Gálatas 5:25 “Es decir, si vivimos
con el Espíritu, andemos por el Espíritu”
Esta
amonestación divina es para los que han aceptado el regalo de Dios, al recibir a
Jesús, o sea han aceptado que la historia de Jesús, especialmente de El
crucificado, han reemplazado su historia personal; sin embargo, en la tentación,
no dejan que el Espíritu, reemplace su conducta caída con la conducta de Jesús.
Gálatas 5:26 “No pensemos ser dignos
de alabanzas, irritándonos unos a otros, y volviéndonos celosos unos de otros”
Al
pensar que uno es digno de alabanza, despierta irritación y celos entre los
demás miembros de una congregación. Ahora, esta actitud es el fruto natural del
engaño, de creer que, por el hecho de aparentar piedad y virtud, se agrada a
Dios, es decir, que así ha ganado la aprobación del Altísimo.
Gálatas 6:1” Hermanos, si alguien es
sorprendido en alguna caída, ustedes, los espirituales, restáurenle, en un
espíritu de mansedumbre, tomándote en cuenta a ti mismo, para que tu no seas
tentado”
Si
alguien de una congregación se aparta de la historia de Jesús, y vive dominado
por sus deseos, los creyentes dirigidos por el Espíritu deben, con humildad,
ayudarle a volver a dar valor a la historia de Jesús, y otra vez ser, dirigido
por el Espíritu. O sea, el que cae, no ha perdido la salvación, por esto puede
ser sanado.
Gálatas 6:2 “Unos lleven las cargas
de otros, y cumplan la ley del Mesías”
Los
que han aceptado el amor de Dios al recibir la historia de Su Hijo crucificado,
pueden ayudar a llevar las debilidades de otros, tal como El, toda su vida,
llevo nuestra maldad en su cuerpo, a la cruz, para cumplir Su ley. Así se aprende,
que la ley del Mesías es amar con abnegación a los hermanos en la fe.
Gálatas 6:3 “Porque si alguien piensa
ser algo, siendo nada, se engaña a sí mismo”
Es
preciso tener presente, que para poder cumplir la ley del Mesías hay que estar
consiente de las debilidades personales, a fin de necesitar la ayuda de los
hermanos en la fe, para cargar esas debilidades. Al contrario, el que no conoce
sus debilidades, piensa que a nadie necesita, y su vida espiritual es un
engaño.
Gálatas 6:4 “Cada uno examine su
propia obra, entonces tendrá motivos de estar satisfecho solo respecto de si
mismo, y no con respecto de otros”
La
tendencia a compararse con los otros y hallarse superiores, es el resultado de
la caída de Adán; pero, el remedio para el deseo de exaltarse es no compararse
con los demás, sino examinar sus propias obras, entonces, ya no habrá motivo
para exaltarse sobre los demás, sino más bien, para caminar con humildad.
Gálatas 6:5 “Porque cada uno llevara
su propia carga”
Al
examinar las obras propias, cada uno estará consciente de la carga que le toca
llevar, esta carga es parecida a la carga que un soldado lleva a la guerra.
Pero, además de esta carga, debe también ayudar a llevar las cargas de otros,
que son incapaces de llevarlas, para cumplir la ley del Jesús.