La misericordia de Dios, o sea la gracia obra en la mente de muchos para que oigan con atención la historia de Jesús en la cruz, y esa historia queda como impresa en sus pensamientos, y los libera del poder del pecado.
Romanos 6:18 “Y habiendo sido
libertados del pecado ustedes fueron hechos siervos de la justicia”
El
pecado es la semilla que satanás puso en Adán cuando cayó, luego paso a toda la
humanidad. Y de esta brota toda la maldad humana. Por otro lado, Jesús al morir
nos separó de los 10 mandamientos, y así nos libró del pecado. -Jesús nos liberó
para ser canales del amor divino.
Romanos 6:19 “…tal como pusieron sus
sentidos para ser esclavos de la impureza e iniquidad, de mismo modo, ahora
ofrezcan sus sentidos para servir a la justicia y a la pureza”
Siendo
esclavo del pecado, la motivación para disponer los sentidos es la búsqueda de
la complacencia propia; al contrario, libres del pecado, el motivo para
disponer los sentidos para servir a la justicia y a la pureza es el amor de Jesús
que nos mueve a la abnegación.
Romanos 6:20 “Porque cuando eran esclavos
del pecado eran libres de la justicia”
Antes
de prestar atención a la historia de Jesús en la cruz, cuando el pecado era el
señor de una persona, esta vivía haciéndose buenos propósitos y rompiéndolos.
Entonces no se sentía responsable de ser un canal del amor misericordioso y
compasivo.
Romanos 6:21 “¿Que frutos tenían
entonces? De los cuales ahora se avergüenzan; porque el fin de estos es la
muerte”
Antes
de llegar a dar importancia a la historia de Jesús en la cruz, es difícil
analizar con imparcialidad los frutos de la vida, pero después al haber
aceptado la remisión de los pecados, gracias a la muerte de Jesús, al volver a
mirar esos frutos ya no se desea recordarlos.
Romanos 6:22 Habiendo sido liberados
del pecado, y hechos siervos de Dios, tienen el fruto de la pureza, cuyo fin es
de la vida eterna”
Jesús
fue crucificado después que acepto los pecados de la humanidad; de esta forma
libero del pecado al hombre que cree Su historia, además le cubrió con Su
inocencia, como con un vestido. El Padre considera que este es el fruto del
hombre de fe, para que pueda vivir para siempre.
Romanos 6:23 “El pago que da el
pecado es la muerte, al contrario, el regalo de amor de Dios es la vida eterna
en Jesús, el Mesías, nuestro Señor”
El
pago del pecado es separación, primero entre el hombre y Dios, segundo separa
al hombre de sus semejantes, peleas, clases sociales, separación racial, y
tercero separa el espíritu del cuerpo. Pero el regalo de Dios en Jesús es la
unión con Dios, la unión con los semejantes y la resurrección del que retiene
la historia de Jesús en la cruz.
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