martes, 21 de enero de 2014

146. Dios es Amor: Su misericordia en la Creacion


Éxodo 34:6

“Yahveh paso delante de  Moisés,  y exclamó: Yahveh, Yahveh Dios… grande en misericordia…”

 

El hebreo “chesed”  es traducido “misericordia”. Literalmente significa “ayudar al que necesita socorro” sin necesidad de que haya un nexo afectivo, o familiar para la ayuda.

La misericordia no es  obligada; más bien  es un acto de servicio  libre al mirar la incapacidad  de alguien.

Yahveh es grande en ayudar al necesitado, bajo un solo requisito: su necesidad. Es decir, Dios derrama su misericordia en los humanos conmovido por la imposibilidad  de ellos para proveer para sus necesidades, y no pone otra exigencia , antes de socorrerles. 

 

Salmo 136:5

“El hizo los cielos con discernimiento, porque su misericordia es para siempre”

 

La creación es el resultado del amor divino, por esto nada en nuestro cielo, es decir  la atmosfera, existe para sí,  sino para servir. Así vivimos porque respiramos el oxígeno de  la atmosfera. También tenemos alimentos, gracias a que las nubes se forman por la acción de microorganismos de las capas altas de la atmósfera en los contaminantes y el anhídrido carbónico,  y los cambia en núcleos, para la formación de estas.   

La atmosfera nos habla de la misericordia divina, porque El  la hizo para bien del hombre. No obstante,  el hombre, corona de la creación, desde su caída, vive para sí. Pero su vida enmarcada en el egoísmo termina, si tiene en su mente la historia de Jesús.

 

Salmo 136: 5  (ii)

“El hizo los cielos con discernimiento, porque su misericordia es para siempre”

 

Dios se adelantó al daño a la atmosfera de algunos inventos humanos, e hizo provisión para neutralizarlos, a fin de que no se altere la composición del aire, porque la vida en la tierra depende de este.

La bomba atómica arrojada en Hiroshima hubiera destruido  gran parte de la atmosfera, por el material radioactivo, que fue  arrojado a esta, a una  temperatura altísima. Pero Dios creo la atmosfera, un espacio para rayos cósmicos y microrganismos  que pueden  ser atraídos por  las partículas contaminantes, para que  se formen nubes. Por esto cayeron en Hiroshima lluvias torrenciales de agua negra, por tres horas. Así fue limpiada la atmosfera, y al mismo tiempo los incendios en la ciudad se apagaron.

La naturaleza nos dice que podemos esperar en el Padre, porque es misericordioso con buenos y malos.

 

Salmos 136:6

“Que extendió la tierra sobre las agua, porque para siempre es su misericordia.”

 

Dios hizo la tierra con  procesos que la renuevan cada día, para que sea fresca, vivible, a  los siete mil millones que la poblamos, reunidos en casi doscientos países. Se renueva su superficie por acción de las corrientes de los océanos, por las placas de su corteza, y por la atmosfera.

La capa media es de una aleación de Hierro y Níquel, y es la responsable de la energía magnética indispensable para la vida El centro de la tierra es más caliente que la superficie del sol, sin embargo el clima es  agradable en la superficie.

La creación muestra que Dios derramo Su misericordia en grande, pero con miras al bienestar de cada una de  sus criaturas, buenas o malas.

 

Salmo 136:7

“Hizo la luz, porque grande y eterna es su misericordia”

 

La palabra hebrea “or” traducida luz, significa “energía” Dios creo la energía. Nadie puede crear energía, los humanos pueden transformarla, pero no crearla.

Por la luz vemos y nos relacionamos con lo que nos rodea, porque todo  emite energía, y esta energía  junto a del sol, entra a células del cerebro que reproducen lo que los ojos enfocan.

Los electrones de los átomos también emiten energía, y  pueden enlazarse con otros electrones para formar alimentos, sustancias químicas, etc. Es decir gracias a la energía que Dios creo,  vivimos. Por esto  cada día de nuestra vida es el resultado de Su misericordia. 

 

Salmo 136:8

“Hizo el sol para que presida el día,  porque para siempre es su misericordia.”

