sábado, 1 de abril de 2017

247. El evangelio del Amor

 Romanos 15:13 “El Dios de la esperanza les llene de toda gracia, y paz, al tener fe, para que sobreabunde en ustedes la esperanza, gracias al poder del Espíritu Santo”

La fe, es decir la historia de Jesús, cobra vida, al tener presente que el amor del Padre al hombre, motivo a su Hijo a morir crucificado. Esta fe le hace al creyente un canal del amor divino, al mismo tiempo, la esperanza en la salvación futura llega a ser real al creyente, gracias a la obra continua del Espíritu en este.

Romanos 15:14 “Estoy persuadido hermanos míos, que ustedes están llenos de bondad y de conocimiento, para ser capaces de amonestarse unos a otros”
Los creyentes, estamos llenos de errores y caídas, pero el amonestarse unos a otros no se enfoca en estos males, sino que, en Jesús, Dios hizo la corrección de todo error y caída de ellos. Por esto, Dios ilustra a los creyentes con el evangelio, además derrama Su amor, dándoles Su Espíritu, y los capacita para amonestarse unos a otros.

Romanos 15:15 “Hermanos, les he escrito con confianza, sobre varios temas, para refrescarles la memoria, por la gracia que me ha sido dada por Dios”
La gracia que Dios dio a Pablo, es decir, es Su amor expresado en dones o capacidades, para que el apóstol ensene a los creyentes a caminar en el amor, o sea, reconociendo que son objeto de la misericordia, compasión, tolerancia, bondad, disciplina del Padre.

Romanos 15:16 “Para ser un servidor de Jesús, el Mesías a los gentiles, es decir un sacerdote del evangelio de Dios, a fin de que los gentiles lleguen a ser un sacrificio aceptable, santificados en el Espíritu Santo”
Dios envió a Pablo a los gentiles, y le dio Su Espíritu, para que aprenda a tener en su mente, la historia de la victoria de Jesús al pecado, y así viva cubierto de la conducta de Él. A su vez, Jesús llego ser el sacrificio por el pecado, motivado por el amor; el amor también motivo la obra de Pablo en los gentiles.

Romanos 15:17 “Por consiguiente, en el ámbito de Dios, tengo de que gloriarme en Jesús el Mesías”
Jesús es el rostro de Dios entre los hombres. En las escrituras el rostro del Padre es Su amor, expresado en misericordia, bondad, compasión, tolerancia, o paciencia; Todas estas manifestaciones del amor divino fluyen a través de Jesús. Pablo era un canal de este amor, por eso, él se gloriaba, en la esfera del Padre, o sea en Su Hijo.

Romanos 15:18 “Porque no me atreveré a hablar, sino de la obra del Mesías, a través de mí, en los gentiles, con el fin de que obedezcan a la palabra, con obras”
Se puede pensar que la obra de Jesús, en los gentiles, por medio del apóstol, era para que ellos obedezcan los diez mandamientos; pero en realidad era para que obedezcan a la fe, y esta llegue a ser viva. En otras palabras, que los gentiles apliquen a sí mismos la historia de Jesús, especialmente la de la cruz.

Romanos 15:19 “Con el poder de señales y prodigios del Espíritu Santo de Dios, llene del evangelio del Mesías, desde Jerusalén y sus alrededores, hasta tan lejos, como Ilirico”

El trabajo misionero de Pablo hubiera sido estéril sin la obra del Espíritu, tanto en señales y milagros, como en la mente del apóstol, llenándolo de comprensión de la obra de Jesús. Al mismo tiempo, el Espíritu obro en las mentes de los gentiles que oyeron a Pablo, dándoles entendimiento. Y así es hoy.

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