lunes, 23 de febrero de 2015

201. Dios es Amor

 Juan 8:8-9 “Nuevamente se inclinó y escribía en la tierra. Al oír esto, reprochándoles sus conciencias, se retiraron, comenzando por los de mayor edad le dejaron solo a Jesús y a la mujer que estaba en medio”

No sabemos lo que escribió Jesús en el polvo, pero si sabemos el poder de esas palabras: “El que no tenga pecado arroje la primera piedra”,  porque  todos sintieron remordimiento y avergonzados se retiraron. La obra de la ley, que es convencer de pecado, no hizo en ellos efecto, porque estaba en la letra y no en sus mentes, no  obstante, las palabras de Jesús llegaron a sus conciencias convenciéndoles de pecado.
Juan 8:10-11 “Enderezándose Jesús le dijo: Mujer ¿Dónde están ellos? ¿Ninguno te ha condenado? Ninguno Señor. Entonces Jesús le dijo: Yo tampoco te condeno. Vete y no peques”

Quedaron solos Jesús y la mujer  Él le pregunto que donde estaban los que le arrastraron del  lecho para apedrearla. La mujer estaba acurrucada, en ropas de cama, esperando ser apedreada,  alzo su vista al oír la pregunta de Jesús, y vio que sus acusadores se habían ido, entonces el Señor le anuncio que tampoco  la condena, pero si le aconsejo apartarse del adulterio. Así mostro que  vino para perdonar y salvar.
Juan 8:12 “Siguiendo este tema, Jesús les hablo nuevamente y les dijo: Yo soy la Luz del mundo, el que me sigue no  caminara  en oscuridad, sino que tendrá la Luz de la vida”

Jesús después de salvar a la mujer,  les busco a los que un poco antes  les remordió la conciencia, para explicarles que el perdón que le dio a la mujer dejo  ver la misericordia del Padre al pecador, y les invito a seguirle para que conozcan la abundancia de la compasión de Dios al hombre.  Jesús  empleo la figura de la luz para referirse a Él, porque Sus obras alumbraron  el amor divino a los pecadores.
Juan 8:13 “Entonces los fariseos le dijeron: Tu testificas de ti mismo, por eso tu testimonio no es válido”

Los fariseos le escucharon a Jesús decir que  Su perdón a la mujer adúltera fue una luz para sus conciencias que les permitía ver el amor de Dios al pecador, pero ellos no aceptaron esa afirmación de Jesús, y  le dijeron que Su alegación de que es la Luz del mundo, no tiene valor, porque para que una declaración  de esa naturaleza sea aceptada debe ser dicha por testigos y no por El mismo.
Juan 8:14 “Jesús les contesto: Yo testifico de Mi mismo, y mi testimonio es verdadero porque yo sé de donde he venido y adónde voy; por el  contrario ustedes no saben de dónde vengo ni adónde voy”

Jesús defendió la validez de lo que dijo de sí mismo, diciéndoles que  estaba seguro de Su origen divino y de Su destino en el seno de Dios, porque estaba lleno  de amor divino para el pecador, por eso era la Luz de mundo; al contrario,  ellos no necesitaban  la misericordia del Padre, porque pensaban que Dios les aceptaba  por su obediencia a los mandamientos.
Juan 8:16 “En caso que Yo juzgue, Mi juicio es verdad, porque Yo no soy solo, sino Yo y el Padre que me envió”

El Señor no condeno a la adultera, más bien derramo su misericordia en ella al impedir que sea  apedreada. Él les dijo que su decisión fue verdad, porque fue de Él y del Padre.  Pero desde el ángulo humano, esa decisión hubiera sido justa si  Jesús la hubiera condenado, como dice la ley. Pero desde el punto de vista de Dios un acto judicial es justo cuando la misericordia esta sobre la sentencia de la ley.
Juan 8:17 “Y en la ley dada a ustedes está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero”

Después que Jesús revelo que el perdón dado a la mujer adúltera fue resultado del juicio del Padre y de El, les indico a los fariseos que la afirmación que hizo de que es la Luz del mundo es válida porque fue el Padre que le inspiro a decirla. Porque la ley de Moisés dice que si el testimonio de dos hombres coincide, entonces es verdad el asunto sobre el cual testificaron.

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