jueves, 14 de diciembre de 2017

283. El Evangelio del Amor.

1 de Pedro 4:14 “Felices si son insultados por el nombre del Mesías, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre ustedes. Según ellos, Él es blasfemado, según ustedes es glorificado”
1 Pedro 4:14 “Si por causa del nombre de Cristo son vituperados, dichosos son, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa en ustedes”
Las injurias que sufrieron los judíos que aceptaron a Jesús como el Mesías, en los días de Pedro, fue por su fe. Ya que el apóstol explico, que los insultos que recibieron por su fe indicaban que el Espíritu de Dios estaba en ellos. También esto sucederá ahora, porque el Espíritu reposa en una persona cuando acepta la historia de Jesús, con fe viva.

1 Pedro 4:15 “Eso sí, que ninguno de ustedes sufra por ser asesino, ladrón, criminal, malhechor, o entrometido”
1 Pedro 4:15 “Solo que ninguno de entre ustedes padezca como homicida, o como ladrón, o malhechor.
Este versículo abre la posibilidad de que un creyente caiga atrapado por la fuerza del pecado. Esto puede ocurrir, solo si se acepta la historia de Jesús, especialmente la de la cruz, nada más como un hecho histórico. Pero si se acepta con fe obediente, nunca esto puede pasar, porque el Espíritu de Dios que mora en el de fe viva, lucha en la mente del creyente, contra los pensamientos del maligno.

1 Pedro 4:16 “Pero si como cristiano sufre, no se avergüence, sino glorifique a Dios, en esa experiencia”
1 Pedro 4:16. Pero si padece como cristiano, no tema, sino glorifique a Dios en ese mismo nombre”
Esta orden es solo para los que han aceptado la historia de Jesús con fe obediente. Porque sufrir sin lamentarse, al contrario, alegrarse, porque Dios es glorificado con el dolor abnegado de un creyente es el resultado de valorar y reconocer que Dios fue glorificado con el terrible dolor de Jesús, en la cruz. Dios fue glorificado, porque Su amor por el hombre fue exaltado en la agonía de Su Hijo.

1 Pedro 4:17 “Porque es el tiempo, de primero comenzar el juicio por la casa de Dios. Aparte nosotros. Y es el fin de no convencerse de la buena noticia de Dios”
1 Pedro 4:17 “Porque es el tiempo de que el juicio de Dios empiece por la casa de Dios; y si empieza por nosotros, ¿Cuál será el final de los que no se convencen de la buena noticia de Dios?”
La casa de Dios no es una religión, sino son los que han aceptado la historia de Jesús. El juicio es para separar a los que han aceptado la historia de Jesús como un hecho histórico, pero NO han dejado que la historia de Jesús reemplace a la suya propia, es decir, a los que no tenido una fe viva. Entonces este juicio es para que queden en la casa de Dios los de fe obediente.

1 Pedro 4:18 “Y si el justo con dificultad es salvado. ¿en se manifiesta el impío y pecador?
1 Pedro 4:18 “Y si el justo con dificultad se salva, ¿Qué será del impío y del pecador?
Pedro tomo este pasaje del antiguo testamento, por eso la salvación parece ser fruto del esfuerzo humano, pero, en el nuevo testamento esta la revelación de la salvación alcanzada en el Hijo de Dios, entonces sí, con Su inmenso esfuerzo y sufrimientos, hasta morir crucificado, pero culmino con gloria al vencer a la muerte en Su resurrección.

1 Pedro 4:19 “Así que los que sufren según la voluntad de Dios, como expresión de su fe, pongan sus personas para hacer el bien”
1 Pedro 4:19 “Por lo tanto, los que padecen de acuerdo con la voluntad de Dios, encomienden a Él sus almas como fiel Creador, practicando lo que es bueno”
Hacer el bien en medio del sufrimiento es posible gracias al Espíritu de Dios que obra en los pensamientos, afectos y sentimientos de los que ha aceptado la historia de Jesús con fe obediente, y produce en ellos alegría, que neutraliza en parte la intensidad del sufrimiento

1 de Pedro 5:1 A los ancianos de ustedes les invito, yo anciano como ustedes, y testigo de los padecimientos del Mesías, y también participante de la gloria que será revelada”
1 Pedro 5:1 “Yo, anciano, compañero suyo, testigo de los padecimientos del Cristo, y participe de la gloria que será manifestada, ruego a los ancianos que están entre ustedes”
Pedro dio su preparación, o escuela que lo calificaron para aconsejar a los ancianos que dirigían las congregaciones de judíos en Asia menor; había visto los sufrimientos de Jesús cuando fue apresado, juzgado, azotado, crucificado y muerto en la cruz, pero también le vio resucitado y cuando ascendió al cielo. Esta es la escuela que todo dirigente de congregaciones de creyentes debe aprobar, para ser tal.

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