sábado, 25 de octubre de 2014

184. Dios es Amor

Juan 1:40-42 “Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos…que siguieron a Jesús.  El encontró, primero, a su hermano Simón, y le dijo: Hemos encontrado al Mesías, y le llevo a Jesús. El mirándole le dijo: Tu eres Simón, hijo de Juan, tu serás llamado Cefas, (que quiere decir piedra)”

El que estudiaba en la escuela de los rabinos, y  encontraba una verdad nueva en las escrituras, además,  había sometido esa verdad a los maestros,  estaba calificado para ser maestro y ensenar  teoría, así mismo, dar a sus alumnos  el ejemplo de su vida. Jesús fue tenido como maestro, aunque no estudio con los rabinos;  sus  dos primeros alumnos fueron Juan y Andrés, ellos habían estado, antes,  en la escuela de Juan el bautista.
Juan 1:45 “Felipe encontró a Natanael, y le dijo: Encontramos  a aquel de quien escribieron Moisés en la ley, y los Profetas: a Jesús, de Nazaret, hijo de José”

Jesús se iba a Galilea,  y llamo a Felipe, pero él no sabía que Jesús es Hijo del altísimo,  o como la mayoría de judíos,  él tampoco podía aceptar que el Mesías es Hijo de Dios,  por eso se refirió a Jesús como el hijo de José. Posteriormente Felipe no pudo tener fe en la relación de Jesús con el Padre. Pero la fe es para salvación cuando se acepta que el Padre envió a Jesús, Su Hijo, por amor para salvar al hombre.
Juan 1:46 “Y Natanael le dijo: ¿Puede  alguien de Nazaret ser bueno? Felipe  le dijo: ven y mira”

Natanel oyó  que Felipe le dijo que Jesús de Nazaret, era el Mesías, él le replico preguntándole  ¿si alguien bueno podía ser de Nazaret?  Porque los habitantes de ese pueblo eran de mala reputación. Sin embargo Felipe insistió diciéndolo mírale y te convencerás; porque Felipe había  visto que, aunque Jesús no era de  porte real , ni vestía con lujo, pero en su apariencia resaltaban  la humildad y la mansedumbre enmarcadas en dignidad, que atraía , y al mismo tiempo infundía respecto.          
Juan 1:47-48 “Jesús vio venir a Natanael, y dijo de él: Miren un verdadero Israelita, en el no hay engaño.  Natanael le respondió: ¿Dónde me has conocido? Jesús le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, yo te vi”

Jesús le llamo a Natanael un Israelita verdadero, porque,  era piadoso y esperaba la venida del Mesías. La respuesta de Jesús le convenció de que Jesús es el Mesías, porque  en realidad estaba bajo de una higuera antes que Felipe le hablara. La higuera  era considerada en Israel como el árbol del bien y del mal, es decir pensaban que al meditar  en la escrituras debajo de esta,  podían estar seguros de distinguir la verdad.
Juan 1:49 “Natanael le respondió: Rabí, tu eres el Hijo de Dios, tu eres el rey de Israel”

 Dios hizo la promesa  a Adán y Eva, de un personaje que les salvaría. Esa promeso fue clarificada en siglos posteriores, cuando Abraham intento sacrificar a  su hijo Isaac, después con Moisés, y  con los sacrificios, finalmente con los profetas. Y en los días de Jesús  los judíos esperaban al Mesías, como rey, pero Natanael  fue más allá, porque sabía que el Mesías es Hijo de Dios, pero no estaba claro para ellos, que también es el Cordero de Dios que carga los pecados del mundo.
Juan 1:50 “Jesús le contesto ¿Tienes fe, por qué te dije que te vi debajo de la higuera? Te anticipo que  veras cosas más grandes que esta”

El Padre le permitió a Jesús que use su poder divino para ver a Natanael debajo de la higuera, sin estar cerca de esta, para que  tenga fe;  así hará milagros, perdonara a la pecadora, dejara ver su divinidad cuando se transfigure en el monte, lavara los pies a sus discípulos, como un criado, morirá en la cruz, para que el que retenga  en su mente Su historia, sea perdonado y tenga vida eterna, o sea reciba el Espíritu Santo.
Juan 1:51 “Además, le dijo: En verdad les digo que desde ahora discernirán el cielo abierto y los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre”

Jacob vio  en un sueño  una escalera asentada en la tierra y apoyada en el cielo, sobre la que subían y bajaban ángeles de Dios; Jesús indico que este sueño se refiere a que ángeles le  asisten  para poder  cumplir Su misión, en esta tierra; también aludió a que por medio de Él,  los ángeles del cielo ayudan  a los que tienen en su mente Su historia. Estos ángeles unen la oscuridad de este mundo con el amor del Padre.

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