martes, 31 de octubre de 2017

277. El Evangelio del Amor.

1 Pedro 2:18 “Los que sirven en casas sujétense respetuosamente, en todo a sus amos, no solo a los buenos y amables, sino también a los malos”
1 Pedro 2:18 “Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos, no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar”
Hay que aclarar que Dios no organizo las relaciones sociales en este mundo, porque estas, poco a poco, fueron ajustándose a las circunstancias fruto de la caída de Adán. Pero por esto, Dios ordena a los de la fe que sean obedientes y respetuosos, buscando que las relaciones de los humanos sean con menos fricción.

1 Pedro 2:19 “Porque es gracia, que si por causa de la conciencia, alguno tiene de Dios una carga, y sufre tristeza injustamente”
1 Pedro 2:19 “Porque esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia, delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente”
Aunque nadie disfrute del sufrimiento, no obstante, Dios lo usa como un medio para educar a los de la fe, porque los ha adoptado como hijos. Visto con este enfoque, el abatimiento injusto es una demostración, para el que lo sufre, de que es hijo de Dios.

1 Pedro 2:20 Porque cual es mérito, si pecan y son tratados con el puno que lo soporten con paciencia, al contrario, si hacen lo bueno, y sufren con paciencia, esto es gracia que viene de Dios”
1Pedro 2:20 “Pues ¿Qué gloria es, si pecando sois abofeteados y los soportáis? Mas si haciendo lo que es bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado por Dios”

Si el sufrimiento es la consecuencia de malas acciones, es lo normal, pero si la paciencia acompaña al sufrimiento, este es el fruto de hacer el bien. Por lo tanto, Dios usa el sufrimiento para que el de la fe aprenda la paciencia y la tolerancia, porque estos son dos modos que El da Su amor.

1 Pedro 2:21 “Porque para esto fueron llamados, ya que también el Mesías sufrió en nuestro beneficio, dejándonos ejemplo para que sigamos sus pasos”
1 Pedro 2:21. ” Pues para esto fuisteis llamados, porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas”
Pedro escribió a los judíos de fe que deben ser disciplinados por Dios, tal como un padre disciplina a su hijo. Por otro lado, la disciplina puede causar sufrimiento, entonces los que emprenden el camino de la fe deben sufrir; esto se aprende de la vida de Jesús, que fue disciplinado por el Padre, porque es el modelo de fe.

1 Pedro 2:22 “Quien no hizo pecado, ni fue encontrado engaño en su boca”
1 Pedro 2:22 “El cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca”
Jesús se llamó a sí mismo, Hijo del hombre, o Hijo de Adán, es decir Descendiente de Adán, porque llevo la herencia de Adán que todo humano hereda; y a pesar de que fue tentado en todo, sabemos que freno en Su mente al pecado, porque no cayo con sus palabras, ya que de la abundancia de la mente habla la boca.

1 Pedro 2:23 “Quien cuando le ultrajaban no respondía, cuando sufría no amenazaba, sino se sometía a Aquel que juzga con justicia.
1 Pedro 2:23 “quien cuando le maldecían, no respondía con maldición, cuando padecía no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente”
Se piensa que Jesús no respondía cuando era ultrajado, ni intimidaba cuando sufría, porque es Dios, pero hay que tener presente que Jesús apoco su divinidad, y como uno de nosotros, sufría cuando le insultaban y herían, pero, nunca dejo de ser un canal de la tolerancia y mansedumbre del Padre.

