domingo, 27 de mayo de 2018

295. El Evangelio del Amor

 1 de Juan 1:3 “Lo que hemos visto y lo que hemos escuchado les anunciamos para que ustedes tengan comunión con nosotros; pero en realidad nuestra comunión es con el Padre y con Su hijo, Jesús, el Mesías” 
1 de Juan 1:3 “Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros, y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo”
 


El propósito del testimonio de los testigos que Jesús escogió, los apóstoles, es para que, al oírlo, o al leerlo los que lo oigan, o lean sean unidos al Padre y a Jesús su Hijo. Es decir, prestar atención a la historia de Jesús y aceptarla une al creyente con la Divinidad, o sea, termina con la separación de Dios que empezó con la caída de Adán.

1 Juan 1:4 “Y esto les escribimos a ustedes, para que nuestro gozo sea completo”
1 Juan 1:4 “Estas cosas os escribimos, para que nuestro gozo sea cumplido”

Entonces, Juan escribió su evangelio, sus tres cartas, y el apocalipsis con el gozo que le dio compartir la salvación con los que escuchen su lectura, o los lean. En los escritos de Juan, y en los de los otros testigos de Jesús esta la historia de Jesús, y el que la recibe es cubierto de Su conducta, y queda unido al Padre y Su hijo.
1 Juan 1:5 “Y este es el mensaje que hemos oído fluyendo de Él, y les anunciamos a ustedes: Que Dios es luz, y en El no hay, en absoluto, oscuridad”

1 Juan 1:5 “Este es el mensaje que hemos oído de Él, y les anunciamos: Dios es luz y no hay ningunas tinieblas en El”
 
Juan y los otros apóstoles fueron testigos de que de Jesús solo emanaba la luz de Dios, y esto lo dieron a conocer, y lo dejaron registrado en lo que escribieron. La luz de Dios es Su misericordia, compasión, tolerancia, bondad, perdón, sabiduría, en una palabra, es el amor abnegado que derramo Jesús en lo que hizo y dijo.

1 Juan 1:6 “Si decimos que tenemos comunión con El, pero caminamos en tinieblas, entonces mentimos y no practicamos la verdad”

1 Juan 1:6 “Si decimos que tenemos comunión con El, y andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad”

En la historia de Jesús brilla la luz del Padre, y si hemos aceptado Su historia esta reemplaza nuestra historia espiritual, entonces estamos en comunión con El, y Su amor, esto es Su misericordia nos cubre, pero si no hemos aceptado la historia de Jesús, todavía estamos en la oscuridad y la herencia de Adán nos domina.

 

 

 

1 de Juan 1:7 “Pero si andamos en la luz, como El esta en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, el Mesías, Su Hijo, nos limpia de todo pecado”

1 de Juan 1:7 “Pero si andamos en luz, como El esta en luz tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo Su Hijo nos limpia de todo pecado”

El que da importancia al sacrificio de Jesús en la cruz, es iluminado al comprender que Dios lo ama con Su amor infinito, y empieza a amar a los que tienen esta fe. Esto es estar en la luz. Simultáneamente, aprende que el sacrificio de Jesús, esto es Su sangre, lo limpia de toda maldad.

1 de Juan 1:8 “Si decimos que no tenemos pecado, nos salimos del camino, y la verdad no está en nosotros”

1 de Juan 1:8 “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros”

Recordemos que pecado es la herencia que todo humano recibe de Adán, esta herencia termina solo con la muerte; también pecado es la ruptura de la ley del Sinaí. Por otro lado, los que han aceptado la historia de Jesús, en la cruz, fueron limpiados en Su cuerpo de las rupturas a la ley, pero no de la herencia de Adán.   

1 de Juan 1:9 “Él es fiel y justo, porque antes que confesemos nuestros pecados, El remitió nuestros pecados y nos limpió de toda maldad”

1 de Juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, el es fiel y justo para perdonar nuestros y limpiarnos de toda maldad”

Este versículo contradice la realidad de Isaías 53:6, Juan 1:29, 1 Pedro 2:24, que afirman que el Padre descargo los pecados de la humanidad EN Jesús, antes que alguien los haya confesado. Por otro lado, una traducción de este versículo dice: El es fiel y justo, porque antes que confesemos nuestros pecados, el remitió nuestros pecados y nos limpio de toda maldad”        

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