martes, 3 de noviembre de 2015

237. Dios es Amor

Juan 5:19 “Si ustedes fueran del mundo, el mundo amaría lo suyo, pero como no son del mundo, sino que Yo les escogí del mundo, por eso el mundo les odia”
Los principios de la vida de este mundo son  opuestos a los principios de vida que Jesús vivió y enseno. Los principios de vida de Jesús  son la  misericordia, la ayuda a los necesitados, el perdón, la compasión   y están enmarcados en la humildad y mansedumbre. Los del mundo son  la soberbia, la jactancia, el buscar ser servidos, aprovecharse de los demás, y están encuadrados en el orgullo y la mentira.

Juan 15:20 “Recuerden lo que les dije: El siervo no es mayor que su señor. Si Me persiguieron a Mí, también les perseguirán a ustedes. Si guardaron Mi palabra, también guardaran la de ustedes”
Jesús sembró Sus principios de vida  mediante su vida, crucifixión y muerte en Sus seguidores. Entonces hay dos principios de vida en el mundo, los de Jesús y los del maligno. Los de Jesús fueron sembrados con misericordia y bondad, pero los del maligno fueron impuestos a la fuerza; por eso persiguieron al Señor, y sus siervos también sufrirán persecución. Pero así mismo  serán escuchados, como lo fue Jesús.

Juan 15:21 “Todo esto les harán por causa de Mi nombre, porque no conocen Al que Me envió”
“Mi nombre” significa que los hechos y palabras de Jesús nacen del amor del Padre. O sea que los creyentes sufrirán persecuciones, porque seguir Su nombre significa vivir del amor de Dios.  En otras palabras, la raíz de las persecuciones está en que los hombres desconocen que Dios es misericordioso, compasivo, lleno de perdón y bondad.

Juan 15:22 “Si no hubiera venido, y no les hubiera hablado no tendrían pecado, pero  ahora no tiene excusa por su pecado”
La humanidad fue puesta bajo el pecado de Adán; y de ese pecado salen los pensamientos y acciones malas. Teniendo en cuenta esto, Dios no les hizo a los hombres responsables de sus pecados, hasta que vino Jesús. Pero desde entonces  los hombres pueden aceptar la historia de Jesús, y ser libres de la condena por sus pecados, o  no aceptarla, y ser responsables de sus pecados.

Juan 15:23 “El que me odia a Mí, también odia a Mi Padre”
Jesús dijo que rechazarle, despreciarle, no tolerarle, detestarle, menospreciarle, es decir odiarle es también rechazar, despreciar, detestar, menospreciar, no tolerar al Padre. Porque el Señor vino para que los hombres conozcan a Dios. En otras palabras la bondad, paciencia, misericordia, compasión de Jesús con los que estuvieron con El, es la manera como Dios, el Padre trata  a los hombres.

Juan 15:24 “Si no hubiera hecho entre ellos las obras que nadie las ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora las han visto, y aun así Me han odiado, y también a Mi Padre”
La incomprensión  que los hombres pueden tener de Dios se resuelve con las enseñanzas y milagros de Jesús, sobre todo con su muerte, sin embargo muchos han persistido en rechazar, menospreciar, ignorar a Jesús, que es lo mismo que odiar al Padre. Su odio es porque no quieren recibir Su amor misericordioso y abnegado, ya que prefieren el orgullo, la mentira y egolatría.

Juan 15:25 “Pero ellos me han odiado para que se cumpla la palabra escrita en la ley de ellos: Que Me odiaron sin causa”
Los sufrimientos de Jesús  fueron profetizados, porque Dios quería que los judíos identificaran, en las escrituras, a Jesús como el Mesías prometido, ya que los maestros de Israel tendrían ideas equivocadas  del Mesías. Así en las profecías mesiánicas de los Salmos, se aprende  del gran dolor del Mesías causado por el odio de los judíos, porque el dolor que causa el odio es proporcional a la intensidad del amor.   

1 comentario:

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