1 Pedro 2:24 “El cargo nuestros pecados en su cuerpo al madero, a fin de que muramos a pecado y vivamos para la justicia, porque de Sus llagas fuimos curados”
La carga de los pecados es la más pesada que lleva todo humano, porque el pecado nos incapacita para ser misericordiosos, tolerantes, es decir, para amar; sin embargo, muy pocos entienden y aceptan que El Padre descargo los pecados de la humanidad en Jesús, en el Getsemaní, y los llevo en su cuerpo a la cruz, y nos lavó; por eso, ya podemos ser misericordiosos, tolerantes, y ser un canal del amor de Dios.

jueves, 26 de octubre de 2017

276. El Evangelio del Amor.

1 Pedro 2:11 “Amados les exhorto como a extranjeros y peregrinos a que se restrinjan de las pasiones carnales que están en guerra contra el alma”
1 Pedro 2:11 “Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma”
Los de la fe en Jesús son del pueblo de Dios, es decir son extranjeros y están de paso por este mundo, por esto el apóstol les aconseja que aparten sus mentes de las pasiones. Para poder hacer esto es necesario haber aceptado que la muerte de Jesús cubre a los de la fe, es decir, en Jesús fueron muertos al pecado.

1 Pedro 2:12 “El comportamiento de ustedes entre los gentiles sea lleno de bien, a fin de que en lo que los cuales los miraban como criminales, vean sus buenas obras y glorifiquen a Dios, en el día de la inspección”
1 Pedro 2:12 “Manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles para que en lo que murmuran de ustedes como malhechores, glorifiquen a Dios, en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras”
Los judíos que aceptaron a Jesús fueron calumniados por los judíos que asistían a las sinagogas, en países gentiles, para impedir que otros judíos entren en la fe; por esto es el consejo de Pedro. Los judíos ortodoxos glorificaran Dios en el juicio, porque los judíos de la fe vivieron la vida que ellos, en la ley, no la alcanzaron.

1 Pedro 2:13 “Por consiguiente, subordínense a toda institución humana, por medio de un señor, sea al rey, como superior”
1 Pedro 2:13: “Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior”
Lo primero que el apóstol recomienda a los judíos de la fe para mostrar un comportamiento ejemplar a los gentiles es sumisión a las personas que tienen autoridad, con el fin de que la sociedad funcione bajo leyes, es decir sea ordenada.

1 Pedro 2:14 “O a los gobernantes que como si fueran enviados para castigo de los malhechores, o alabanza de los que hacen el bien”
1 Pedro 2:14 “ya a los gobernadores, como enviados por El para castigo de los malhechores, y alabanza de los que hacen el bien”
La sujeción a los gobernantes romanos fue una exhortación de Pedro a los judío cristianos, porque los judíos no los consideraban como los que tenían autoridad, sino esperaban el gobierno del Mesías; por eso varias veces se rebelaron contra ellos, a pesar de que fue Dios quien les puso bajo el poder romano.

1 Pedro 2:15 “Porque esta es la voluntad de Dios que haciendo lo bueno hagan enmudecer a los hombres, ignorantes y sin conocimiento”
1 Pedro 2:15 “Porque esta es la voluntad de Dios, que haciendo el bien hagáis   callar la ignorancia de los hombres insensatos”
Los judíos que creyeron en Jesús debían dar a conocer su fe haciendo obras buenas, es decir obrar con misericordia, compasión, respeto, tolerancia para hacer callar a los otros judíos que les acusaban de muchos males. Estas obras son el resultado de la fe en Jesús, y no son el fruto de los diez mandamientos.

1 Pedro 2:16 “Libres, como siervos de Dios, y no teniendo la libertad como un pretexto de la maldad”
1 Pedro 2:16 “como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios”
Jesús, con su vida y sacrificio libero en El, a los que retienen su historia, para que ya no estén obligados a pensar y obrar el mal, y les dio Su Espíritu para que usen su voluntad y sean canales de Dios, o sea que el Padre pueda derramar, a través de ellos, su misericordia, compasión, bondad, tolerancia, a los que les rodean.

