domingo, 27 de mayo de 2018

296. El Evangelio del Amor.


1 Juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, el es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”

Esta carta fue escrita en griego, y el verbo perdonar, es traducido del verbo griego aphiemi=remitir, que en este versículo esta en pasado. Entonces la traducción de este versículo puede ser “Él es fiel y justo, porque antes de que confesemos nuestros pecados, el remitió nuestros pecados y nos limpio de toda maldad” Esta verdad ocurrió en el Getsemaní, y se completó cuando Jesús estaba crucificado.

1 Juan 1:10 “Si hemos dicho que no hemos pecado le hacemos mentiroso y Su palabra no está en nosotros”

1 de Juan 1:10 “Si decimos que no hemos pecado, le hacemos mentiroso, y Su palabra no está en nosotros”

Los judíos pensaban que no habían pecado, porque seguían la ley oral, que eran practicas inventadas por los maestros judíos, para evitar que rompieran los diez mandamientos. Por esto creían, que el anuncio de que Dios descargo los pecados de todos en Jesús, y los lavo en su cuerpo en la cruz, era mentira.

1 Juan 2:1 “Hijitos les escribo para que no pequen, y si alguien peca, intercesor tenemos ante el Padre a Jesús, el Mesías, el Justo”

1 Juan 2:1 “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis, y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”

El pecado que dice el apóstol es el pecado contra la fe, es decir contra la historia de Jesús; no es contra los diez mandamientos, porque Jesús al morir nos mato a los diez mandamientos. Y si alguien se aleja de la historia de Jesús, para prevalecer con su obediencia, acepte la misión de Jesús que intercede por el caído ante el Padre. 

1 Juan 2:2 “Y El es propiciatorio de nuestros pecados, no solo de los nuestros pecados, sino también de todo el mundo”

1 Juan 2:2 “Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”

La relación de Jesús con nuestros pecados es parecida al propiciatorio, o tapa del arca, en lugar santísimo, sobre la cual descansaba la presencia de Dios. Esta tapa de oro era cubierta con sangre el día de la expiación, día, que a su vez es figura de día en que Jesús recibió los pecados de la humanidad, y nos limpio en su cuerpo, con su sangre, en la cruz.

1 de Juan 2:2 “Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los del mundo entero”

El propiciatorio, o tapa del arca del lugar santísimo cubierta con sangre, en el día de la expiación, figura a Jesús en la cruz, quien llevo nuestros pecados en su cuerpo, nos limpió de ellos, uniéndonos con Dios, y terminando la separación de Dios de los que aceptan Su historia, separación que empezó cuando cayó Adán.

1 de Juan 2:3 “Y en esto sabemos que le conocemos, si guardamos sus mandamientos”

Conocer va mas allá de tener información, conocer es estar en comunión con Jesús. La unión con Jesús es una realidad cuando vivimos de lo que El alcanzo para nosotros en Su sacrificio, El venció, para nosotros, la herencia de Adán nos limpió de nuestros pecados, nos mató a la ley, y nos hizo canales de Su amor.

1 de Juan 2:4 “El que: dice yo le conozco, y no guarda Sus mandamientos es mentiroso, y la verdad no está en el”

1 de Juan 2:4 “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso y la verdad no está en el”

La relación íntima espiritual con Jesús es conocerle, es decir es el resultado de la fe obediente que acepta que Jesús venció la herencia de Adán, para cubrir al creyente, herencia que da origen a todo pecado; por esto el que dice que está en comunión con Jesús y todavía peca, la herencia de Adán todavía le domina 

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