Jesús les mostro las manos y su costado a los discípulos
porque ellos pensaban que era un espíritu, por el hecho de haber traspasado la
pared del cuarto en el que estaban. Ellos vieron que las manos del Señor todavía tenían las heridas de los clavos, lo
mismo Su costado que fue traspasado por una lanza. Entonces los discípulos
estaban seguros de que Jesús había resucitado, por esto se llenaron de gozo.
Juan 20:21 “Por
consiguiente Jesús les dijo otra vez: La paz sea a ustedes. Tal como Me ha
enviado el Padre, también yo les envió”
Una vez que los discípulos estaban seguros de que Jesús
había resucitado, entonces el Señor les repitió que el Padre y el Hijo estaban
en comunión con ellos, es decir que la Presencia de la divinidad estaba con los
discípulos. Así mismo, les mando, o despacho para que testifiquen a los judíos
de que El que murió en una cruz había resucitado, es decir que la humanidad
mortal tenía acceso a la vida eterna.
Juan 20:22 “Y
habiendo dicho esto, les soplo y les dijo: Reciban el Espíritu Santo”
Cuando Jesús subió al cielo, después de resucitar, el Padre
acepto Su sacrificio para el perdón de los pecados. Entonces Jesús recibió la
orden del Padre de dar el Espíritu Santo a los creyentes, para que vivan; de
este modo restauro en los creyentes la
vida que perdió la humanidad cuando Adán peco. Es decir que la salvación se concretó
gracias al sacrificio de Jesus.
Juan 20:23 “Si
remiten los pecados de alguno, le serán remitidos, y si a alguno los retienen,
los serán retenidos”
Jesús, es el cordero de Dios que llevo los pecados de la
humanidad en Su cuerpo a la cruz, es decir los pecados de los hombres ya fueron
remitidos. Por eso Jesús después de resucitar les mando a los discípulos
anunciar este hecho a todos. Y si alguien no tiene fe que Jesús
es el cordero que llevo los pecados del mundo, entonces le son retenidos sus pecados y responderá a
Dios por ellos.
Juan 20:24-25”Pero
Tomas, uno de los doce, no se encontraba con ellos cuando Jesús llego. Entonces los discípulos
le dijeron: Vimos al Señor. Pero este les dijo: Si yo no veo en sus manos las
marcas de los clavos, y meto mis dedos en ellas, y meto mi mano en su costado,
no creeré”
Tomas quería asentar la fe en sus sentidos, esto es un error,
porque la fe no se basa en los sentidos, sino solo en lo que Dios dice. Tomas al
igual que los otros discípulos oyeron a Jesús avisarles que resucitaría el
tercer día, pero todos ellos querían verle antes de tener fe. Tomas fue más allá, no solo quería verle,
sino también tocar sus heridas, antes de tener fe que el Señor había
resucitado.
Juan 20:26 “Ocho días
después estaban dentro y Tomas estaba con ellos, vino Jesús, y estando las
puertas cerradas, se puso en medio, y
les dijo: La paz sea a ustedes”
Jesús se presentó en medio de ellos, en la habitación, Tomas
estaba con ellos. De esta manera Jesús les mostro que no solo sus rasgos
físicos habían cambiado de tal manera que ellos no podrían reconocerle, sino
que Su naturaleza física era muy diferente a la de ellos, por eso no
necesitaba puertas para entrar en una
habitación. Jesús les saludo con el saludo del cielo: La Paz sea a ustedes.
Juan 20:27 “Y dijo a
Tomas: Mira mis manos y mete aquí tu dedo; extiende tu mano y métela en mi
costado, y no seas incrédulo, sino ten fe”
El amor de Jesús se derramo en el incrédulo Tomas, al aceptar la condición que él puso antes de tener fe, y
al mismo tiempo le reprendió por su incredulidad. Tomas mostro con su
incredulidad, que todavía su cerviz era dura, es decir era porfiado, por eso no
era susceptible de convencer, pero el amor de Jesús le convenció a Tomas, igual
que puede suavizar o todo incrédulo.
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