 

La palabra “memshalah” traducida “presidir” significa: mandar con mira al orden” 

Un gobernante mantiene el orden y el progreso mediante leyes. También el sol,  aunque inanimado, gobierna el sistema solar con las leyes naturales diseñadas y puestas por Dios.

Una de las leyes, la ley de la gravedad  actúa en  las masas  de los planetas. El sol por ser el más pesado  atrae a  los otros planetas. Al mismo tiempo la  ley de expansión del universo aleja los planetas del sol, y unos de otros. Porque estas leyes están en equilibrio  los planetas mantienen la misma  posición, mientras giran alrededor del sol.

La misericordia de Dios es el origen de las leyes naturales, por las que gobierna el sol.

 

Salmo 136:9

“Hizo la luna y las estrellas para que presidan la noche, porque para siempre es su misericordia”

 

En la noche la luz solar no alumbra la tierra, pero la luna  refleja su luz, variando su área iluminada en forma cíclica, las fases, en un lapso de  29 días, tiempo que demora su rotación alrededor de la tierra.

La luna también gobierna el nivel de los océanos, porque con su  fuerza de atracción origina las mareas. Y así moviliza grandes cantidades de  agua, para que se expongan a la acción de organismos que limpian el mar.

 Además la atracción de la luna estabiliza el eje de rotación de la tierra, y hace uniforme tanto  el clima, como  la duración del día y de la noche.

Sin palabras, la noche de luna nos describe, la belleza y serenidad de la misericordia de Dios.

martes, 14 de enero de 2014

145. Dios es Amor: No libra del remordimiento


Exo 34:7

“…pero de ningún modo tiene por inocente al culpable…”

 

La palabra hebrea “inocente” es traducida del hebreo “naqa” Esta palabra  tiene un sentido amplio, y literalmente es  ”el tramo entre la caída y el castigo”, es decir el remordimiento es  el desasosiego, la inquietud, sinsabor, disgusto, desazón que se siente después de haber pecado.

Entonces, al tener en cuenta el significado amplio de “naqa” se halla que el remordimiento tan dañino al cuerpo y a la mente, El Padre lo acaba con el castigo. Por este motivo, también Jesús sufrió los azotes, y la crucifixión. 

Resulta de esto que aun el castigo del Padre es una expresión de su amor a los hombres.

 

Lev 7:1-5

“La ley de la culpa es santísima, y es esta: …degollara la victima por la culpa y derramara su sangre sobre y alrededor del altar. También ofrecerá su grasa, la los riñones e hígado. Luego el sacerdote la hará arder sobre el altar. Esta es la ofrenda por la culpa”

 

La palabra hebrea “ashem” traducida “culpa” significa literalmente: la “unidad” que forma “la caída, el remordimiento y el castigo” Es decir,  el remordimiento y el castigo siguen al pecado.

Con este sacrificio Dios ensena, por medio del animal sacrificado,  que Jesús  cargara el pecado,  el remordimiento,  y sufrirá el castigo.

 El Salvador  cargo los pecados, y sintió el desasosiego, el disgusto, el sinsabor que causan los pecados, también sufrió la muerte clavado en la cruz, para que no seamos presa del remordimiento y del castigo, por nuestras caídas.

 

Isaías 53:10

“Yahveh se conformó en aplastarle para que sufra la angustia mental de los hombres.

Si  pone su vida como ofrenda por la culpa, será la semilla que se prolongue por anos.

Deleitara a Yahveh que gracias a Él alcanzara su propósito”

 

El propósito de Dios de salvar a la humanidad del pecado,  remordimiento y del castigo, lo anticipo  por los sacrificios, y lo aclaro por los profetas.

El Padre  dejo que Jesús sea azotado y  clavado en la cruz,  después que cargo los pecados en el  Getsemaní, para que  sufra el remordimiento, es decir  la angustia mental de todo pecador, antes de morir.

El sufrimiento y la muerte de Jesús es  la semilla del amor divino, que se siembra en los que tengan fresca la historia del Salvador en sus mentes.

 

1 Samuel 31:4

“Dijo Saúl alza tu arma y traspásame…pero su escudero no quiso porque estaba aterrorizado. Entonces Saúl tomo su arma y se arrojó sobre ella”

 

Saúl fue el primer rey de Israel, recibió el Espíritu Santo para gobernar. Pero no tomo en cuenta las instrucciones de Dios en el manejo de su reino. Por esto sufrió crisis profundas de remordimiento, además no valoro el significado del sacrificio por el ”pecado, remordimiento y castigo” Por esto ,el diablo le hizo creer que Yahveh le había abandonado, así que desesperado se suicidó.

