1 Pedro 2:4 Acercándose a él, piedra
viva, desechada ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y preciosa”
Dios
es un Espíritu, y se da a conocer por las obras que ha hecho por medio de Jesús,
y de los creyentes que estén en comunión con El. La comunión con los de la fe
se explica por una piedra viva, figura de Jesús, que es el fundamento para que
ellos, simbolizados por otras piedras, formen un edificio morada de Dios.
1
Pedro 2:5 “Y ustedes como piedras vivientes, sean edificados como una casa
espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales
aceptables a Dios, por medio de Jesús el Mesías”
1 Pedro 2:5 “Vosotros también, como
piedras vivas sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para
ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo”
Los
creyentes, figurados como piedras vivas, son parte del templo del Espíritu,
siempre que estén unidos a Jesús, la piedra principal, al retener su historia.
Los sacrificios que se ofrecen a Dios en este templo espiritual son, repetir
los hechos del Padre, en especial el de entregar a su Hijo, y el de ayudar a
los necesitados.
1
Pedro 2:6 “En consecuencia, está contenido en la escritura: Miren pongo en
Sion, la piedra principal del ángulo, escogida, preciosa, y el que tenga fe El
no será avergonzado”
1 Pedro 2:6 “Por lo cual también
contiene la escritura: He aquí pongo en Sion la principal piedra de ángulo,
escogido y preciosa. Y el que creyere en El, no será avergonzado”
El
apóstol Pedro aclara que las figuras de las piedras para edificar, para
explicar la unión entre Jesús y los creyentes, son una profecía que indica que
la salvación es de las personas que entran en comunión con Jesús al aceptar el
relato de su vida y de su obra, y gracias a esta aceptación llegan a ser morada
de Su Espíritu.
1
Pedro 2:7 “Así que a ustedes los creyentes, Él es valioso, pero a los
incrédulos, la piedra que repudiaron los constructores, El llego a ser la
piedra para el ángulo cabecera”
1 Pedro 2:7 “Para vosotros, pues, los
que creéis él es precioso, pero para los que no creen, la piedra que los
edificadores desecharon ha venido a ser la cabeza del ángulo”
Para
los judíos que aceptaron la historia de Jesús, Él era invalorable, porque
entendieron que en Jesús Dios acabo la esclavitud al mal de la humanidad, y
empezó la vida; al contrario, Israel repudio a Jesús, porque creía que se liberó
del mal, gracias a su obediencia a la ley.
1
Pedro 2:8 “Piedra de tropiezo, y roca que entrampa en el pecado, porque ellos
tropezaron ya que no se dejaron convencer; en verdad, para esto estaban
puestos”
1 Pedro 2:8 “Y piedra de tropiezo, y
roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo
cual fueron también destinados”
Un
edificio de piedra, para figurar la comunión entre Jesús y los que aceptan Su
historia es para hacer notar que la relación de Jesús con los creyentes es muy
firme. Por otro lado, los que no se dejan convencer por sus palabras, Su
historia es para aferrarse al pecado, es decir para hacer más fuerte su
separación de Dios.
1
Pedro 2:9 “Mas ustedes son linaje elegido, sacerdocio real, nación santa,
pueblo adquirido para que anuncien al que los llamo de las tinieblas a su
maravillosa luz”
1 Pedro 2:9 “Mas vosotros sois linaje
escogidos, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido por Dios para que
anuncien las virtudes de aquel que os llamo de las tinieblas a su luz
admirable”
Desde
el momento que alguien acepta la historia de Jesús, recibe el Espíritu, y Dios
lo considera una persona especial, para que sea un canal de Él, es decir de Su
amor, para ayudar a los necesitados, y de esta manera da a conocer a Dios.
1
Pedro 2:10 “Antes ustedes no eran pueblo, pero ahora son el pueblo de Dios,
ustedes no recibieron misericordia, pero ahora han recibido misericordia”
1 Ped 2:10 "Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios, que en otro tiempo no habiais alcanzado misericordia, pero ahora habeis alcanzado misericordia"
Esta carta Pedro escribio a los judios creyentes, por esto llama la atencion que les diga que antes de aceptar a Jesus como el Mesias no eran pueblo de Dios, pero ahora, gracias a la fe ya eran pueblo, asi mismo, antes Dios no les derramaba su misericordia , pero desde que eran creyentes eran obejeto de Su compassion.
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