1 de Pedro 2:17 “Consideren valiosos a todos, amen a los hermanos, teman a Dios, tengan al como muy valioso”
1 Pedro 2:17 “Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey”
Los que están en comunión con Jesús, gracias a la fe, han sufrido la esclavitud del pecado, no se sienten superiores a sus prójimos, y los respetan. Además, están ligados a sus compañeros en la fe, por los lazos de la misericordia, compasión, tolerancia, porque están bajo la gracia.  

martes, 17 de octubre de 2017

275. El Evangelio del Amor

 1 Pedro 2:4 “Viniendo a Él, piedra viva, aunque desechada por los hombres, pero escogida y preciosa delante de Dios.
1 Pedro 2:4 Acercándose a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y preciosa”
Dios es un Espíritu, y se da a conocer por las obras que ha hecho por medio de Jesús, y de los creyentes que estén en comunión con El. La comunión con los de la fe se explica por una piedra viva, figura de Jesús, que es el fundamento para que ellos, simbolizados por otras piedras, formen un edificio morada de Dios.
1 Pedro 2:5 “Y ustedes como piedras vivientes, sean edificados como una casa espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios, por medio de Jesús el Mesías”
1 Pedro 2:5 “Vosotros también, como piedras vivas sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo”
Los creyentes, figurados como piedras vivas, son parte del templo del Espíritu, siempre que estén unidos a Jesús, la piedra principal, al retener su historia. Los sacrificios que se ofrecen a Dios en este templo espiritual son, repetir los hechos del Padre, en especial el de entregar a su Hijo, y el de ayudar a los necesitados.
1 Pedro 2:6 “En consecuencia, está contenido en la escritura: Miren pongo en Sion, la piedra principal del ángulo, escogida, preciosa, y el que tenga fe El no será avergonzado”
1 Pedro 2:6 “Por lo cual también contiene la escritura: He aquí pongo en Sion la principal piedra de ángulo, escogido y preciosa. Y el que creyere en El, no será avergonzado”
El apóstol Pedro aclara que las figuras de las piedras para edificar, para explicar la unión entre Jesús y los creyentes, son una profecía que indica que la salvación es de las personas que entran en comunión con Jesús al aceptar el relato de su vida y de su obra, y gracias a esta aceptación llegan a ser morada de Su Espíritu.
1 Pedro 2:7 “Así que a ustedes los creyentes, Él es valioso, pero a los incrédulos, la piedra que repudiaron los constructores, El llego a ser la piedra para el ángulo cabecera”
1 Pedro 2:7 “Para vosotros, pues, los que creéis él es precioso, pero para los que no creen, la piedra que los edificadores desecharon ha venido a ser la cabeza del ángulo”
Para los judíos que aceptaron la historia de Jesús, Él era invalorable, porque entendieron que en Jesús Dios acabo la esclavitud al mal de la humanidad, y empezó la vida; al contrario, Israel repudio a Jesús, porque creía que se liberó del mal, gracias a su obediencia a la ley.
1 Pedro 2:8 “Piedra de tropiezo, y roca que entrampa en el pecado, porque ellos tropezaron ya que no se dejaron convencer; en verdad, para esto estaban puestos”
1 Pedro 2:8 “Y piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados”
Un edificio de piedra, para figurar la comunión entre Jesús y los que aceptan Su historia es para hacer notar que la relación de Jesús con los creyentes es muy firme. Por otro lado, los que no se dejan convencer por sus palabras, Su historia es para aferrarse al pecado, es decir para hacer más fuerte su separación de Dios.
1 Pedro 2:9 “Mas ustedes son linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido para que anuncien al que los llamo de las tinieblas a su maravillosa luz”
1 Pedro 2:9 “Mas vosotros sois linaje escogidos, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido por Dios para que anuncien las virtudes de aquel que os llamo de las tinieblas a su luz admirable”
Desde el momento que alguien acepta la historia de Jesús, recibe el Espíritu, y Dios lo considera una persona especial, para que sea un canal de Él, es decir de Su amor, para ayudar a los necesitados, y de esta manera da a conocer a Dios.    
1 Pedro 2:10 “Antes ustedes no eran pueblo, pero ahora son el pueblo de Dios, ustedes no recibieron misericordia, pero ahora han recibido misericordia”
1 Ped 2:10 "Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios, que en otro tiempo no habiais alcanzado misericordia, pero ahora habeis alcanzado misericordia"
Esta carta Pedro escribio a los judios creyentes, por esto llama la atencion que les diga que antes de aceptar a Jesus como el Mesias no eran pueblo de Dios, pero ahora, gracias a la fe ya eran pueblo, asi mismo, antes Dios no les derramaba su misericordia , pero desde que eran creyentes eran obejeto de Su compassion.  

