Esos
anticristos habían asistido a las reuniones de la congregación en la que
ensenaba el apóstol, tal vez, se volvieron enemigos, porque no aceptaron su
testimonio de la divinidad del Señor, o porque no creyeron que el Padre había
remitido los pecados a su Hijo, incluidos los de ellos, quien los llevo a la
cruz.
1 de Juan 2:20 “Y ustedes tienen la
unción del Santo, y todos ustedes lo saben”
Juan
les aseguro a los que escucharon con atención la historia de Jesús,
especialmente la de Su sacrificio, que habían recibido el Espíritu Santo, además
les dijo que sabían, que el Maestro interior ensenaba a cada uno de ellos la
verdad, siendo esto un honor, como el de los profetas de la antigüedad.
1 de Juan 2:21 “No les he escrito
porque no saben la verdad, sino porque la conocen, y porque ninguna mentira
nace de la verdad”
El
apóstol no escribió esta carta para dar a conocer la historia de Jesús, porque
a quienes escribió ya habían aceptado a Jesús como la revelación del Padre,
sino para afirmar que la mentira no nace de la verdad. Es decir, que los
engaños de los anticristos no nacen del evangelio.
1 de Juan 2:22 “Quien es el
mentiroso? Sino el que niega que Jesús es el Mesías, este es el anticristo, el
que niega al Padre y al Hijo”
El
que niega que el Eterno envió a Su Hijo para que estando bajo la ley frene todo
pecado, y culmine su vida inocente, también para que reciba los pecados de toda
la humanidad, y los lave en su cuerpo en la cruz, así mismo, para que muera y
mate a los creyentes a la ley, y finalmente para que resucite, ese es el
anticristo”
1 de Juan 2:23 “Todo el que niega al
Hijo, tampoco tiene al Padre, y el que confiesa al Hijo, tiene también al
Padre”
La
victoria sobre el pecado y la muerte de la humanidad se realizó en Jesús, es
decir, el Padre le dio esta misión a Su Hijo, pero, la salvación del hombre no
fue iniciativa del Hijo, sino del Padre, por eso el que niega que Jesús es Hijo
de Dios ungido para rescatar al hombre del pecado y la muerte, niega también al
Padre.
1 de Juan 2:24 “Entonces, lo que ustedes
oyeron al principio permanezca en ustedes, porque, si en ustedes permanece lo
que oyeron al principio, también ustedes permanecerán en el Hijo y en el Padre”
En
una ocasión Jesús dijo a sus discípulos, que permanezcan en El, porque sin El
nada pueden hacer. Se permanece en El, si se retiene Su historia- su historia
es lo que primero se acepta para empezar la amistad con El- También, al
mantenerse en Su historia se permanece en el Padre, porque el Padre y el Hijo
son UNO.
1 de Juan 2:25 “Y esta es la promesa
que El nos hizo: la vida eterna”
No
valoramos esta promesa, sino cuando enfrentamos la muerte, o cuando muere un
ser amado. En realidad, la muerte es la repercusión final del pecado. Así que,
la remisión de los pecados ejecutada en Su agonía en el Getsemaní no sería la solución
al pecado, sin la promesa de la resurrección de 1 Tes. 4:13-17”
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