miércoles, 24 de junio de 2015

218. Dios es Amor

 Juan 11:41 “Entonces quitaron la piedra. Jesús alzo los ojos y dijo: Padre te agradezco porque Me has oído”
Jesús es el Verbo encarnado, entonces podía dar vida. Sin embargo, El revelo que no podía usar Su poder divino independiente del Padre, por esto Le pidió permiso  para dar vida a Lázaro. Esta es la razón,  por la que dio gracias a Dios por permitirle resucitar a Su amigo. Por otro lado, el Señor recibió la respuesta del Padre a Su petición,  cuando las hermanas le enviaron a avisar que Lázaro estaba enfermo.

Juan 11:42 “Yo sabía que siempre me oyes; pero Lo dije para beneficio de la multitud que me rodea, para que tengan fe que Tú Me has enviado”
Jesús aclaro que Su oración la hizo audible, para ayudar a que la multitud sepa y tenga fe que Él estaba al servicio del Dios infinito. El Padre Le había enviado a la tierra  para mostrar Su misericordia y compasión al hombre mortal. Así que  Jesús no era un predicador común, porque el Padre estaba unido con El, por eso el contenido de su mensaje era para vida,  y por las obras que hizo.

Juan 11:43 “Habiendo dicho esto, grito con voz fuerte: Lázaro sal fuera”
Jesús había dicho que sus palaras eran vida. Ahora, frente al sepulcro  se  comprobaría si Sus palabras daban vida; por esta razón, también  el Señor  ordeno  a Lázaro salir del sepulcro. Esta feliz historia nos ayuda a los mortales a esperar el día que,  la misma voz que mando a Lázaro abandonar su tumba, nos mande salir de nuestros sepulcros, para vivir eternamente.

Juan 11:44 “Y el que había estado muerto salió atados los pies y las manos con vendas, y el rostro envuelto en un sudario.  Jesús les dijo: desátenlo y dejen que se vaya”
A  la orden de Jesús, Lázaro resucito y salió de la cueva que fue su sepulcro. El asombro de las personas presentes fue grande. Sin embargo, la reacción del que salió de las tinieblas, tan solo nos podemos imaginar, porque   no hay registrado ningún comentario suyo del mas allá. Pero lo que si quedo claro para todos es que  las palabras de Jesús son vida, y le volvieron a la vida a Lázaro.

Juan 11:45 “Entonces muchos de los judíos que habían venido a ver a María, presenciaron lo que Jesús había hecho y tuvieron fe en El”
María era popular en Jerusalén y en las áreas aledañas, por eso vinieron a visitarla muchos judíos. Estos  tuvieron la oportunidad de sus vidas: ver la resurrección de Lázaro.  Solo entonces le aceptaron a Jesús como el Mesías prometido a Israel, sin embargo, poco días después, muchos se decepcionaron al ver Su muerte en la cruz, porque el Mesías que  esperaban era un rey judio que expulsara a los romanos.

Juan 11:48 “Si lo dejamos seguir, todos van a tener fe en El, y vendrán los romanos y nos quitaran el lugar donde esta nuestro templo, y a nuestra nación”
La noticia de que Jesús había resucitado a Lázaro se extendió y pronto llego al sanedrín, el cuerpo dirigente  religioso de Israel. Los del sanedrín razonaron, que pronto todos reconocería que Jesús es  el Mesías, el rey de Israel; esto significaría  el rechazo de los judíos al emperador romano, como su  rey, entonces los romanos  descargarían su ira sobre Israel, destruyendo  su templo y su nación.

Juan 11:49,50 “Pero uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote ese año, les dijo: Ustedes no saben nada. Ustedes no ven que es más conveniente que un hombre muera por el pueblo, y que  no perezca la nación”
Caifás el sumo sacerdote de turno, les pidió razonar a los miembros del sanedrín, para que vean que la manera  práctica de resolver  el problema de que  Jesús haya hecho milagros y prodigios, incluyendo la resurrección de Lázaro, era entregar a Jesús a los romanos, por ser culpable, por sus milagros, de haber enajenado la lealtad de  los judíos al Cesar,  y atraído a Si, para ser reconocido rey de los judíos.  

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