miércoles, 20 de diciembre de 2017

284. El Evangelio del Amor.

1 Pedro 5:2 “Pastoreen el rebano de Dios entre ustedes, velando, no por obligación, sino voluntariamente, no por avaricia de dinero, sino de corazón”
1 Pedro 1:2 “Pastoreen el rebano de Dios que les ha sido encomendado, cuidándolo espiritualmente, no por obligación, sino voluntariamente, no por sucia ganancia, sino de todo corazón”
Para que un pastor cuide a los creyentes, no por el sueldo, ni por obligación, sino por amor, es necesario que sus sentimientos y afectos hayan sido transformados, al repasar la historia de Jesús crucificado; porque solo entonces quedara unido al amor de Jesús por los pecadores; y también, así llegara a ser un canal por el cual el Padre derrama su amor al hombre caído.

1 Pedro 1:3 “Tampoco como grandes señores sobre la congregación, sino siendo ejemplos del rebano”
1 Pedro 5:3 “No como enseñoreándose del rebano, sino siendo un buen ejemplo para ellos”
Los pastores, o ancianos que no valoran la humillación de Jesús, porque no prestan atención, a que El siendo Dios se hizo un hombre, después vivió como un obrero, carpintero; todavía se humillo aún más al aceptar los pecados de la humanidad, y en esa condición fue crucificado; estos son los que actúan como señores del rebano. Pero si reflexionan en Su historia, llegaran a ser seguidores de Él, humildes.

1 Pedro 5:4 “Y cuando se manifieste el príncipe de los pastores, ustedes recibirán la corona de gloria que nunca se marchitara”
1 Pedro 5:4 “Para que cuando sea manifestado el príncipe de los pastores, reciban de La una corona de gloria que nunca se marchitara”
Los pastores y ancianos fieles que han cuidado las congregaciones motivados por el amor al salvador, y a los creyentes recibirán un premio glorioso. Por otro lado, la salvación es gratuita y no requiere trabajo alguno de los de la fe, sino que es un regalo del Padre a los que prestan atención a la historia de Su hijo, pero el premio, en este caso la corona, se lo gana, porque requiere trabajo fruto del amor abnegado.

1 Pedro 5:5 “Así mismo, los jóvenes obedezcan a los ancianos, y todos vístanse vigorosamente de humildad para con los demas, porque Dios resiste a los orgullosos y a los humildes da gracia”
1 Pedro 5:5 “Y ustedes jóvenes, sujétense a sus dignatarios y vístanse vigorosamente con una actitud humilde para con los demás, porque Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes”
Pedro aconseja a los jóvenes que dan importancia absoluta a la historia de Jesús, especialmente en la cruz, para que caminen en obediencia a los ancianos que también anden con Jesús, para alcanzar este objetivo, los jóvenes deben tener fresca la invitación de Jesús para que vengan a Él y aprendan a ser mansos y humildes como Él es. 

1 Pedro 5:6 “Por consiguiente, sean humillados bajo la poderosa mano de Dios, a fin de que les levante a su tiempo”
1 Pedro 5:6 “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo”
Un creyente que acepta la historia de Jesús es limpiado de sus pecados, sin embargo, tiene en su naturaleza la herencia recibida de Adán; y el orgullo es una de las partes más nocivas de esta herencia; el orgullo es muy difícil de vencerlo, pero Dios tiene el poder para ponerle a un creyente en situaciones en las que necesite caminar con Jesús para aprender de El a ser manso y humilde.

1 Pedro 5:7 “Echando sobre La toda preocupación de ustedes, porque El tiene cuidado de ustedes”
1 Pedro 5:7 “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”
Las preocupaciones amargan la vida de muchos que han aceptado la historia de Jesús para su salvación, porque no echan en Dios las ansiedades, ya que olvidan la promesa que dice: busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y sus necesidades serán cubiertas. Así que los de la fe en la historia de Jesús pueden darle confiadamente sus preocupaciones a Dios, porque El los cuida.  

1 de Pedro 5:8 “Sean sobrios, y estén vigilantes, porque el adversario de ustedes, porque vuestro adversario el diablo, que como un león rugiente anda buscando a quien devorar”
1 Pedro 5:8:” Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como un león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”
El diablo es enemigo de los que han aceptado la historia de Jesús, y su poder es invencible, si es que no se entiende que engaña al tentar a los creyentes, haciéndoles pensar que busca que rompan los mandamientos, cuando en realidad lucha para que ellos no dependan de la victoria de Jesús sobre satanás, es decir para que no muestren fe en que su salvación ya se alcanzó en El.  

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