Juan 6:64-66 “Pero
hay algunos de ustedes que no tienen fe…por eso les dije que nadie puede venir a
MI si no le ha dado Mi Padre. Y resulto que muchos de Sus discípulos se apartaron y no andaban con El”
Jesús les dijo a sus discípulos que para recibir vida eterna
deben aceptar las palabras de Su vida y
muerte, la mayoría de ellos no las aceptaron, una de las razones fue que
al no reflexionar sobre el fracaso de su obediencia a la ley, no se dieron
cuenta que nunca tendría vida por ese medio. Por esto el Maestro les recuerda
que el Padre lleva a Él, solo a los que están conscientes de su fallo al intentar
guardar los mandamientos.
Juan 6:67-68
“Entonces Jesús les dijo a los doce: ¿Acaso también ustedes quieren irse? Simón
Pedro le respondió: Señor ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”
Le abandonaron a Jesús la mayoría de sus discípulos, entonces
Él les pregunto a los doce apóstoles si
ellos también le abandonarían. Pedro expresando el sentir de todos le dijo que
nadie enseña para la eternidad, sino solo El. Ellos “empezaron” a entender que
en las palabras de Jesús esta la vida, porque ellas vienen acompañadas del
Espíritu Santo, y que al aceptarlas se
recibe el Espíritu divino.
Juan 7:5 “Ni aun sus
hermanos creían en El”
Los hermanos de Jesús
son los hijos de José en su primer matrimonio. Ellos esperaban que el Mesías
derrotaría a los romanos y reinaría en Israel, por eso no creían que su hermano
menor era el Mesías. Pero después cuando resucito creyeron en El. Santiago el
hermano mayor llego a ser el dirigente de la iglesia de Jerusalén
Juan 7:17: “Si
alguien quiere hacer la voluntad de Dios conocerá si Mi enseñanza es de Dios, o
si Yo hablo de Mi mismo”
Toda persona que lee las escrituras tendrá certeza de que
las palabras de Jesús son palabras de Dios, si le anima el interés por hacer lo
que le agrada a Dios. En otras palabras, el que retiene en su mente la historia
de Jesús para obedecer a Dios comprobara que ha entrado en la vida, porque
empezara a ser misericordioso y compasivo con su conyugue, hijos y con su prójimo.
Juan 7:19 “¿No les
dio Moisés la ley y nadie cumple la ley? ¿Por qué me quieren matar?
Jesús vivió amenazado de muerte por los judíos, porque ellos le acusaban de
romper el sábado y de hacerse igual a Dios, pero Él les acusó de querer
ajusticiarle a pesar de que no guardaban la ley. Mas no entendían que Jesús no vino
para condenarles, sino para remitir los pecados y dar el Espíritu Santo a los transgresores de la ley que se refugien
en Su vida y en Su muerte.
Juan 7:31 “Muchos de
la multitud creyeron en El, y decían: Cuándo venga el Cristo ¿hará más señales
que las que Este ha hecho?
Celebraban la fiesta
de los tabernáculos, y Jerusalén estaba llena de judíos que habían
venido de todas partes, cumpliendo el mandamiento que debían congregarse en esa ciudad tres veces al año. Muchos
de los que oyeron a Jesús revelar su origen divino venían de otros países, no
estaban prejuiciados por los fariseos, creyeron
que Él era el Mesías prometido, porque sabían de los milagros que habían hecho.
Juan 7:37 “Pero en el
último día, el más solemne de la fiesta, Jesús, puesto de pie, grito: Si
alguien tiene sed venga a Mí y beba”
El último de los 8 días de la fiesta de los tabernáculos era
el más solemne, porque festejaban la vida que brota de Dios para su pueblo,
empleando como figura el agua de un torrente que venía al templo Jesús grito que Él es la fuente del amor misericordioso
para que el que no encuentra sentido a su vida beba de Su compasión y bondad, y viva.
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