viernes, 16 de enero de 2015

196. Dios es Amor.

 Juan 6:36,37 “Les dije que aunque Me han visto, no tienen fe. Y les digo que todo lo que el Padre me da vendrá a Mi; y al que viene a Mí no le echare fuera”
Los judíos estaban ante Jesús sin embargo no aceptaron Sus palabras, entonces el Señor les reitero, que la obra del Padre es darles  fe, además es hacerles que vengan al Él, y   no les rechazara, al contrario les acogerá, a pesar que le repudien. También ahora Dios es paciente, porque es  misericordioso con el hombre,  espera que todos alcancen la fe al recordar  la historia de Jesús.

Juan 6:38 “Porque he descendido del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió”
Jesús vino a la tierra para buscar al pecador y hacerle beneficiario del perdón de sus pecados, recatar su mente del control de satanás, ponerle bajo el poder del Padre, y hacerle  ciudadano del reino de Dios, pero nada de  esto Él lo hizo por iniciativa personal, sino porque el anhelo del Padre es hacerle al hombre canal de  Su amor.

Juan 6:39 “Esta es la voluntad del que Me envió: que todo al que me ha dada, no pierda nada, sino que le resucite al día final”
La revelación de la voluntad del Padre indica que está asegurada la salvación de los que tienen fresca la historia de Jesús. Pero hay que recalcar que el Padre despierta y alimenta el interés de un hombre en la vida de Jesús hasta llevarle al calvario, con el fin de que Jesús le acoja, proteja  y guie el resto de la vida  hasta su muerte, para después resucitarle. Jesús nunca falla, por esto la resurrección de los de la fe está garantizada.

Juan 6:40 “Pues esta es la voluntad del que Me envió: Todo el que ve al Hijo, y tiene fe en El, tiene vida eterna, y Yo le resucitare en el último día”
El Padre quiere  que los que Jesús  cuidara hasta la muerte para resucitarles en  el tiempo del fin, tengan dos calificaciones: a) VER al Hijo, es decir que mediten en Su historia, y b) que se apropian de esa historia para su beneficio. Muchos judíos no aceptaron la salvación porque no se valoraba su obediencia. Pero usted si puede tener  esta fe, porque sabe que la salvación nace de la misericordia del Padre y no de la obediencia.

Juan 6:41: Entonces los judíos murmuraron de Él, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo”
Los judíos estaban convencidos  que tenían vida espiritual, es decir relación con Dios, porque eran del pueblo  de Dios, además  como fruto de sus prácticas religiosas en el templo,  en las sinagogas, y en su vida diaria. Por esto al no sentir  necesidad de vida espiritual, no tenía ningún sentido para ellos aceptar  que Jesús es el alimento  que inicia y mantiene la unión con el Padre.

Juan 6:42 “Y decían ¿no es este Jesús, el Hijo de José, cuyo padre y madre conocemos? ¿Cómo es que dice que ha descendido del cielo?
Los judíos no dieron importancia al testimonio del Bautista que le presento a Jesús como el enviado de Dios, tampoco a Sus milagros y al poder de Sus enseñanzas, ya que  prevaleció en ellos el prejuicio, por esto  no reconocieron  el origen divino de Jesús,  porque sus padres humanos eran de origen humilde. A pesar de esto Jesús motivado por la misericordia a ellos, insistió en ensenarles las palabras de salvación.

Juan 6:44 “Nadie puede venir a Mí, si el Padre que Me envió no le trae, y Yo le resucitare en el último día”
El Padre inicia la salvación llevando al hombre a la cruz, a su vez Jesús le guarda, guía hasta la muerte, para después resucitarle. Hay por lo menos dos conclusiones de este versículo, a) la salvación solo se completa con la resureccion y b) y la salvación es la responsabilidad del Padre y de Su Hijo. De esta manera así como el hombre fue condenado a pecar y la morir por la caída de Adán, en Jesús ya tiene el perdón y la vida.

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