Jesús les dijo a sus discípulos en la cena pascual, que gracias a que Él se sacrificara, y será el Cordero de Dios que cargara los pecados del mundo; el Padre perdonara los pecados de la humanidad, y cubrirá al hombre con Su amor misericordioso, por esta razón, dijo Jesús, que el Padre le permitirá, pronto resucitar y volver al cielo, a Su trono.
Juan 13:33 “Estaré un
poco más de tiempo con ustedes; Me buscaran, y como dije a los judíos, ahora
les digo a ustedes: Donde Yo voy ustedes no pueden venir”
Jesús les dijo que
ellos van tener Su compañía por poco tiempo, después ira al cielo, junto a Dios. El Señor quería asegurarse que ellos
sepan que Él no iba a quedarse en la tierra, e iniciar Su reinado. Esto
les aclaro, porque los rabinos les decían a los judíos
que cuando venga el Mesías
reinara desde Jerusalén sobre toda la tierra; los discípulos también
tenían esta esperanza.
Juan 13:34 “Un
mandamiento nuevo les doy, para que se amen unos a otros: Como yo les he amado,
así también ámense unos a otros”
Este mandamiento no existía en los días de Antiguo
Testamento, pero desde el instante que Jesús hablo estas palabras, el
mandamiento quedo vigente. Por otro lado, a pesar que Jesús regresaba al cielo, este mandamiento aseguraba Su presencia en
ellos, porque Dios es amor; por consiguiente, Dios está presente donde se ama, con el amor compasivo,
y misericordioso que Jesús amo a sus discípulos.
Juan 13:35 “En esto
conocerán todos que son mis discípulos, si se aman unos a otros”
Los discípulos nunca pudieron olvidar el amor abnegado del
Maestro, porque nadie hubo que ensenara
lo que es amar con misericordia, sino Jesús, cuando fue azotado, y murió
clavado en una cruz. Por otro lado, el
Maestro estaba confiado que el Padre le sostendría, para culminar desde la cruz, la enseñanza de la asignatura del amor abnegado, a sus
discípulos.
Juan 13:37,38 “Le
dijo Pedro: Señor ¿Por qué no puedo seguirte ahora? ¡Yo daré mi vida por ti! Jesús
le dijo ¿Tu vida darás por Mi? En verdad te digo que no cantara el gallo, sin que me hayas negado tres veces”
Pedro quería seguir a Jesús, para protegerle, porque sabía
que los judíos querían matarle. Aunque el apóstol dijo esto a Jesús con
sinceridad, el Señor tuvo que anticiparle, que al contrario, le iba a
traicionar negando que Le conocía; junto
con esto, el Señor le dio palabras de consuelo, revelándole que había rogado al Padre, para que no falle
su fe.
Juan 14:1 “No se
agite la mente de ustedes; tienen fe en Dios, tengan fe en Mi”
Los discípulos estaban muy preocupados porque el Señor les
iba de dejar; pensaban que iban a quedar abandonados sin su Maestro. Jesús,
entonces empezó a explicarles porque no iban a estar solos. Primero les dijo
que si tenían fe en el Padre, igualmente debían tener fe en El, o sea, les dijo
que debían confiar en sus palabras, como confiaban en las palabras del Antiguo
Testamento.
Juan 14:2 “En la casa
de Mi Padre están muchas mansiones, porque si no, les hubiera dicho: Voy a
preparar lugar para ustedes”
Jesús les avisa a los discípulos que se va al cielo para
acomodar la residencia para ellos. Para entender este anuncio hay que tener
presente la parábola de las 10 vírgenes de Mat 25 y la boda del Cordero de
Apocalipsis 19, entonces se aprecia que ellos y todos los de la fe van a ser
llevados al cielo, para que asistan a las bodas del Cordero, y después acompañen
a Jesús al regresar para gobernar la tierra.
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