Efesios 3:18 “Y seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cual sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura”
La
función especial del Espíritu en los que retienen la historia de Jesús es
fortalecer sus mentes para que el egoísmo, el rencor y la ira dejen espacio,
para que la misericordia y bondad de Jesús habiten en ellos, y puedan, poco a
poco gracias al poder del amor, apropiarse de toda la magnitud de este.
Efesios
3:19 “Y conocer lo que sobrepasa todo conocimiento, esto es el amor de Cristo,
para que sean llenos de toda la plenitud de Dios”
Efesios 3:19 “Y de conocer el amor de
Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la
plenitud de Dios”
El
objetivo principal de la salvación es que el Espíritu llegue a fortalecer la
mente del creyente, para que el egoísmo, el rencor y la ira cedan el espacio, y
haya lugar para que la misericordia y la bondad de Jesús moren en los
pensamientos, afectos y sentimientos del de la fe, y este llegue a tener íntima
relación con el Padre.
Efesios
3:20 Y a Aquel que es poderoso, sobre todo, para hacer más abundantemente de lo
que pedimos o entendemos, según el poder que obra en nosotros”
Efesios 3:20 “Y a Aquel que es
poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos
o entendemos, según el poder que actúa en nosotros”
Es
preciso que los que retienen la historia de Jesús sepan que el Espíritu Santo,
con su poder, actúa continuamente en ellos. Hay que aprender a escuchar Su voz
inaudible, para dejar que continúe Su obra, a fin de que avance la supremacía
del amor del Padre en la mente, en sentimientos y afectos de los creyentes.
Efesios
3:21 “A Él sea la gloria en las congregaciones que están en el Mesías, Jesús, y
en todas las generaciones, por los siglos de los siglos”Efesios 3:21 “a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amen”
El
Padre atrae los pensamientos del hombre a la vida y muerte de Su Hijo; el Espíritu
sirve al Padre en centrar en la cruz los pensamientos del hombre, y finalmente,
cuando el creyente dócilmente oye al Espíritu y sus pensamientos se suman a la
historia de Jesús, entonces empieza a dar gloria al Eterno.
Efesios
4:1 Por lo tanto, Yo, cautivo en el Señor, les llamo a que ustedes caminen de
una manera digna de la invitación con la que fueron llamados”
Efesios 4:1 “Yo pues, preso en el Señor,
os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados”
El
apóstol les exhorto a los creyentes a que tuvieran una conducta de acuerdo a la
historia de Jesús. Es decir que recuerden, al ser tentados, que El como cabeza
de los creyentes freno en su mente el pecado, también que caminen reconciliados
con el Padre porque Jesús llevo en Su cuerpo sus pecados, y que vivan con el
Espíritu porque así mismo en Su cuerpo los mato a la ley.
Efesios
4:2 “la conducta junto a toda modestia y mansedumbre, junto a tolerancia,
soportándose unos a otros en amor”
Efesios 4:2 “con toda humildad y
mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor”
La
expectativa de Dios es que los creyentes acojan en sus mentes estos rasgos de
la personalidad de Jesús; por eso el Espíritu Santo obra en ellos, para que la
humildad, mansedumbre y tolerancia del Salvador resuenen en la mente de los
creyentes, las acepten, y adornen sus conductas.
Efesios
4:3 “Esforzándose para mantener la unidad del espíritu, en el eslabón de la
paz”
Efesio 4:3 “Solícitos en guardar la
unidad del espíritu en el vínculo de la paz”
El
Espíritu Santo une a los creyentes en un solo cuerpo, el cuerpo de Cristo; es
decir el Espíritu Divino es la base de la unión, gracias a que los creyentes
tienen en común la historia de Jesús en sus mentes. Esta unión se preserva
cuando los creyentes se empeñan para mantenerse en paz
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