viernes, 4 de julio de 2014

169. Dios es Amor. La inmersion en el Espiritu III

 Juan 6:63 “El Espíritu es el que da la vida…”

Adán y Eva pecaron, y el Espíritu Santo se retiró de ellos. Entonces las funciones superiores  del cerebro quedaron a merced de satanás, y empezó el proceso de la muerte  Esto ocurrió en toda la humanidad, hasta Jesús, quien cargo nuestros pecados y se hizo pecador por nosotros, aunque El nunca peco, murió y destruyo en si  la humanidad caída.  Pero resucito para dar el Espíritu, la vida, a los que valoran su historia.
Juan 6:63 “…Las palabras que les hablo son Espíritu  y son vida”

Jesús revela la intimidad sobrenatural entre sus palabras,  el Espíritu, y la vida. Las palabras que el Maestro alude son sus enseñanzas, especialmente las que se refieren a Su sacrificio. Por esto, cuando Jesús pone en nuestras mentes  las palabras de la cruz nos bautiza en el Espíritu Santo, y tenemos la vida.
Juan 1:4 “En El estaba vida, y la  vida es la luz de los hombres”

Este verso se refiere al Verbo encarnado, a Jesús hombre. En Jesús hombre estaba la vida,  el Espíritu Santo, porque el Espíritu Santo es la vida de la humanidad. Y la vida, es decir el Espíritu Santo es la luz que alumbra a los hombres, o sea hace clara al hombre la conducta del Señor.
Juan 1:9 “Era la Luz, la Verdadera, que al venir al mundo, alumbra a todo hombre”

Jesús estaba lleno del Espíritu Santo desde el vientre de su Madre. Sus actos y palabras  son luz, porque dejan ver  el amor del Padre por la humanidad.  Pero, la ceguera espiritual, aun de los que estuvieron con Jesús, no les dejaba apreciar el amor del Padre, pero cuando fueron bautizados en el Espíritu Santo, después que Jesús resucito, fueron sensibles al amor del Padre, al recordar  la historia del Maestro.
Juan 3:15 “Para que todo el que tenga fe en El tenga vida eterna”

La historia de la crucifixión  de Jesús es como una  fuente de vida para  los hombres que   prestan atención  y la  reciben,  porque gracias a  esta fe,  el Señor les bautiza en el Espíritu Santo,  y   tienen vida eterna.
Juan 3:16 “De esta manera amo Dios al mundo: ¡Dio a su único Hijo!  Con el fin de que todo el que tenga fe en Él no se pierda, al contrario, tenga vida eterna”

Dios expresa su amor con actos, la vida y muerte de Jesús son la mayor expresión de Su amor  al hombre. Y el propósito del  amor divino es bañarle  en el Espíritu Santo, al que preste atención al sacrificio de Jesús, a fin de que sea parte de la corriente de amor de Padre, o sea empiece en el la vida eterna.
Juan 3:34 “El que Dios envió habla las palabras de Dios, solo entonces  Dios da el Espíritu sin medida”

Jesús fue enviado por el Padre para que revele que Él iba a ser rechazado,  morir crucificado y resucitar, por esto Sus palabras estaban sobrenaturalmente unidas al Espíritu Santo; y así  llegaba el Espíritu a los que las ponían atención. También ahora, los que Dios ha enviado hablan  las palabras de la cruz y  llegan a los que las escuchan atención acompañadas del  Espíritu Divino.

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