Los discípulos tenían temor de que Jesús sea asesinado por los judíos, porque ya algunas veces intentaron matar al Maestro. Por eso ellos no creían necesario exponerse yendo a Judea, sin embargo, cuando el Señor se puso en camino hacia la casa de Lázaro, Tomas, uno de los discípulos, les dijo a los demás: ¡Vamos a morir con El!, porque el amor a Jesús venció su temor, y fueron con El.
Juan 11:17 “Pues
llego Jesús y hallo que ya hacía cuatro días
que Lázaro estaba en el sepulcro.”
Jesús decidió ir a la casa de Lázaro cuando el Espíritu Santo le hizo saber que Su
amigo había muerto. Él fue para cumplir
la obra del Padre, con el fin de que las muchas amistades que tenía la
familia de Lázaro, no solo en su pueblo, sino en Jerusalén, sean testigos de Su
poder sobre la muerte; entonces, estos al recordar esta historia, después de la resurrección de Él, sean
salvos.
Juan
11:20,21”Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venia lo fue a recibir…Y Marta
dijo a Jesús: Señor si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto”
Marta se acercó al Señor muy triste, porque había llegado
cuando Lázaro yacía en la tumba. Por
otro lado, Marta sabía que Jesús era el Mesías Prometido a Israel, y lo había
aceptado como tal; ella confiaba en Su poder para curar, por eso le dijo: si hubieras estado aquí mi
hermano no hubiera muerto. Pero lo que ella desconocía es la autoridad del
Señor para dar vida.
Juan 11:22 “Y aun
ahora yo pienso que todo lo que pidas a
Dios, Dios te lo dará”
El Espíritu Santo obraba en Marta para que no desfallezca
su fe en Jesús, entonces
bajo la acción del Espíritu, en
medio de su tristeza, pensó que lo que Jesús
pida la Padre, Él le concederá, y cobro
el ánimo; de esta manera Marta reinicio su relación de fe con el
Maestro.
Juan 11:23-24 “Jesús
le dijo a ella: Tu hermano resucitara.
Marta le contesto: Yo sé que resucitara,
en la resurrección en el día final”
Jesús le anuncio a
Marta que Lázaro resucitara. Pero ella no
creyó que Jesús resucitaría a su hermano, sino que se refería a la promesa
divina a Israel: la resurrección en el tiempo del fin de la historia humana.
Por otro lado, la contestación de Marta también
indica que ella era afín a la esperanza de los fariseos en la resurrección de
los muertos.
Juan 11:25 “Jesús le
dijo: Yo soy la resurrección y la vida, y todo el que tiene fe en Mí, aunque
muera vivirá”
Los judíos creían que la resurrección y la vida eran el
premio a la “obediencia” a la ley, por esta razón, para asegurar que la mayor
parte de judíos resuciten, los fariseos aumentaron los requisitos de la ley, para
que sirvan de vallas para proteger los 10 mandamientos. Contrariamente a esa creencia,
Jesús le anuncia a Marta que los que
tienen “fe” en El resucitaran para vivir eternamente.
Juan 11:26 “Y todo el
que vive, y tiene fe en Mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?
El Señor dijo que todo el que tiene fe vivirá, y no morirá;
sin embargo muchos han tenido fe en El y han muerto. ¿Jesús se equivocó? No.
Pero la verdad es que la vida eterna no empieza en la resurrección, sino que, al
oír la historia de Jesús, y al proceder de acuerdo a esa historia, se recibe el
Espíritu Santo. Entonces “No morirá jamás”
quiere decir que nunca se perderá el Espíritu Santo.
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