martes, 16 de junio de 2015

217. Dios es Amor.

 Juan 11:27 “Ella le dijo: Señor yo he creído que Tu eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que viene a este mundo”
Al oír a  Jesús,  Marta  confeso su fe en El, en otras palabras le reconoció como el Señor. Para valorar el significado de Señor hay que recordar que Marta hablaba hebreo, o sea le dijo “Adonay” que se traduce  al griego “Señor” y no solo le dijo Señor sino también  Hijo de Dios, es decir reconoció Su divinidad. Así mismo,  ella entendió  que Jesús era el “prometido” por eso dijo “el que viene a este mundo”

Juan 11:32 “Vino María donde estaba Jesús, Lo vio y se arrojó a sus pies, diciendo: Señor si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto”
Marta aviso a su hermana que Jesús estaba allí, entonces  María fue donde Jesús y confeso su fe en El. Ella había escuchado las enseñanzas de Jesús, porque Lo siguió por un tiempo, después que El expulso de ella varios demonios, es decir conocía por experiencia propia Su poder, por esto le dijo “si hubieras estado aquí, mi hermano no hubiera muerto” sin embargo,  desconocía Su autoridad sobre la muerte.

Juan 11:33 “Cuando Jesús la vio llorando, y a los judíos que le acompañaron también llorando se indignó su espíritu y se agito íntimamente”
María y los judíos que vinieron con ella lloraban. Este cuadro  enardeció a Jesús,  e interiormente le sacudió. El motivo fue que  Jesús al ver el dolor que sentían María y sus amistades por la muerte de Lázaro, sufrió un golpe espiritual, tembló íntimamente por  la muerte, no solo de Lázaro, sino también por este flagelo que sufre toda la humanidad. Por eso El vino para dar vida al hombre mortal.

Juan 11:34, 35 “¿Y dónde le pusieron? Pregunto Jesús.  Ellos le respondieron: Señor ven y ve. Entonces Jesús lloro”
Jesús quería ir al sepulcro de Lázaro, y pregunto a María y a sus acompañantes  el lugar en  que estaba, y cuando iban a indicarle,  el Señor rompió en llanto, Su dolor era muy grande, al considerar que la victoria de la enfermedad y la muerte sobre la salud y la vida  era total, porque nada detenía la corrupción del cuerpo. En otras palabras lloro,  porque la vida de todos acaba, y  de manera tan indigna.

Juan 11:36,37 “Entonces lo judíos decían: Miren cuanto le amaba. Pero algunos de ellos  preguntaron ¿Este que abrió los ojos del ciego, porque no evito que muriera?
El llanto de Jesús por la muerte de Lázaro tuvo dos lecturas, la una: Jesús lloro por Su  gran  aprecio a Lázaro; la otra, fue de duda de Su  amistad con el fallecido. Los que sembraron la duda  querían decir que si el afecto de Jesús a su amigo hubiera sido  verdadero habría venido en seguida, tan pronto supo que él estaba enfermo, sin esperar tantos días, hasta que muera.

Juan 11:38, 39 “Jesús  fue conmovido nuevamente. Después  fue al sepulcro, este era una cueva tapada con una piedra, entonces Jesús dijo: Quiten la piedra. Pero Marta, hermana del que había muerto, le dijo: Señor, ya huele mal,  porque esta aquí desde hace cuatro días.”
Dos veces el Señor fue estremecido, una,  por la muerte de Lázaro,  y otra,  por el triste destino del hombre. Esta tercera vez Jesús fue agitado, porque estaba cerca de morir para salvar a la humanidad. Por otro lado, Marta, al oír la orden del Señor, le advirtió del mal olor que despediría el  sepulcro abierto; ella dijo esto por no tener en cuenta que el Maestro le dijo: Yo soy la resurrección y la vida”

Juan 11:40 “Le dijo Jesús: ¿No te dije que si tienes fe, veras la gloria de Dios?”
La fe de Marta en Jesús debía crecer, porque aunque ella si tenía los primeros elementos de la fe, esto es que Jesús era el Masías, el Hijo de Dios, sin embargo cuando el Señor le dijo que era la “resurrección y la vida” ella no presto atención a esas palabras, por eso no procedió de acuerdo a esa realidad.  Esto explica porque ella no considero necesario que se quitara la piedra que cubría el sepulcro.  

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