286. El Evangelio del Amor.

2 Pedro 1:2 “Gracia y paz a ustedes sea multiplicada en proporción al conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor”
2 Pedro 1:2 “Gracia y paz abunden para ustedes por el conocimiento de Dios y nuestro Señor Jesucristo”
La gracia, o sea la acción del Padre en una persona que ha aceptado la historia de Jesús no permanece en un nivel, sino que aumenta a medida que esta persona entiende mejor y mas el sacrificio de Jesús. Por otro lado, hay recordar que la gracia y la ley son opuestas, porque la gracia da el conocimiento de Dios, y la ley da el conocimiento del pecado.

2 Pedro 1:3 “De esta manera nos ha dado Su divino poder, necesario para vivir en el evangelio, por medio del conocimiento del que nos llamo por medio de gloria excelente”

2 Pedro 1:3 “Quien les ha concedido todo lo que pertenece al poder de la deidad para salvación y reverencia a Dios, por el conocimiento de Aquel que nos ha llamado por Su gloria y excelencia”
La gracia, es decir la presencia activa de Dios en el que ha aceptado la historia de Jesús, como la solución para su mal y su corrupción, es el medio por el que el Padre da su divino poder, para que el creyente viva el evangelio. La gracia, a su vez crece al seguir conociendo a Dios. Así mismo, el conocimiento de Dios y de Su Hijo lo inicia y lo aumenta el mismo Dios, como fruto de Su amor al creyente.  

2 Pedro 1:4” Por Su gracia y Su poder Dios nos ha dado las mas grandes y valiosas promesas, a fin de que por medio de estas lleguemos a estar asociados a la divinidad, habiendo escapado de la germinación natural del mundo, causado por los malos deseos”

2 Pedro 1:4” Mediante las cuales les ha dado magnificas y gloriosas promesas, para que por medio de estas participen de la naturaleza de la Deidad, habiendo escapado de la corrupción de las bajas pasiones propias del mundo”
La historia de Jesús, especialmente en la cruz nos da entrada a la gracia, esto es a la acción continua del poder de Dios en nuestras vidas, para que seamos revestidos de la conducta de Jesús, y de esta manera, y mediante Sus grandes promesas seamos parte, EN Jesús, de la divinidad. También, la historia de Jesús aceptada en la mente hace que, esta, escape de la esclavitud de las pasiones y deseos.

2 Pedro 1:5 “Entonces, por esto con toda diligencia introduzcan y suplan de valentía en la fe, y a la valentía de conocimiento”

2 Pedro 1:5 “así también vosotros poned toda diligencia en añadir a vuestra fe virtud, a la virtud conocimiento”
Dios interviene, diariamente, con Su poder, en cada uno de los que retienen la historia de Jesús, para que vivan dependientes de la conducta de Jesús; es decir, actúa para mantenerlos bajo Su gracia. Entonces ellos solo tienen que prestar atención a la guía del Espíritu a sus pensamientos y afectos. Así, añadirán valentía a su fe, y al arrojo añadirán reconocimiento de la acción continua de Dios en ellos.

2 Pedro 1:6 “Y añadan al conocimiento control personal, y al control personal constancia, y a la perseverancia bondad”

2 Pedro 1:6 “Al conocimiento dominio propio, al dominio propio paciencia; a la paciencia piedad”
La fe es la base, para que el poder de Dios en el creyente se enfoque, a fin de que sea valiente, también para que reflexione en las obras del Eterno en él, además le capacita para que se controle, y no sea víctima de sus deseos, así mismo, para que sea perseverante y bondadoso. En otras palabras, la gracia le transforma al que presta atención a la historia de Jesús, porque es morada del Espíritu Santo.

2 Pedro 1:7 “En la bondad añadan afecto fraternal, y en el afecto fraternal añadan amor”

2 Pedro 1:7 “a la piedad afecto fraternal y al afecto fraternal el amor”
Dios capacita a los que han aceptado la historia de Jesús para que añadan a esta fe, valentía, conocimiento, dominio propio, constancia, bondad, afecto fraternal y amor, a fin de que tengan un carácter que visibilice a Jesús. Hay que tener claro que es el Padre, quien mediante Su Espíritu obra sin cesar en cada persona que da importancia a la historia de Su hijo, para alcanzar este objetivo.

2 Pedro 1:8 “Y al empezar a existir y aumentar estas cualidades en ustedes, no quedaran inútiles y sin fruto, y faltos del conocimiento de Jesús, el Mesías, nuestro Senor”

2 Pedro 1:8 “Porque si estas cualidades están en vosotros y abundan, no os dejaran estar ociosos y estériles en el conocimiento de Jesús el Mesías, nuestro Señor”
Dios usa Su poder para que el que da valor a la historia de Jesús sea valiente, pueda controlar sus deseos, sea perseverante, bondadoso, afectuoso y sea capaz de amar, de modo que sea útil para conocer por experiencia intima al Salvador, y pueda dar frutos para Dios. En una palabra, desde que una persona tiene fe en Jesús, el Padre se encarga de cambiarlo y hacerle fructificar, mediante Su Espíritu.