domingo, 25 de junio de 2017

259. El Evangelio del Amor

 Efesios 4:4 “Un cuerpo y en Espíritu, y como ustedes fueron invitados en una esperanza de su llamamiento”

Efesios 4:4 “Un cuerpo y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación”
La invitación, o llamamiento a beneficiarse del evangelio tiene el propósito de hacer a personas participes del cuerpo del Mesías, en el cual Jesús mismo es la cabeza. En otras palabras, el cuerpo de Jesús está compuesto de personas que están unidas en el Espíritu Santo, es decir forman un cuerpo gracias al amor.

Efesios 4:5 “Un Señor, una fe, una sumersión”
Efesios 4:5 “Un Señor, una fe, una sumersión”

Los creyentes tienen un solo ser superior, Jesús, Su historia es la única que tiene vida y poder para obrar en los pensamientos, los afectos y sentimientos de ellos y unirlos a Él; así mismo, a diferencia del pacto antiguo, en el que había muchas sumersiones, en el pacto nuevo hay un solo bautismo, y es la sumersión en el agua, símbolo de la muerte de Jesús.
Efesios 4:6 “Un Dios y Padre de todos, Él está sobre todos, y a través de todos, y en todos ustedes”

Efesios 4:6 “Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos”
Los que retienen la historia de Jesús participan del Pacto Nuevo, y uno de los beneficios de este es que el Eterno llega a ser su Dios. Y empieza la relación con El, lo primero de esta relación es Su continua presencia en Su misericordia y compasión incesantes, y por medio de estas, poco a poco Dios llega a ser todo, en todos los creyentes.

Efesios 4:7 “Y un regalo para cada uno de nosotros, que la gracia; según la medida del regalo del Mesías”
Efesios 4:7 “Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo”
Dios regala la gracia a cada uno de los creyentes. La gracia es la actitud, o disposición amorosa del Padre, centrada en cada uno de ellos. La gracia del Padre es derramar Su misericordia y piedad en la mente de los creyentes, en forma de acciones, por Su Espíritu, en la misma medida que derramo en Su Hijo. 

Efesios 4:8 “Por esto dice: Ascendió hacia lo alto, llevo cautiva la cautividad y dio dones a los hombres”
 Efesios 4:8 “Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevo cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres”
Jesús se negó a Su divinidad, a pesar de ser Dios, para depender de la gracia del Padre, así mismo recibió capacidades para ponerlas al servicio de los hombres. Y habiendo vencido el dominio del pecado en el hombre subió al cielo, y desde allí, da a los creyentes dones, para que como El, sirvan a los hombres.

Efesios 4:9 “Pero ¿Qué es lo de ascendió? Sino que primero descendió a algo inferior de la tierra”
Efesios 4:9 “Y eso de que subió ¿Qué es, sino que primero también había descendido, a las partes más bajas de la tierra”
El apóstol indica que Jesús al ascender al cielo, regreso a su lugar de origen, porque había descendido, primero al mundo de los vivos, pero cayo aún más bajo, porque cargo los pecados de la humanidad, y en la cruz fue sujeto al juicio divino para morir y ser sepultado.

Efesios 4:10 “Este es el que descendió, y el que ascendió es el mismo que subió mucho más que todos los cielos, a fin de llenarlo todo”
Efesios 4:10 “El que descendió es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo”
Dios es Espíritu y es Amor; entonces el amor se hizo un hombre, es decir bajo a la tierra, y después que murió, resucito, y subió más alto que el cielo, para llenar todo el universo de los aspectos no conocidos del amor, es decir de misericordia, compasión, tolerancia, porque estos solo se derraman en los pecadores.

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