sábado, 27 de agosto de 2016

217. El Evangelio del Amor.

Romanos 7:1-2 “… ¿ignoran que la ley tiene poder en la persona cuando esta viva?” Por estola mujer está sujeta y ligada al marido por la ley, mientras él vive; pero si muere el marido, queda libre de la ley que le unía al marido”
La ley del matrimonio tiene el poder y la autoridad para UNIR a un hombre con una mujer, mientras los dos están vivos. En el caso que muera el marido, entonces acaba el poder y la autoridad de la ley del matrimonio sobre la viuda.

Romanos 7:3 “Así que la mujer será llamada adultera, si estando vivo su marido, se une a otro hombre, pero si el marido muere, está libre de la ley, y no es adultera si se casa con otro hombre”
Al citar lo que es evidente de la ley del matrimonio, Pablo quiso hacer entender “la función” de UNIR o Atar de los 10 mandamientos. Así, la esposa representa al ser humano, el marido representa al pecado. La ley que los une representa a los 10 mandamientos.

Romanos 7: 4 “Así que hermanos míos, también ustedes fueron muertos a la ley, por medio del cuerpo del Mesías, para que lleguen a ser unidos a otro, al que resucito de los muertos, a fin de llevar frutos para Dios”
Al aceptar llevar los pecados de la humanidad Jesús se hizo pecado, y fue simbolizado por el esposo en la comparación que hizo Pablo de los 10 mandamientos con la ley del matrimonio. Así que Jesús al morir, murió a la ley, y en El fueron muertos a la ley los creyentes, para formar una unidad con El.

Romanos 7:5 “Porque cuando estábamos en la carne sufríamos el pecado, que era activado en nosotros por medio de la ley, para llevar frutos de muerte”
Estar en la carne es vivir discerniendo el bien del mal, teniendo como norma para este discernimiento los 10 mandamientos; porque satanás usa los 10 mandamientos para hacer activo al pecado, a fin de esclavizarnos al odio, orgullo, envidia, codicia, concupiscencia, etc.

Romanos 7:6:” Pero ahora que hemos sido liberados de la ley, al haber muerto a la (ley) que nos ataba, para que sirvamos con Espíritu nuevo y no con el escrito antiguo”
Jesús murió por lo menos con dos objetivos, uno llevar nuestros pecados, para que estemos inocentes ante Dios, y otro para matarnos a la ley, a fin de que no sigamos unidos al pecado; entonces nos guie el Espíritu Santo, y seamos canales de la misericordia divina a los que nos rodean. 

Romanos 7:7 “Entonces ¿Qué diremos? ¿La ley es pecado? NO, porque yo no conocería el pecado si no fuera por la ley. Porque no conocería la codicia, si la ley no dijera “No codiciarás”
Hay que saber que “conocer” en el antiguo testamento es tener una relación íntima, como la del matrimonio, y que “codicia” es todo deseo sin control. Entonces porque la ley ordena “No codiciar” el hombre esta “unido” como en matrimonio, sujeto a los deseos sin control.

Romanos 7:8: Pero el pecado se aprovechó del mandamiento, y produjo en mi todo tipo de codicia. Porque sin la ley, el pecado está muerto”
Dios le revelo a Pablo que los diez mandamientos dan vida al pecado; por esto el escribe: Sin la ley el pecado está muerto. El pecado permanece oculto en la mente humana, por eso es necesario que la ley lo haga activo y el hombre lo descubra, a fin de que se vea esclavo del pecado, y necesite a Jesús el Salvador.

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