domingo, 2 de julio de 2017

260. El Evangelio del Amor.

 Efesios 4:11 “El dio a unos ser apóstoles, a otros ser profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y a otros maestros”
Efesios 4:11 “Y el mismo constituyo a unos apóstoles; a otros profetas, a otros evangelistas; a otros pastores y maestros”
Jesús ascendió al cielo y envió el Espíritu Santo a los creyentes. El Espíritu es el portador del amor de Dios, además califica a creyentes para que sirvan al resto de ellos, como enviados del Padre con mensajes especiales, a otros para que les hablen Sus palabras, a otros para que den a conocer las Buenas Nuevas, a otros para que pastoreen a los creyentes, y a otros para que sean sus maestros.

Efesios 4:12 “Para ensenar a los santos las obras de servicio, para edificación del cuerpo del Mesías.
Efesios 4:12 “A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”
Los pastores, los maestros, etc. son regalos de Jesús a las congregaciones de creyentes, para que aprendan a servir abnegadamente, y de esta manera, integrar con ellos Su cuerpo. En otras palabras, Jesús es la cabeza que necesita de un cuerpo que ha aprendido a hacer obras de misericordia, bondad y compasión.

Efesios 4:13 “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y el discernimiento del Hijo de Dios, hasta ser un hombre maduro, hasta la medida de la madurez de la plenitud del Mesías”
Efesios 4:13 “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”
Los creyentes a quienes Jesús da dones también tienen como misión ensenar a los creyentes la historia de Él. Porque Su historia es el resultado de Su comprensión de lo que el Padre quería que El hiciese. Esta enseñanza tiene como fin que los creyentes tengan la “unidad” de la fe y el discernimiento de Jesús.

Efesios 4:14 “A fin de que no seamos como niños llevados de un lado a otro por todo viento de las enseñanzas del fraude de hombres fraudulentos y engañadores”
Efesios 4:14 “Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error”
Los dones que Jesús da a los de la fe son para que los creyentes sean de una fe y de un espíritu de servicio firmes. Por esto, los fieles deben retener la historia de Jesús, porque en El Dios freno sus tentaciones y los separo del pecado, para que caminen en amor, y no sean el blanco de enseñanzas que los apartan de la fe.

Efesios 4:15 “Hablando la verdad en amor y crezcamos en todo hasta El, que es la cabeza, es decir hasta el Mesías”
Efesios 4:15 “Sino que, siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo”
Los que siguen la historia de Jesús en sus pensamientos, hablan de la riqueza de su corazón, o sea hablan de Jesús crucificado; así ponen el ingrediente indispensable para que la misericordia y tolerancia del Salvador cubra sus pensamientos y acciones; de esta manera crecen hasta identificarse con El.

Efesios 4:16 “De quien todo el cuerpo unido mentalmente, y organizado por ligamentos que mantienen cohesionado todo, conforme a la actividad de cada parte, y del crecimiento de cada sección, para su crecimiento total, en amor”
Efesios 4:16 “de quien todo el cuerpo, bien concertado, y unido entre si por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe crecimiento para ir edificándose en amor”
Jesús es la Cabeza y los que prestan atención a su historia son Su cuerpo. La figura del organismo humano sirve para explicar la inmensa e intrincada tarea de Jesús, la Cabeza para mantener y dirigir al cuerpo de creyentes funcionando en perfecta armonía, además creciendo en amor hasta llegar a Su estatura espiritual.

Efesios 4:17 “Por esto digo y testifico en el Señor que ustedes no anden como el resto de gentiles que caminan en la vacuidad de su mente”
Efesios 4:17” Esto pues digo y requiero en el Señor que ya no andéis como los otros gentiles que andan en la vacuidad de su mente”
El apóstol no aconseja a los creyentes gentiles a que sigan las costumbres de los judíos, sino que se refiere a que presten atención a los pensamientos que genera el Espíritu Santo en la mente de todo creyente, para que sus mentes no sean vacías de vida espiritual.’

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