1 de Juan 5:10 “El que tiene fe en el
Hijo de Dios, tiene el testimonio en si mismo. El que no tiene fe en el Hijo de
Dios, le ha hecho mentiroso a Dios, ya que no ha tenido fe en el testimonio que
Dios ha dado de Su Hijo”
El
que acepta la historia de Jesús, vive de la gracia de Dios, han sido lavados
sus pecados y ha sido bautizado en el Espíritu. El que no acepta la historia de
Jesús, no cree que Dios dijo la verdad cuando hablo a la multitud en el
bautismo del Hijo, y cuando hablo desde el cielo a los que escuchaban a Jesús
hablar de su muerte en la cruz.
1 de Juan 5:11 “Y Su testimonio es este:
Que Dios nos ha dado vida eterna. Y esta vida está en el Hijo”
La
caída de Adán nos separo de Dios, es decir, el hombre quedo sin Dios, y aislado
de la única fuente de vida, por esto debe morir, y al mismo tiempo quedo
huérfano del amor verdadero, porque Dios es amor. Por esto, el Padre envió a su
Hijo para que nos de Su Espíritu, es decir, vida y nos haga canales de su amor
1 de Juan 5:12 “Y el que tiene al
Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida”
Dios
dio al Hijo a la humanidad, al hacerse el Verbo hombre, bajo toda debilidad y
tentación, como nosotros; pero venció al pecado y cargo los pecados de todos,
nos lavó en la cruz, y murió, matando a los de fe a la ley. Y resucito y les
dio Su Espíritu, y con El, vida. Entonces, el que acepta Su historia tiene vida,
o sea puede amar.
1 de Juan 5:13 “Y esto escribí a
ustedes, los que tienen fe en el nombre del Hijo de Dios, a fin de que sepan
que tienen vida eterna”
La
vida eterna empieza en una persona, al prestar atención receptiva a la historia
de Jesús, gracias al Espíritu que Jesús le da. Sin embargo, el apóstol les hace
saber a los creyentes que tienen vida eterna, porque la presencia del Espíritu,
al principio, es imperceptible, y poco a poco hace oír su voz en la mente del
de la fe.
1 de Juan 5:14 “Y esta es la confianza
que tenemos delante de Él, que si le pedimos algo de acuerdo con su voluntad Él
nos escucha”
La
confianza en Dios es el fruto de aceptar la historia de Jesús. La confianza en
Dios descansa, primero, informarse respecto a la voluntad de Dios, y segundo,
aceptar que la voluntad de Dios para cada persona es para su bien. La voluntad
de Dios se conoce en la historia de Jesús, en sus milagros, en su misericordia.
1 de Juan 5:15 “Y si estamos
convencidos de que El escucha lo que le pedimos, sabemos que ya hemos recibido
nuestro pedido a El”
El
Padre oye lo que los que valoran la historia de Jesús le piden, porque le piden
de acuerdo con su voluntad, ya que buscan el reino de los cielos y su justicia;
entonces todo lo que necesiten para sus vidas y crecimiento espiritual les
suplirá. Por esto, los de la fe confían
que Dios les concederá sus peticiones.
1 de Juan 5:16 “Si alguien ve a un
hermano cometiendo un pecado que no es de muerte, pida y le dará vida, y
también a los que han cometido un pecado que no es de muerte. Hay pecado para
muerte, yo no digo que se deba pedir por este”
En
el antiguo testamento, todo pecado que rompía los diez mandamientos era de
muerte, porque el culpable debía morir. En el nuevo pacto, el pecado de muerte
es el pecado que contradice la acción de Espíritu Santo, porque el Espíritu
revela la victoria y el perdón de Jesús, para cubrir a todo el que acepta Su
historia.
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