miércoles, 11 de octubre de 2017

274. El Evangelio del Amor.

1 Pedro 1:22 “Ustedes han purificado su vida en la obediencia a la verdad por medio de Espíritu que anima el amor fraternal, sincero, ferviente, así que ámense fervientemente unos a otros de corazón puro”
1 Pedro 1:22 “Habiendo purificado vuestras almas por obediencia a la verdad, mediante el Espíritu para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente de corazón puro”
La verdad es Dios, es Jesús, es el Espíritu, es la ley, y obedecer a la verdad limpia la vida de una persona. ¿Qué es obedecer a la verdad? Es aceptar que Dios en Jesús venció al pecado y nos limpió de nuestros pecados, a la vez que nos mató a la ley, para darnos su Espíritu, o sea, es vivir de la conducta de Jesús.

1 de Pedro 1:23 “Han nacido de nuevo no de simiente corruptible sino de una incorruptible, por medio de la palabra viviente de Dios que permanece hasta siempre”
1 Pedro 1:23 “siendo renacidos no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre”

En el antiguo pacto se anticipa que Dios planea que los creyentes sean criaturas nuevas, o sea que nazcan de nuevo, gracias a Su palabra sembrada en la mente. Su palabra es la historia de Jesús, y cuando el creyente la acepta, él es parte de la historia de Jesús, y por esto vivirá por siempre.

1 Pedro 1:24 “Al contrario, toda carne es como la hierba, y toda la gloria del hombre es como la flor de la hierba, porque la hierba se seca, y la flor se cae”
1 Pedro 1:24 “Porque toda carne es como la hierba, y toda la gloria del hombre como la flor de la hierba. La hierba se seca y la flor se cae”
El hombre, su vida, sus triunfos, o fracasos se acaban, en contraste, la palabra de Dios es eterna. Y el Verbo, o Palabra de Dios se hizo hombre, para traer vida eterna al humano que lo acepte. Aceptar a Jesús es entender y recibir el relato de Su vida, especialmente el significado de Su sacrificio y resurrección.

1 Pedro 1:25 “Pero la palabra del Señor permanece por la eternidad, y esta es la palabra de la buena nueva para nosotros”
1 de Pedro 1:25 “Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada”
La palabra de Dios que pone en la eternidad a los que la reciben es la misma palabra que Pedro predico a los judíos que vivían en el mundo gentil, es decir es el relato de la vida, muerte y resurrección de Jesús. Esta palabra se acepta al tener en cuenta que al caer Adán toda la humanidad fue separada de Dios, del amor.

1 Pedro 2:1 “Por consiguiente, pongan fuera toda malignidad, todo engaño, y disimulación, envidia y toda difamación”
1 Pedro 2:1 “desechando pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones”
La maldad fue puesta por el maligno en la mente humana, en la caída de Adán, y no hay como desecharla, a menos que se acepte la historia de Jesús en la mente. Entonces, cuando fluyan en los pensamientos estos males, solamente hay que reemplazarlos con la realidad de que Jesús freno en si todos estos pensamientos.

1 de Pedro 2:2 “Como infantes recién nacidos deseen la leche pura, sin adulterar, a fin de que crezcan en ella”
1 Pedro 2:2 “Desead, como niños recién nacidos la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcan para salvación”
Los judíos a quienes Pedro enseno la historia de Jesús eran comparables a infantes, que sacian su hambre con leche. La leche no adulterada es la explicación del bautismo, arrepentimiento, fe al aceptar que Jesús es el Mesías, etc. Pero todavía no estaban preparados para el alimento solido que enseno Pablo.

