483. El Evangelio del Amor.

1 Pedro 4:7 “Pues todo se acerca a su fin; por lo tanto, sean moderados y sobrios con miras a las oraciones”
1 Pedro 4:7 “Pero el fin de todas las cosas se aproxima; por lo tanto, sean sobrios y estén alerta en la oración”
Para una persona que ha recibido la historia de Jesús con fe viva, su muerte es parte del fin de todo, porque la próxima vez que esté vivo, consciente, se encontrara con Jesús que le llevara, inmortal, a Su fiesta de boda, en el cielo. Si de este modo se entiende que el fin de las cosas es próximo, entonces, la orden de este versículo es válida para todos los tiempos.

1 Pedro 4:8 “Pero, antes de todo, sean enfocados en el amor ferviente de unos a otros, teniendo en cuenta que el amor cubre multitud de pecados”

1 Pedro 4:8 “Y, sobre todo, tengan ferviente amor unos a otros, porque el amor cubre multitud de pecados”
Lo primero es que los que tienen la historia de Jesús en su mente sean canales de misericordia, tolerancia, paciencia, bondad divina, porque han aceptado que el Padre puso sus pecados en Jesús, quien los lavo en la cruz. Ahora, el pecado es lo opuesto a Dios, es decir a su amor. Por esto, si los de la fe son canales del amor, entonces Dios está en ellos y el pecado no puede producirse.

1 Pedro 4:9 “Den alojamiento unos a otros, sin murmuraciones”

1 Pedro 4:9 “Sean hospitalarios con los extranjeros, sin murmuración”
Cuando se desate la persecución contra los de la fe, este versículo cobrara actualidad. Aunque ahora, en algunos países musulmanes los creyentes son perseguidos y necesitan ser acogidos en hogares de los de la fe de otros países. Por otro lado, los que no han tenido oportunidad de oír el evangelio serán salvos, por haber ayudado a alguien de la fe que este perseguido.

1 Pedro 4:10 “según el don que recibió, sirviéndose unos a otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios”

1 Pedro 4:10 “Según el don que cada uno recibió de Dios, sirva con el a sus compañeros, como buenos administradores de la gracia multiforme de Dios”
Jesús fue al cielo y da dones a los que han prestado atención a su historia con fe obediente, estos dones son para ensenar, para evangelizar, para ayudar, para hacer milagros, para curar; así expresan la gracia de Dios, y son para que el amor de Dios sea utilizado eficientemente en las congregaciones de creyentes, y en la gente en general. En realidad, son la acción del Espíritu por medio de los creyentes.

1 Pedro 4:11 “El que habla. Que hable la palabra de Dios; si alguien sirve que sirva con la fortaleza que Dios da, a fin de que en todo sea glorificado Dios, mediante Jesucristo a quien pertenece la gloria y el poder por los siglos de los siglos, amen.

1 Pedro 4:11” Todo el que habla, que hable de acuerdo con la palabra de Dios, y todo el que ministra, que ministre según el poder que Dios le da, para que en todo lo que ustedes hagan, Dios sea glorificado por medio de Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y la honra por siempre y para siempre. Amen”
Se puede errar al pensar que los dones que Dios da a los que tienen la historia de Jesús en sus mentes, son talentos, o habilidades que deben utilizarlos, aparte de Dios, porque los dones son para que los de la fe sean canales de Dios, para que Su misericordia, compasión, tolerancia, paciencia, bondad beneficien los hermanos en la fe y a otras personas.

1 Pedro 4:12 “Amados no sean sorprendidos del fuego encendido en ustedes, para probarles, como algo extraño”

1 Pedro 4:12 “: No se sorprendan amados míos, por las pruebas que les ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña les sucediera, pues estas son para probarlos”
Los judíos a quienes Pedro escribió estaban sufriendo dura persecución para haber aceptado que Jesús era el Mesías prometido. Esto les sorprendió, porque esperaban una vida de paz al tener a Jesús como su salvador, en lugar de morir en la hoguera, como fueron muchos. El apóstol les dijo que no debían extrañarse de esos sufrimientos, porque eran para que su fe se fortalezca.

1 Pedro 4:13 “Sino más bien, regocíjense por participar de los sufrimientos del Mesías, a fin de que se regocijen con gran alegría en la revelación de Su gloria”

1 Pedro 4:13 “Sino regocíjense por ser participantes de los padecimientos de Cristo, para que de la misma manera también se gocen y se regocijen en la manifestación de su gloria”
La gloria de Jesús, que será vista por los que retienen Su historia, será un suceso portentoso, que amerita que ellos, ahora, participen con alegría, de las pruebas y sufrimientos del Señor, para que, igualmente participen de la gloria del Señor, su cabeza, porque son Su cuerpo, cuando venga a llevarlos a la fiesta de su boda.