De Saúl se aprende que el remordimiento es progresivo hasta llegar a la desesperación. Pero Jesús fue azotado, crucificado y murió, para eliminar el remordimiento y el castigo  que nos corresponde.

 

Mat 27:3,5.

“Entonces Judas, el que le entrego, viendo que le habían condenado, lleno de remordimiento, devolvió las treinta piezas de plata…se marchó de allí y se ahorco”

 

Judas pensó que con  inteligencia podía manejar a Jesús, por esto le  traiciono para forzarle a declararse rey de Israel.

Las enseñanzas del Maestro poco efecto  hicieron en Judas, y más pudo su ambición de llegar a ser el consejero del rey Jesús. Pero cuando vio que las cosas se fueron de sus manos y que El Señor iba ser ajusticiado, arrojo el dinero, y sintiéndose abandonado de Dios, se suicidó.

Pero la desesperación, efecto del remordimiento, no  es  para los que retienen en su mente la historia de Jesús, porque siempre  sentirán Su Presencia amorosa que los sostiene, guía y protege.

 

Mat 27:46

“Y alrededor de las tres de la tarde, Jesús grito con voz  fuerte…Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me abandonaste? “

 

Jesús cargo los pecados del hombre y sintió el remordimiento, fruto natural de estos;  este fue en aumento hasta que  desesperado grito que Dios le había abandonado.

Esta es la obra del tentador: presiona al hombre a pecar, y una vez que lo logra, entonces siembra en su mente la idea que Dios le ha abandonado.

Él quiere deformar la conducta de Dios con el hombre, o sea  que piense que Dios le  exige que no peque, pero cuando cae, le abandona.

El sacrificio de Jesús muestra lo contrario; cuando el hombre cae, el Padre  ve la oportunidad para darle el amor de Su salvación.

 

Jer 30:11

“Revelación de Yahveh: Yo estoy contigo para salvarte… pero de ningún modo  te tendré por inocente,  más bien de corregiré en justicia  para limpiarte”

 

Yahveh no tiene por inocente al culpable, por esto Su amor salvador no soslaya el daño que los pecados hacen en los pecadores, al contrario lo repara, limpiando al pecador, mediante la disciplina.

Así el Padre disciplino a Jesús, por más de treinta años, duración de su vida en la tierra, como se lee en Heb 5: 8 “Aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia”

Necesito la disciplina, no como el Verbo, sino, porque al hacerse hombre, asumió todas nuestra debilidades y fallas.

martes, 7 de enero de 2014

144. Dios es Anmor: Carga el pecado.


Exo 34:7

“Yahveh…lleva la iniquidad, la rebelión y el pecado…”

 

El verbo “llevar” es traducido del hebreo “nasa” que también significa “cargar” En algunas versiones bíblicas le hacen significar al verbo “nasa” perdonar. Pero el sentido  correcto es “llevar” o “cargar”

Si bien es verdad que  Dios, además de cargar los pecados, también está listo para perdonar.

Yahveh carga los pecados del hombre porque El creo a la humanidad como un cuerpo, siendo Adán la cabeza. Cuando la cabeza cayó en pecado, toda la humanidad también cayó. Es decir el pecado de Adán es la raíz de “todo pecado” de los hombres.

En otras palabras Yahveh le hizo al hombre pecador, por eso se hizo responsable de todo pecado de la humanidad

  

Lev 4:15-17

“Los ancianos de la asamblea apoyaran sus manos en la cabeza del novillo, ante Yahveh; y uno de ellos le cortara la cabeza ante Yahveh. Entonces el sacerdote ungido llevara la sangre del novillo a la primera parte del tabernáculo. Y mojara su dedo en la sangre y mojara siete veces la cortina, ante Yahveh”

 

Dios ordeno  a los israelitas hacer esos sacrificios para mostrar como cargaría los pecados de la humanidad.

Figuradamente,  los ancianos representando a los hombres, al poner sus manos en el animal, estaban transfiriendo al novillo los pecados de la humanidad. El animal simbolizaba a Yahveh que recibiría los pecados del mundo.

