lunes, 14 de julio de 2014

170. Dios es Amor. La inmersion en el Espiritu Santo. IV

 Juan 4:10 “Jesús le respondió: Si tu conocieras el regalo de Dios, y quien te dice: dame de beber, tú le habrías pedido y él te hubiera dado el agua de vida”

Jesús le dijo a una samaritana de dudosa moral que si ella le pedía, Él le daría el agua viva. El agua viva es el término  que Jesús uso para referirse al bautismo en el Espíritu. Esta historia está registrada para animarnos a pensar que si a esta mujer le ofreció bautizarle en Espíritu, también quiere hacerlo con nosotros, si  retenemos en nuestra mente Su historia.
Juan 4:14”El que beba del agua que yo le dé nunca tendrá sed, al contrario, el agua que yo le dé  llegara  a ser una fuente que fluya para la vida eterna”

Jesús le explico a la samaritana que el bautismo en el Espíritu colmara toda necesidad de su espíritu, en otras palabras, el amor del Padre le llenara y  dará sentido a su vida. Además tendrá la esperanza de resucitar para vivir por la eternidad. El Señor le bautizo  en el Espíritu a la samaritana gracias a que murió y resucito. Esta promesa es válida para los que retienen en sus pensamientos la historia de Jesús.
Juan 4:15, 16, 18  “La mujer le dijo: Señor deme esa agua… Jesús le dijo llama a tu marido y ven acá…porque cinco maridos tuviste, y el que ahora tienes no es tu marido”

Jesús le dijo a la samaritana que si ella le pide le dará el agua viva, sin embargo  cuando ella le pidió  le revelo su vida de pecado; porque era necesario que se vea pecadora para valorar Su sacrificio,  entonces bautizarla en el Espíritu Santo. Así el Señor nos ensena que para bautizarnos en el Espíritu, debemos  valorar Su sacrificio, para perdón de los pecados, con ese fin,  primero nos revela la influencia poderosa del pecado en nuestros pensamientos.
Juan 5:24 “…el que oye mi palabra y tiene fe en el que me envió tiene vida eterna, y no viene a juicio, ha pasado de muerte a vida”

Al  oír o leer las palabras de Jesús,  hay que pensar que el Padre envió a  Su Hijo para  tener  vida eterna. La vida eterna se concreta con el bautismo en el Espíritu, ya  que Él es el que vivifica la conciencia, el entendimiento y los pensamientos. Dios considera que paso de muerte a vida el  que oye y tiene fe que el Padre le mando a Jesús, es decir que Jesús no vino por su cuenta.
Juan 5:25” Les digo: Desde que venga la hora, y ahora es cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que oigan vivirán”

Jesús les explico a los dirigentes religioso judíos que Su misión como Mesías es morir y resucitar para que el hombre caído, muerto en sus pecados pueda oír, o sea alcance  a prestar atención a su historia, y viva. En otras palabras, El murió y resucito para  bautizarle en el Espíritu Santo, al que tenga fe.
Juan 5:39-40 “Ustedes investigan las escrituras, porque piensan tener en ellas vida eterna. Y ellas testifican de Mi.-Sin embargo ustedes no quieren venir a Mi para que tengan vida”

 Los fariseos estudiaban las escrituras para tener vida, pero ignoraban que estas hablan del Mesías, tanto de Su sacrificio, como de Su sacerdocio, porque se aferraban a sus dogmas, en consecuencia no tenían vida. Para que no nos pase lo mismo que a ellos estudiemos las escrituras con mente abierta, para hallar a Jesús,  y ser bautizados en el Espíritu Santo.
Juan 6:47 En verdad les digo: ¡El que tiene fe en Mí, tiene vida eterna!

Jesús enfatizo que al  oír con atención sus enseñanzas, y aceptarlas se cumple  la condición para recibir la vida que Adán perdió cuando cayó. No se trata de la mera existencia, sino de que sean activadas  las funciones de la mente para discernir que uno es objeto de la misericordia de Dios, porque esta es la misión principal del Espíritu Santo

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