Juan 16:8-9
“Y cuando El venga convencerá al mundo...de justicia, porque Yo voy al Padre...”
El
Espíritu de Dios convence al mundo que Dios es justo, con el argumento de que Jesús, hombre, fue ante el Padre, y hace las veces del hombre
como el
anticipo, a) de que la humanidad
creyente regreso ante Dios, y b) de que
el hombre morara con el Padre, cuando El termine el conflicto con el mal.
Juan 16:8,
10 “Y cuando venga el Espíritu Santo convencerá al mundo de...juicio, porque el
príncipe de este mundo ha sido juzgado”
El
Espíritu Santo demuestra al creyente que el tribunal del cielo condeno la
mentira, la arrogancia y el orgullo de Satanás. Estas iniquidades él puso en la mente humana; y aunque parezcan
invencibles, fueron reprobadas, al brillar en ese tribunal, la veracidad y humildad del Salvador. Humildad
y veracidad que son para los tienen en sus pensamientos la muerte de Jesús
clavado en una cruz.
Colosenses
2:13 “Y ustedes estando muertos en el pecado…Dios les dio vida con El (Jesús)…”
La
vida del ser humano tiene dos aspectos, a) la vida física, y b) las actividades
del cerebro que tienen que ver con el razonamiento, el entendimiento, la
voluntad, los afectos, sentimientos. Desde que cayo Adán estas se deformaron
para ir al mal, o sea se hizo imposible relacionarse con Dios y con el prójimo.
Pero Jesús resucito, para bautizar en el
Espíritu Santo, quien obra en estas funciones, y nos relaciona con Dios y
con el prójimo en el marco de Su amor.
1 Pedro 3:21
“La cual (el arca de Noé} indica, ahora, la salvación por el bautismo, pero no
el de la suciedad de la carne, sino de una conciencia buena (que se buscaba)
hacia Dios, por medio de la resurrección de Cristo Jesús”
Pedro
revela que el bautismo en el Espíritu Santo da la buena conciencia. La conciencia buena es poder discernir la calidad de los afectos, sentimientos, emociones, además el
poder decidir en la dirección correcta. En otras palabras, la conciencia limpia es el resultado de la
resurrección de Jesús.
1 Pedro
3:20-21 “…en el arca… ocho personas fueron salvadas, a través del agua…la cual
ahora, indica la salvación por el bautismo, pero no el de la suciedad de la
carne, sino de una buena conciencia (que
se buscaba) hacia Dios, por medio de la resurrección de Cristo Jesús”
En
el arca, ocho personas se salvaron de la
muerte, ahogados. Por esto, el agua del diluvio simboliza el bautismo en agua,
para muerte al pecado. Mas el arca en la que se salvaron apunta al bautismo en
el Espíritu Santo, para que el creyente viva con una conciencia buena, y de
este modo participe de la resurrección del Señor.
Romanos 8:29
“Porque a los que antes conoció les predestino a ser hechos a la imagen de Su
Hijo, para que Él sea el Primogénito de muchos hermanos”
El
Padre tiene unión íntima con los que retienen en sus pensamientos la historia
de Jesús, porque son bautizados en el Espíritu Santo; y a estos les destino
para que, físicamente, sean hechos como Jesús resucitado, en la resurrección”
1 Corintios
15:50 y Juan 3:6 “…La carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios… el
que es nacido de la carne es de la carne, y el nacido del Espíritu es del Espíritu”
Nosotros somos humanos porque nacemos de
nuestra madre; y nuestra humanidad está sujeta al pecado, enfermedad y muerte;
pero si tenemos en la mente la historia
de Jesús, Él nos bautiza en el Espíritu Santo,
y: a) somos salvados de nuestro destino
natural; b) y recibimos la ciudadanía del reino de Dios.
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