jueves, 9 de febrero de 2017

240. El Evangelio del Amor.

 12:16 “Piensen de los demás lo que piensan de ustedes mismos. No Romanos piensen con mente altiva, sino con humilde.  Además, no piensen que son más sabios que los demás”
Jesús revelo que la mente es la causa de sufrimiento y corrupción. Por eso, la salvación que Dios hizo en Jesús se enfocó en la mente, gracias a que mato al creyente a la ley, en el cuerpo de Jesús, para unirlo a Él como si fuera Su cuerpo, y El, la cabeza, es decir, para que el creyente tenga la mente del Salvador.

Romanos 12:17” No devuelvan el mal con un mal. Al contrario, hagan el bien a
todos los hombres”
Devolver el mal con el bien es el resultado de haber aceptado, que, en el Getsemaní, Dios descargó los pecados de la humanidad, en Su Hijo. Es decir, es el fruto de la fe, de que antes de cometer los pecados, Dios ya nos perdonó. Entonces al pagar el mal con el bien es repetir la obra del Padre.

Romanos 12:18 “Si depende de ustedes, cultiven la paz con todos los hombres”
El creyente, en sus relaciones con sus prójimos, debe ser tolerante, bondadoso y compasivo, imitando la amistad de Jesús a los demás. Pero antes, debe tener en su mente la historia de Jesús en la cruz, y de este modo tendrá amistad con Dios, y la paz con sus prójimos brotará sola.

Romanos 12:19 “Amados, no se venguen, sino den espacio a Su ira, porque está escrito. “Mío es el castigo, Yo daré el pago, dice el Señor”
Cuando un creyente es ofendido, atacado, su reacción puede ser defenderse, o vengarse. Es decir, si la ofensa fue grave, querrá vengarse. Pero, el Espíritu Santo que mora en él, traerá a su mente pensamientos de la mansedumbre de Jesús, y podrá dar lugar a que el Padre, por lealtad al creyente, asuma su defensa.

Romanos 12:20 “Si tu enemigo esta hambriento, aliméntalo. Si sediento, dale de beber. Así estas apilando carbones encendidos sobre su cabeza”
El de la fe que socorre a su enemigo en necesidad, es un canal de la misericordia y compasión de Dios, y el Padre permanece en él, y el en el Padre. Por otro lado, deja espacio para el castigo de Dios, es decir el misericordioso con su enemigo, amontona el fuego para que Dios purifique, o destruya a este.

Romanos 12:21 “No te domine el mal, sino subordina al mal con el bien”
El mal domina pensamientos, intenciones, afectos, sentimientos de todos. Otro punto, Jesús sufrió ese problema, porque nació bajo la ley, pero, el Espíritu Santo le recordaba las palabras del Padre, para su misión, y Jesús reemplazaba el mal con las palabras del Padre. También, el Espíritu presenta la historia de Jesús en el creyente, para que reemplace al mal.

Romanos 13:1 “Toda persona, libremente subordínese a la autoridad, porque no hay autoridad, sino de Dios, pues la autoridad que existe de Dios es puesta”
La palabra autoridad, en griego, es un verbo. Entonces la “acción” de ejercer autoridad viene de Dios, para que hombres ejerzan autoridad, y ordenen que las relaciones, entre la gente, sean reguladas. Pero si se traduce que autoridad es una persona, entonces los gobernantes injustos, tendrían a Dios como cómplice.

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