otras palabras, la obediencia,  la piedad personal no ganan la salvación, sino el retener en la mente la historia de Jesús, porque esta historia es como un manto que cubre el mal natural del hombre; por esto,  la condenación no es por la maldad del hombre, sino por no prestar atención a la historia del Hijo de Dios.

 

viernes, 7 de noviembre de 2014

186. Dios es Amor.

 Juan 3:3 “Jesús le contesto: En Verdad,  te digo: Si alguien no es engendrado de lo alto, no puede ver el reino de Dios”

Con estas palabras  Jesús le contesto  la salutación a Nicodemo, y resolvió su inquietud espiritual. Este líder religioso se sentía espiritualmente vacío, y  anhelaba tener comunión con Dios. Jesús le dijo que el Padre debe  sembrar en su mente la historia de la vida,  muerte y  resurrección del Mesías, que es como la semilla de la misericordia del Padre, que crecerá y  llenara de vida su espíritu.

Juan 3:4 “Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer, siendo ya viejo? ¿Acaso puede entrar al vientre de su madre, por segunda vez, para nacer?
Cuando Jesús le hablo a Nicodemo del engendramiento sobrenatural, él pensó que esto  es imposible, porque nadie puede volver al útero materno para nacer por segunda vez. Así que le fue difícil  a Nicodemo entender el ejemplo del engendramiento humano,  para explicar cómo la vida perfecta de Jesús será compartida, cubriendo a los que retienen en su mente la historia de Él.

Juan 3:5”Jesus le respondió: En verdad te digo que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dos”
Nicodemo se creía un miembro nato del reino de Dios, por ser judío; así que estaba sorprendido que Jesús no le reconociera como ciudadano del Reino de Dios en la  tierra; al contrario, el Señor  le indico que después que tenga en su mente Su historia, deberá  ser bautizado, para indicar que aceptaba  Sus enseñanzas, entonces recibirá el Espíritu Santo, y será un ciudadano del Reino de los Cielos.

Juan 3:6 “Lo que es engendrado de la carne, es carne, lo que es nacido del Espíritu, espíritu es”
El humano da frutos humanos; el fruto de los humanos es una mezcla de bien y de mal, por ejemplo la generosidad va mezclada  con el orgullo. Por esto, con las palabras de este versículo  Jesús le explico a Nicodemo la necesidad del nacimiento de lo alto, a fin de que el Espíritu, por medio del creyente, pueda dar Sus frutos, sin mezcla con el mal.     

Juan 3:8 “El viento donde quiere sopla, oyes su sonido, pero no sabes de donde viene ni por donde se retira; así es todo el que es nacido del Espíritu”
Jesús le explicó a Nicodemo que el nacimiento de lo alto es por la acción del Espíritu Santo; que la comparo al viento, que  se  oye y se siente , sin embargo no se le ve venir, tampoco por donde sigue. En otras palabras, la acción del Espíritu Santo es repentina, pero  se siente la paz que trae el perdón, se entra en el flujo de la misericordia que nace del Padre, también  las preocupaciones desaparecen o pierden intensidad.

Juan 3:9-10 “Nicodemo le respondió: ¿cómo puede ser esto?  Jesús le contesto: Tú eres maestro de Israel y ¿no sabes esto?”
Nicodemo, un maestro de los judíos les ensenaba que la vida que perdió Adán cuando peco se la recupera por obediencia a la ley, por esto se asombró que Jesús le dijo que el Espíritu Santo es dado al que recibe el engendramiento de Dios, al retener en su mente la historia de Jesús, o sea la vida, es decir el Espíritu Santo es dado por la fe en Jesús.

Juan 3:11 “En verdad te digo que hablamos lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no reciben nuestro testimonio”
Jesús le declaro a Nicodemo que el engendramiento divino y el nacimiento en el reino de Dios es Su  experiencia, por eso le dijo: hablo lo que se y lo que he visto; así se refiere a Su vivencia y a su comprensión espiritual del nacimiento de lo alto. En el A.T la comprensión espiritual y la vivencia se dicen con las palabras hebreas que se traducen saber y ver. Recuerde que Jesús al enseñar hablaba hebreo.