Los judíos estaban ante Jesús sin embargo no aceptaron Sus palabras, entonces el Señor les reitero, que la obra del Padre es darles fe, además es hacerles que vengan al Él, y no les rechazara, al contrario les acogerá, a pesar que le repudien. También ahora Dios es paciente, porque es misericordioso con el hombre, espera que todos alcancen la fe al recordar la historia de Jesús.
Juan 6:38 “Porque he descendido del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió”
Jesús vino a la tierra para buscar al pecador y hacerle beneficiario del perdón de sus pecados, recatar su mente del control de satanás, ponerle bajo el poder del Padre, y hacerle ciudadano del reino de Dios, pero nada de esto Él lo hizo por iniciativa personal, sino porque el anhelo del Padre es hacerle al hombre canal de Su amor.
Juan 6:39 “Esta es la
voluntad del que Me envió: que todo al que me ha dada, no pierda nada, sino que
le resucite al día final”
La revelación de la voluntad del Padre indica que está
asegurada la salvación de los que tienen fresca la historia de Jesús. Pero hay
que recalcar que el Padre despierta y alimenta el interés de un hombre en la
vida de Jesús hasta llevarle al calvario, con el fin de que Jesús le acoja,
proteja y guie el resto de la vida hasta su muerte, para después resucitarle. Jesús
nunca falla, por esto la resurrección de los de la fe está garantizada.
Juan 6:40 “Pues esta
es la voluntad del que Me envió: Todo el que ve al Hijo, y tiene fe en El,
tiene vida eterna, y Yo le resucitare en el último día”
El Padre quiere que
los que Jesús cuidara hasta la muerte
para resucitarles en el tiempo del fin,
tengan dos calificaciones: a) VER al Hijo, es decir que mediten en Su historia,
y b) que se apropian de esa historia para su beneficio. Muchos judíos no
aceptaron la salvación porque no se valoraba su obediencia. Pero usted si puede
tener esta fe, porque sabe que la
salvación nace de la misericordia del Padre y no de la obediencia.
Juan 6:41: Entonces
los judíos murmuraron de Él, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió
del cielo”
Los judíos estaban convencidos que tenían vida espiritual, es decir relación
con Dios, porque eran del pueblo de
Dios, además como fruto de sus prácticas
religiosas en el templo, en las
sinagogas, y en su vida diaria. Por esto al no sentir necesidad de vida espiritual, no tenía ningún
sentido para ellos aceptar que Jesús es
el alimento que inicia y mantiene la
unión con el Padre.
Juan 6:42 “Y decían
¿no es este Jesús, el Hijo de José, cuyo padre y madre conocemos? ¿Cómo es que
dice que ha descendido del cielo?
Los judíos no dieron importancia al testimonio del Bautista
que le presento a Jesús como el enviado de Dios, tampoco a Sus milagros y al
poder de Sus enseñanzas, ya que prevaleció
en ellos el prejuicio, por esto no
reconocieron el origen divino de Jesús, porque sus padres humanos eran de origen
humilde. A pesar de esto Jesús motivado por la misericordia a ellos, insistió
en ensenarles las palabras de salvación.
Juan 6:44 “Nadie
puede venir a Mí, si el Padre que Me envió no le trae, y Yo le resucitare en el
último día”
El Padre inicia la salvación llevando al hombre a la cruz, a
su vez Jesús le guarda, guía hasta la muerte, para después resucitarle. Hay por
lo menos dos conclusiones de este versículo, a) la salvación solo se completa con
la resureccion y b) y la salvación es la responsabilidad del Padre y de Su
Hijo. De esta manera así como el hombre fue condenado a pecar y la morir por la
caída de Adán, en Jesús ya tiene el perdón y la vida.
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