jueves, 2 de febrero de 2017

239. El Evangelio del Amor.

 Romanos 12:9 “El amor sea simple, detestando el mal, y adheridos a lo bueno”
Dios es amor, y se manifiesta a los hombres por medio de Espíritu Santo, en forma de misericordia, compasión, bondad, tolerancia, pero con sencillez, casi en secreto. Este amor, debe fluir a los demás, de los que prestan atención a la historia de Jesús. Pero odiando el mal, y unidos mentalmente al bien.

Romanos 12:10 “Ámense fraternalmente unos a otros, hónrense y prefiéranse unos a otros”
Dios quiere que los que caminan por el sendero de la fe, vayan adelante, en ser canales del amor a sus compañeros creyentes. En otras palabras, Dios quiere que cada uno tome la iniciativa para ser compasivo, bondadoso y tolerante con los que tienen en su mente la historia de Jesús.

Romanos 12:11 “Sean diligentes, y no lentos, de espíritu ferviente, sirviendo al Señor en toda ocasión”
Los que dan importancia a la historia de Jesús en la cruz, deben hacer sus actividades diarias con eficiencia. Para alcanzar este objetivo, es necesario que cada día cultiven un espíritu esforzado, de esta manera sirven al Señor.

Romanos 12:12 “Alegres en la esperanza, soportando la angustia, orando con atención”
La esperanza del creyente es la venida de Jesús, sorpresiva, como ladrón en la noche, para resucitar a los creyentes muertos y hacerles inmortales a los vivos. Esta esperanza debe ser con alegría. Así mismo, los que tienen esta esperanza son pacientes en el sufrimiento, y tienen una comunicación inteligente con el Señor.

Romanos 12:13 “Compartiendo para las necesidades de los santos, practicando la hospitalidad”
Los que tienen la historia de Jesús en su mente, deben ser sensibles a las necesidades de los creyentes pobres. Por otro lado, en lugares donde no hay hoteles, la hospitalidad a los que tienen la misión de ensenar los efectos de la historia de Jesús en los creyentes, es valiosa.

Romanos 12:14 “Bendigan a los que los persiguen. Bendigan y no maldigan”
Para bendecir siendo perseguido es necesario haber recibido el Espíritu Santo, es decir estar en comunión con Dios- fruto de la fe en la historia de Jesús- porque la bendición nace del Padre. En otras palabras, bendecir al que persigue es ponerle en el ámbito de Dios. Al contrario, el deseo de hacer el mal nace del malo.

Romanos 12:15 “Alégrense junto con los que están alegres, lloren junto con los que lloran”
Participar de las alegrías y de los sufrimientos de otros se llama compasión. Dios se hizo hombre, para participar de las debilidades y pecados del hombre, hacerle amigo del Padre, y participarle Su Espíritu, para que el hombre sea canal de la compasión divina, es decir sea compasivo con los demás.

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