1 Pedro 2:3 “Si quizás han probado la bondad del Señor”
1 Pedro 2:3 “Si es que habéis gustado la benignidad del Señor”
Al dar los primeros pasos en el camino de la fe, es necesario empezar a ser como niños en la relación con Dios, esto es prestar atención, más a las necesidades que a los errores y caídas, entonces se empieza a gustar la benignidad del Señor.

martes, 3 de octubre de 2017

273. El Evangeliuo del Amor.

1 Pedro 1:15 “Sino que, según El que les llamo es Santo, así toda la conducta de ustedes sea santa”
1 Pedro 1:15 “sino, como aquel que os llamo es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir”
Si este versículo se lo lee sin haber entendido que en Jesús se hizo la salvación, y que el resumen de esta es el Espíritu Santo viviendo en el creyente, se piensa que es imposible alcanzar esta meta. Pero la santidad del de la fe es vivir separado y ser una canal del amor divino gracias a la presencia del Espíritu.

1 Pedro 1:16 “Porque está escrito: Sean santos porque yo soy santo”
1 Pedro 1:16 “porque escrito esta: Sed santos, porque yo soy santo”
Dios, ordeno que Israel sea santo porque Él es santo para que tenga comunión con El; ya que el pecado de Adam separo al hombre de Dios; y sin Dios no puede existir. En el pacto antiguo la santidad se alcanzaba por la obediencia perfecta a Dios. En el pacto nuevo al aceptar la historia de Jesús.

1 de Pedro 1:17 “Y si se invoca al Padre que juzga imparcialmente según las obras de cada uno, caminen con temor, el tiempo de su peregrinaje”
1 Pedro 1:17 “Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos con temor todo el tiempo de vuestra peregrinación”
Las obras que el Padre aprueba son las obras que El preparo para que los creyentes las lleven a la practica en comunión con El, porque son obras que nacen de Su amor; aunque se piense que Pedro se refirió a la obediencia a la ley, y a las obras religiosas como las obras que el Padre aprueba.

1 Pedro 1:18 “Conociendo que no fueron comprados de la conducta vacía recibida de vuestros padres con cosas corruptibles como dinero, u oro”
1 Pedro 1:18 “Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles como oro o plata”
Jesús con su sacrificio “nos hizo suyos” para que una vez siendo Su propiedad cambiarnos la conducta. La conducta empieza en los pensamientos. En otras palabras, Jesús no nos compró para forzar nuestras acciones, sino para poner su amor en la mente, porque de la mente salen las obras que definen la conducta.

1 Pedro 1:19 “Sino con sangre preciosa, la del cordero intachable y sin mancha, la del Mesías”
1 Pedro 1:19 “Sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación”
La conducta del hombre, es decir la desprovista del amor celestial, la vida común del hombre, la centrada en el egoísmo fue aceptada por Jesús, al hacerse hombre y cuando el Padre descargo en El los pecados de la humanidad, y en su cuerpo, en la cruz nos lavó, e hizo canal de Su amor al que acepte Su historia.

1 Pedro 1:20 “Anticipado antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los últimos tiempos por ustedes”
1 Pedro 1:20 “Ya destinado antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros”
El Verbo fue candidato para ser seleccionado por el Padre como el salvador del mundo, antes de la creación del mundo. Dios siempre es presente, es decir, sabiendo la caída de los humanos y del mundo, y el costo de su salvación, Dios hizo la creación, porque el mundo del futuro será la joya preciosa del universo.

1 Pedro 1:21 “Por medio de Él es la fe en que Dios le resucito de los muertos y le glorifico; por consiguiente, la fe y la esperanza de ustedes es para Dios”
1 Pedro 1:21 ‘Y mediante el cual creéis en Dios quien le resucito de los muertos, y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios”
Es un hecho que el Padre resucito a Jesús. Y como todo hecho histórico nos ha llegado el relato escrito de este. Entonces la fe es la aceptación mental de esta historia. De otro modo, la resurrección de Jesús y el relato de ella son inseparables, y dan por fruto la fe y la esperanza en la resurrección de los creyentes.