También, se lee que, en seguida  el novillo  era muerto. O sea que a Yahveh le costaría la vida  cargar los pecados de la humanidad. Y es claro que Jesús representara a Yahveh.

 

Lev.4:6

“Y el sacerdote mojara su dedo en la sangre del novillo, y  ante Yahveh rociara siete veces con la sangre la cortina del santísimo.”

 

Yahveh  le hizo perfecto a Adán, con libre albedrio, pero  uso equivocadamente su voluntad, y se sometió cuando fue tentado.

Así mismo,  la humanidad fue creada como un cuerpo, siendo Adán la cabeza, por eso, cuando el cayo, el linaje humano quedo sometido.

Por otro lado, Dios sabe el fin desde el principio, es decir, a pesar que  antes de crear a Adán sabía que caería. Aun así le creo.

Y el anuncio a Moisés: Que El carga los pecados de los hombres es la expresión de su amor  solo si se  identifica a Jesús, que siendo el Verbo encarnado, es  el  Cordero que toma el pecado del mundo, y es  la Cortina que los sacerdotes rociaban con la sangre; porque El representa a la divinidad, en la tierra.

 

Salmo 32:5

“Mi pecado Te hice saber y no Te escondí mi iniquidad. Me dije: arrojare mis pecados a Yahveh, porque Tu cargas con la iniquidad de mi pecado”

 

David indica el proceso para cualquier pecado, a) no esconderlo, sino b) entregar a Yahveh, por medio de la confesión, c) entonces Yahveh lo carga, no solo  la caída en sí, sino también su actividad corruptora.

Dios carga todo pecado, y es el fruto natural de la humanidad.

A pesar de que nuestros pecados nos apartan de Él, sin embargo, El  sigue unido a nosotros, mediante  Su amor, que lo derrama en misericordia, lealtad, compasión, perdón, porque Su amor por nosotros es inagotable.   

 

Isaías 53, 4

“Pero en  realidad  El cargo nuestras depravaciones, y llevo nuestra angustia mental. Sin embargo, nosotros pensamos lo contrario, que era castigado, golpeado y afligido por Dios”

 

Los sufrimientos de Jesús, representando a Yahveh, fueron anticipados más de setecientos anos.

 Esta profecía adelanta que las angustias de Jesús en la cruz serian mal interpretado por los judíos,  porque no aceptarían que Jesús es el Mesías prometido, o sea  que no es quien  cumpliría lo que Yahveh dijo de su amor al hombre, esto es que  cargara las depravaciones de la humanidad.

 Pero es Jesús, hombre, quien cargo los males del hombre en la cruz. Sin embargo los judíos consideraron que Dios  estaba castigando a Jesús, en la cruz, por haber dicho que  es el Hijo de Dios, el Mesías prometido, y  el rey de Israel. 

 

Juan 1:29

“Al día siguiente Juan vio a Jesús viniendo hacia él; y dijo !Miren! el Cordero de Dios, el que carga los pecados del mundo”

 

Así Juan  presento el Mesías a loa judíos. En otras palabras, les dijo que la misión de Jesús era cargar la depravación  del mundo.

Los innumerables pecados que Jesús cargo estaban en su mente activos para el mal, pero el amor indecible de Yahveh también estaba  activo en el Maestro, y gracias a ese amor pudo vencer el mal, y morir con esa carga.

De esta manera termino, en sí, la iniquidad de la humanidad.  Dicho de otra forma: El venció representando a la humanidad, por esto  ya somos salvos en El de la condenación del pecado.

 

Mat 6:12

“Y perdona nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores”

 

El verbo griego “afiemi” traducido perdonar significa, literalmente “remitir, enviar”.

Jesús ya  cargo los pecados de la humanidad. Pero  para que esto le beneficie, usted tiene que tener en cuenta, que a pesar que  el Señor ya llevo sus pecados; usted  a su vez,  debe “remitir” por la misma vía -Jesús- las ofensas que otros le han hecho.

En el caso que se sienta muy ofendido, herido por alguien; la intensidad del dolor bajara desde el momento que usted  remita la ofensa que alguien le hizo, porque también usted ha alcanzado el perdón  de sus propios pecados